Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés que aparece en la página de The Nevada Independent.

Los dos primeros artistas con los que se reunió Sandoval en su búsqueda de un retratista oficial dijeron que tomarían cientos de fotos de él, volverían a sus estudios y más tarde le enviarían el producto final.

Pero el mandatario supo que había encontrado al pintor que buscaba para que capturara su legado, cuando habló con Adrian Gottlieb, quien insistió en que el gobernador saliente se sentara con él en persona durante 60 horas, o no aceptaría el trabajo. Gottlieb quería que la pintura captara una amplia experiencia que trascendiera a una sola fotografía, y que fuera la mejor en el edificio.

El artista y el gobernador escucharon libros y música clásica durante sus horas de convivencia. En cierto momento, Sandoval tuvo que levantarse y dar órdenes a la Guardia Nacional de Nevada para que respondiera a un incendio forestal.

“Fue solo una experiencia que voy a atesorar. Y lo que usted ha producido aquí es justo eso", dijo Sandoval. "Esto va a ser un tesoro de Nevada".

Conforme se acerca el término del mandato del Gobernador de Nevada Brian Sandoval, una pintura al óleo ocupará su lugar entre las de otros gobernadores que le precedieron. La ceremonia donde se develó el retrato oficial, celebrada el pasado 25 de octubre, también fue una oportunidad para recordar sus ocho años al frente de un estado que sufrió más que la mayoría durante la recesión económica de 2008.

“El servicio público es un regalo. Es un regalo absoluto. Y a veces se convierte en una rutina para las personas, y usted entra a su oficina y se olvida de que somos servidores públicos", dijo Sandoval. "Algún día ya no vamos a poder hacer esto, y algún día vamos a tener ese momento tranquilo cuando estemos sentados al aire libre y reflexionemos, y realmente nos detengamos y pensemos, en primer lugar, en lo agradecidos que estábamos por tener una posición en la que pudimos llegar a la vida de las personas, y después, ese momento de satisfacción en el que se hizo todo lo posible por hacer de este estado el mejor lugar posible".

El maestro de ceremonias fue Dale Erquiaga, el principal consejero de Sandoval cuando llegó al cargo, luego fue superintendente estatal y también su "primer amigo". Ambos se conocieron poco después de que Sandoval llegara de California a Fallon cuando era niño y desentonaba porque vestía “ropa estilo California” entre los vaqueros de la Nevada rural.

Erquiaga deleitó al público con anécdotas tristes y graciosas. Recordó los momentos formales cuando Sandoval depositó una ofrenda floral sobre la tumba del soldado desconocido, se reunió con líderes chinos durante las misiones comerciales y cerró acuerdos legislativos. También recordó cuando Sandoval recibió un regalo de dos varitas mágicas de Harry Potter y estaba "corriendo por toda la oficina”.

"Su propia humanidad, su capacidad para acoger un estado problemático de la forma en que un padre abraza a un niño enfermo es lo que lo hizo el hombre que se convirtió en gobernador todo el tiempo", dijo. "Aquellos de nosotros que lo amamos y servimos en su administración queríamos encontrar un artista para capturar ese espíritu".

El proceso para encontrar un artista comenzó el verano pasado con una convocatoria de propuestas y un presupuesto de $23,000 dólares. Treinta y un artistas respondieron, y un panel que incluyó a Erquiaga ayudó a reducir la lista a unos pocos finalistas hasta llegar a Gottlieb.

"Me sorprendió su capacidad para hacerme sentir cómodo, y su entusiasmo por el proyecto era contagioso", dijo el artista acerca de su primer encuentro con Sandoval el otoño pasado.

Gottlieb, quien recibió entrenamiento en Italia, nunca había pintado a un gobernador. Pero revisó los otros retratos oficiales y su favorito fue el del gobernador John Sparks, cuyo mandato fue desde 1903 hasta 1908.

“Había una especie de curiosa sensación de desapego y diversión en su rostro, pero estaba absolutamente conectado con el espectador", dijo Gottlieb.

El pintor se enteró que uno de los héroes más grandes de Sandoval era el presidente Abraham Lincoln. Así que trajo una fotografía de Lincoln que dijo que siempre le pareció convincente.

"Era un Lincoln de más edad y con cicatrices, atrapado en un momento de profunda reflexión", dijo Gottlieb. “Pude encontrar en esa fuente el mismo sentido de autenticidad combinado con un carisma que también atrajo mucho al gobernador. Decidimos hacer de eso los cimientos del proyecto”.

Entre los dos decidieron incluir algunos objetos clave en la pintura, como una bandera del estado de Nevada y un alfiler de solapa.

Gottlieb dijo que las 60 horas de convivencia y observar a Sandoval en diferentes estados de ánimo dieron tiempo para cambiar las posturas y establecer la configuración final, con el gobernador en la silla, "la concentración en sus ojos y los movimientos expresivos de sus manos". Lo que el artista busca más en el retrato es capturar a una persona que no se sienta vigilada y "que se permitan acomodarse en sus sillas literal y metafóricamente".

Ambos también conversaron acerca de cómo el tiempo que Sandoval fungió como juez federal formó su perspectiva sobre la justicia y los complejos problemas que enfrentó y que son exclusivos de Nevada. Las observaciones de Gottlieb fueron que Sandoval era exactamente el tipo de persona que creía que sería y que estar cerca del gobernador "sacó lo mejor de mí".

"No pude poner todas estas impresiones en la pintura directamente", dijo Gottlieb. "Pero espero que se expresen en la gravedad del carácter que espero transmitir".

Erquiaga dijo que Sandoval es un estudiante de historia que pasó muchos días y noches caminando por los pasillos del Capitolio y observando los retratos de anteriores gobernadores, pensando en las decisiones que habían tomado al igual que cuando él tomó sus propias decisiones difíciles. Se tornó pensativo al hablar de lo que esperaba con el retrato oficial.

“Espero algún día tener nietos para traerlos a este edificio. Y espero que ellos y las generaciones venideras de nevadenses vengan a ver en este retrato lo que durante los últimos ocho años vimos quienes trabajamos en su gubernatura y en su gabinete", dijo Erquiaga. "El alma de un líder cuyo valor, solemnidad y compasión inspiraron a muchos otros a ser un poco mejores de lo que creíamos que podríamos ser".

El reportero Riley Snyder contribuyó a esta nota.