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Una mujer en Washington dice que Kihuen le hizo proposiciones no deseadas

Michelle Rindels
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Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés que aparece en The Nevada Independent.

Una mujer de 24 años de edad quien trabaja en una empresa que hacía negocios con la campaña del Legislador de Nevada Rubén Kihuen en Washington, D.C., dijo que el nuevo Congresista le hizo proposiciones no deseadas y demasiadas preguntas personales durante el pasado otoño, mientras que la campaña de Kihuen era cliente de su empresa.

La mujer, quien pidió no ser identificada por temor a arriesgar sus futuras posibilidades profesionales, es la cuarta en presentar un testimonio de insinuaciones no deseadas por parte del Legislador Demócrata de 37 años de edad y la primera en describir públicamente las interacciones que ocurrieron después de que él fue electo en el Congreso. El Comité de Ética de la Cámara anunció el viernes que abrirá una investigación acerca de las acusaciones de acoso sexual contra Kihuen.

El Congresista dijo que agradece la oportunidad de limpiar su nombre, aunque anunció el sábado que no buscará la reelección porque, según comentó, las supuestas denuncias serían una distracción para correr una campaña.

La mujer describió a The Nevada Independent una conducta que la hizo sentir nerviosa e incómoda, incluyendo cuando Kihuen preguntó en la oficina por qué no tenía novio, si ella vivía sola y ofreciéndose a ayudarla a avanzar en su carrera — lo que ella interpretó como una posible sugerencia de favores sexuales.

La mujer relató que en un evento de recaudación de fondos Kihuen le sobó la parte baja de su espalda y besó su cara varias veces.

"Él era bien conocido. En mi empresa trabajamos con [numerosos miembros del Congreso] y ninguno de ellos le ha enviado mensajes de texto a las personas de la oficina ni las ha besado o hecho algo sugestivo”, dijo la mujer durante una entrevista telefónica el jueves pasado. "Él simplemente no ha crecido a la par de la responsabilidad que ha cultivado. Todavía piensa que puede actuar como cuando era más joven, aunque ahora es mayor y ocupa una posición de poder que requiere un nivel distinto de ética personal".

La mujer dijo que la cultura en el Capitolio era hacer bromas de Kihuen, quien es un hombre soltero, por ser coqueto y seguro de sí mismo.

Cuando se le proporcionó una lista detallada de las interacciones descritas en este reporte, Kihuen proveyó un comunicado a The Nevada Independent:

"Niego rotundamente estas acusaciones infundadas. Mi interacción con esta mujer fue limitada y siempre profesional. Como he dicho anteriormente, doy la bienvenida a la oportunidad para limpiar mi nombre ante el Comité de Ética de la Cámara".

Quince minutos después de responder a The Nevada Independent, el periódico Las Vegas Review-Journal publicó una nota en la que Kihuen anunció que no buscará la reelección.

"La decisión del Congresista Kihuen de no aspirar a la reelección lo dice todo. Merecemos algo mejor de parte de los miembros del Congreso", dijo la mujer la tarde de este sábado, después de enterarse de la decisión.

Kihuen y la mujer se conocieron a través de interacciones cuando él llegó a su empresa — ella dijo que él le había preguntado antes si era una pasante — también cuando tuvieron una breve conversación en un elevador, y también ocasiones en las que Kihuen intentó iniciar conversaciones con ella a través de su correo electrónico personal y su celular (ella mostró imágenes a una reportera de los mensajes que él le envió por correo electrónico y texto; ella dijo que intentó comunicarle su falta de interés o que no le respondió). Pero las cosas tomaron un giro más personal cuando ella y el Congresista, quien es 13 años mayor que la mujer, asistieron a un evento de karaoke en un bar para recaudar fondos, el pasado 25 de octubre.

Una amiga de 24 años, quien también asistió al evento y habló por teléfono con The Nevada Independent el viernes, recordó cuando Kihuen llegó y se dirigió a un grupo grande, pero luego él "apartó [a la mujer] de nosotros".

Un intercambio de mensajes de texto proporcionado por una mujer de 24 años cuya empresa ha trabajado con el Congresista Ruben Kihuen muestra que le contó a amigos acerca de las interacciones de Kihuen con ella la noche en que dice que sucedieron.

Como lo describió la mujer, "Él entró, caminó directo hacia mí, me puso su brazo a mi alrededor, me besó la mejilla y luego pasó toda la noche hablando conmigo".

"Me besó tres veces. Me preguntó si vivía sola, me preguntó acerca de mi compañera de casa, me dijo que él vivía solo, me preguntó dónde estaba mi apartamento, de nuevo cuántos años tenía, me preguntó de nuevo si no tenía novio y luego me dijo que yo era una de las chicas más bonitas que jamás había visto en D.C., y yo respondí: "Eso es no pedir mucho", dijo la mujer. "Yo estaba intentando aclararle que realmente yo no era así — él me preguntó por qué no tenía novio y yo dije 'dan tantos problemas que no vale la pena y no estoy buscando eso’. Él me vio de pies a cabeza y dijo: "Eres muy atlética ¿Practicaste algún deporte en la universidad?"

La amiga dijo que fue testigo de que Kihuen se acercó a la mujer, le tocó el hombro y espalda baja, y dijo que "a nosotros nos pareció indebido, porque conocíamos el contexto" — la mujer le había dicho a su amiga que le habían incomodado las interacciones que había tenido antes con Kihuen. Para un espectador, dijo la amiga, probablemente se vio “en el límite de lo inapropiado”.

La mujer dijo que Kihuen le preguntó qué hacía para estar tan en forma, y cuando ella dijo que corría, él le preguntó si quería tener un compañero para salir a correr o un guardaespaldas.

"Así que todo este tiempo él tuvo su brazo alrededor de mí, sobando la parte baja de mi espalda, besando un lado de mi cara, y entonces la cosa que más me molestó fue cuando dijo, "¿Qué quieres que haga porque sé que tú no puedes querer hacer esto [empleo] para siempre' y yo le dije que realmente quería trabajar en el Capitolio algún día y él me dijo: "Permíteme ayudarte", recordó. "Él no me conoce, no ha visto la calidad de mi trabajo. No hay ninguna razón por la que debería ayudarme más que el hecho de que hubiera querido algo a cambio, así es que fue un poco —fue molesto”.

La amiga dijo que ella piensa que Kihuen podría minimizar la situación como un simple coqueteo, pero que considera que fue inadecuado debido a la forma en que aprovechó su papel en el Congreso.

"Creo que él está muy consciente del carisma y el poder que tiene y creo que lo utiliza a su favor", dijo la amiga. "Supongo que él puede decir, sí, yo estaba coqueteando con [la mujer]...  

Pero también tiene guardada bajo la manga la carta de que es miembro del Congreso. Y sí coquetea con la gente en sitios donde no es adecuado".

La mujer dijo que ella intentó discretamente buscar oportunidades de esquivar a Kihuen durante el evento, y trató de ofrecer respuestas para indicarle que no estaba interesada en sus proposiciones, pero él continuó regresando a hablar con ella.

Dijo que algunos de sus amigos le han preguntado por qué no lo rechazó de manera rotunda.

"No estoy en una posición en la que pueda gritarle a un miembro del Congreso y decir 'deja de tocarme' porque acabo de comenzar mi carrera", dijo. "Él es miembro del Congreso y un cliente de mi empresa y algunos de mis amigos cuestionaban ‘¿Por qué no lo callaste? ¿Que dejara de hablar contigo? Y es que hay una dinámica de poder que hace que no puedas hacer eso, de verdad".

Otras mujeres que han acusado a Kihuen dijeron que su comportamiento persistió pese a sus protestas. Una directora de finanzas de la campaña de Kihuen identificada como Samantha describió cómo reaccionó cuando supuestamente Kihuen sugirió que consiguieran una habitación de hotel, juntos.

"Yo dije 'no' muy firmemente, y él simplemente se rió de mí. Fue humillante”, dijo a BuzzFeed News.

Una cabildera quien dijo a The Nevada Independent que Kihuen la tocó sin que ella lo deseara y que recibió cientos de textos sugestivos durante las sesiones legislativas de Nevada en el 2013 y 2015, indicó que trató formas diferentes de ponerle un alto al Congresista luego de haber recibido los mensajes, como tratar sus comentarios como si hubieran sido una broma, ignorarlo y diciéndole directamente “no”. Una tercera mujer, quien trabajó como recepcionista en el condominio que Kihuen tuvo en Las Vegas en el 2014 y 2015, dijo a Buzzfeed que él le enviaba mensajes de texto con comentarios "horrendos y sucios" a horas fuera de lugar, lo que la forzó a bloquear su número luego de que él la ignoró cuando le pidió que dejara de hacer eso.

La mujer que trabaja en Washington D.C. dijo que pensó mucho en si sería conveniente dar a conocer su caso después del primer artículo en Buzzfeed a comienzos de este mes, pero aclaró que quería ofrecer más matices a la discusión e información sobre interacciones que no son tan extremas como, por ejemplo, cuando el Congresista por Arizona, Trent Franks, le pidió a una empleada ser una madre sustituta.

"En verdad solo quiero que estas mujeres sepan que no están solas, y creo que hay algo que se necesita  decir de este tipo de — usted sabe, no es algo sutil, pero es una forma de acoso”, dijo. "Creo que me la he pasado ajustando mi concepto de lo que consideraría inapropiado, porque solo quiero hacer mi trabajo. Usted sabe, yo solo quería ir a trabajar cada día y hacer lo mío. Pero él seguía cruzando la línea así que uno sigue cambiando los postes de la portería entre donde normalmente debía estar la línea porque es mucho más fácil simplemente no hacer nada".

La mujer dijo que las interacciones con Kihuen iniciaron en octubre cuando una vez les tocó estar juntos en el mismo elevador.

"Él dijo: ‘Oye, yo te conozco', y yo dije, 'Hola Congresista’, él dijo: ¿Eres casada?", recordó la mujer. "Y yo dije: ‘No, ¿Usted está casado?' Sabiendo muy bien que no lo estaba, y él dijo: ‘Bueno, ¿Tienes novio?’ y yo dije ‘No’. Y él dijo: ‘Bueno, una hermosa joven como tú — no puedo creer que no tienes novio’, y eso la verdad fue desagradable".

La mujer dijo que intentó tratar el comentario como si hubiera sido una broma.

Un intercambio de mensajes de texto entre una mujer de 24 años y una amiga el 17 de octubre de 2017 muestra sus deliberaciones de cómo responder a las acciones del Congresista Ruben Kihuen hacia ella. El intercambio tuvo lugar después de la interacción en el elevador, los mensajes de texto y el correo electrónico de Kihuen, y antes de la noche de karaoke.

La entrevistada agregó que cuando coincidieron en el elevador Kihuen le preguntó cuántos años tenía, y cuando ella le dijo que 24, "me dijo que todavía tenía tiempo”. Una captura de pantalla que muestra un intercambio de textos que proporcionó a The Nevada Independent, muestra que ella hizo referencia a la pregunta acerca de su edad mientras hablaba con una amiga acerca de Kihuen.

La mujer dijo que algunos tomaron los avances de Kihuen como algo divertido y como una broma, y recibió apoyo para que tuviera una relación con Kihuen cuando él comenzó a mostrarle interés porque podría ayudar a progresar en su carrera. Pero ella dijo que estaba preocupada por la situación, al considerarla potencialmente perjudicial para su reputación y algo que le restaba “legitimidad” como profesional.

"Quiero que se me tome en serio, y es un insulto para todo el trabajo que he hecho y para mi inteligencia que me vea de arriba a abajo y me pregunte cuál es mi estatura y si practico un deporte porque me veo  realmente atlética”, dijo.

Un segundo encuentro tuvo lugar aproximadamente dos semanas más tarde, cuando se topó con Kihuen en un pasillo. Al iniciar una breve conversación, ella le dijo que iba a un almuerzo de negocios y que probablemente iba a quedar comida, por si se le antojaba comer algo. Comúnmente después de un evento la comida que sobraba quedaba disponible para la gente de la oficina.           

Poco después, una tarde del 11 de octubre, Kihuen envió un mensaje desde su cuenta de Gmail. (La mujer no le había dado su correo electrónico, pero dijo que ella cree que el lo dedujo de un formato común que utiliza la empresa para sus direcciones).

"Hola [nombre redactado]. Espero que este sea tu correo electrónico. Sólo quería darte las gracias por ofrecerte a traerme el almuerzo hoy. No estoy seguro si te dije gracias. Eres muy dulce. 🙂 Ruben".

Mensaje de texto del Congresista Rubén Kihuen hacia una mujer de 24 años cuya empresa trabajó con él.

La mujer dijo que respondió con un mensaje de cortesía que llevaba adjunto su firma de correo electrónico, mismo que incluía el número de celular del trabajo. La noche siguiente noche, él le envió un texto a su celular del trabajo con un emoji de carita feliz y un texto que decía: "Por cierto… Soy Ruben K. Muy amable de tu parte ofrecerte a traerme el almuerzo ayer?".

The Nevada Independent verificó que el texto había sido enviado desde el número celular de Kihuen. La mujer dijo que lo había ignorado, pero explicó que Kihuen tocó el mismo tema de la comida al menos en otra ocasión más — algo que ella dijo que le molestaba porque parecía sugerir que había un significado más profundo a un hecho que a ella le pareció sin mucha trascendencia.

"La recepción me pareció más manejable que cuando esto sucedió en mi oficina, porque creo que toda mujer sabe cómo defenderse de un hombre en un bar", dijo. "Pero bajo la iluminación fluorescente de mi oficina cuando estoy corriendo de una reunión a otra — eso es tan desagradable, tener a alguien que conoces, que lo tienes en un nivel más alto y creo que por una buena razón y, luego — es decepcionante cuando no cumplen con la expectativa".

La entrevistada dijo que una de las declaraciones que una de las cabilderas dio para un artículo publicado por The Nevada Independent a principios de esta semana, con respecto a que Kihuen a lo mejor no sabe que algunas de sus conductas son incorrectas, cobró sentido.

"Parte de mí quiere darle el beneficio de la duda y decir que las mujeres en general han respondido positivamente a él interactuando así y que él simplemente no ha estado a la altura de la responsabilidad que se le ha dado en los últimos años", dijo. "Y, entonces parte de mí, la parte menos generosa de mí, piensa que de manera serial él no respeta a la mujer, no nos escucha, nos ve como objetos sexuales, como conquistas. Así que no sé si esto está entre no saber que eso no le gusta a la gente, o realmente ser una mierda de persona".

Nota: El Editor Jon Ralston explica aquí nuestra decisión de publicar esta historia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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