Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés, misma que aparece en The Nevada Independent.

El Presidente Donald Trump reconoció el sábado que el Senador Dean Heller, quien estuvo a punto de renunciar a la campaña de Trump durante la contienda del 2016, se mostró “un poco inestable al principio”, pero “una vez que nos acercamos, él ha sido sólido como una roca y ha sido genial”.

Los comentarios se produjeron durante un discurso en la Convención del Partido Republicano de Nevada en Las Vegas, en la tercera visita del presidente al estado desde que fue elegido en el 2016. La visita del presidente se dio como parte de un torbellino de tres eventos destinados a impulsar la candidatura de Heller a la reelección al igual que las campañas de otros Republicanos de Nevada en la boleta electoral del 2018, incluyendo al aspirante al Congreso Danny Tarkanian y al candidato a gobernador, Adam Laxalt.

“Él redujo sus impuestos y nadie luchó más duro que Dean Heller para bajar los impuestos,” dijo Trump a una audiencia reunida en el Suncoast Hotel and Casino, donde también dio a conocer un apodo para la oponente Demócrata de Heller, la Legisladora Jacky Rosen “Wacky Jacky” [Jacky loca] y afirmó que un voto para ella sería un sufragio para aumentar los impuestos.

Rosen respondió en un comunicado que Trump “me está atacando con mentiras e insultos insignificantes porque no tengo miedo de enfrentarme a él.”

“Dean Heller ha sido una estampilla para Donald Trump en Washington, involucrándose en la agenda de división del Presidente a expensas de Nevada”, dijo Rosen. “Esto es la recompensa del Senador Heller por su lealtad.”

La visita y participación de Trump en un evento de recaudación de fondos marca una culminación para Heller, quien alguna vez fue acérrimo crítico de Trump, que en el 2015 hizo una contribución del futuro presidente a una obra de caridad y dijo que estaba “99 por ciento” opuesto a su candidatura tras la publicación de comentarios sexualmente inapropiados por parte de Trump en el 2005 en el estudio de del programa Access Hollywood.

Heller, quien reveló nueve meses después de la elección general que votó por Trump, se ha alineado lentamente con el presidente en numerosas cuestiones en los últimos 20 meses, especialmente en el tema de los esfuerzos que los Republicanos encabezan para reformar el código fiscal del año pasado. Este sábado, ambos se abrazaron en la calle y arriba del escenario de la convención, y Trump prometió “regresar mucho” a Las Vegas antes de noviembre para ayudar a Heller y a otros rumbo a las elecciones.

Durante su discurso de 38 minutos en la convención Republicana de Nevada, Trump destacó varias de las recientes prioridades legislativas de Heller, incluyendo el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, en Israel, y la financiación de un programa que permite a los veteranos recibir servicios médicos con un proveedor de la comunidad pagado por la Administración de Veteranos.

Trump también se refirió a una larga lista de otros temas, haciendo alarde de su “gran química” con el dictador norcoreano Kim Jong Un, en su intento por llegar a un acuerdo y atacando el desequilibrio comercial con China, México y otros países.

“Somos la alcancía a la que todo el mundo le gusta saquear”, dijo Trump.

El mandatario pasó poco tiempo hablando del gran revuelo que se dio esta semana con el tema de la separación de familias de inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, excepto para decir que su equipo estaba haciendo un gran trabajo al manejar una situación difícil en donde las administraciones de Obama y Bush también fueron responsables en parte.

Trump también argumentó que Los Estados Unidos tenía que ser fuerte ante la inmigración, describiendo la postura de los Demócratas como el equivalente de “fronteras abiertas, dejar que la [pandilla] MS-13 se mueva en todo nuestro país”.

“Nuestras leyes de inmigración son el hazmerreír de todo el mundo... la gente entra caminando, en cuanto ponen un pie les decimos: ‘Por favor ¿Le gustaría registrarse?’ Otros países, dicen lárgate de aquí”, dijo Trump, agregando que en vez de 5,000 jueces más, quiere más agentes de la Patrulla Fronteriza y de ICE (Inmigración y Aduanas). “Si ven alguna debilidad, ellos vendrán por millones. Debemos tener fronteras fuertes”.

Trump ha hecho referencia a “miles de jueces” en las últimas semanas —  diciendo alternativamente que el país ya cuenta con miles de jueces y que está tratando de contratar a miles de jueces — para criticar lo que él describe como un “sistema loco” que da a los inmigrantes que entran ilegalmente la posibilidad de plantear su caso ante la corte. Sin embargo, PolitiFact ha señalado que actualmente Estados Unidos tiene menos de 400 jueces trabajando en casos de inmigración.

Trump también citó una lista de logros durante su gestión, incluyendo la eliminación “del desastroso mandato individual donde se paga una fortuna por el privilegio de no pagar un seguro médico” y aseguró que Obamacare está “en las últimas”. Sin dar nombres, criticó al Senador John McCain por su gesto con el “pulgar hacia abajo” a la hora de emitir un voto decisivo en contra de una iniciativa de ley para derogar el Obamacare el año pasado.

“Eso no fue bueno... era un hecho y luego él llegó, con el 'pulgar hacia abajo'. Está bien. De todos modos lo destruimos”, afirmó Trump, añadiendo que si la gente ve un aumento de los costos en el rubro de la salud, será culpa de los Demócratas.

El encarecimiento del mercado de los seguros médicos de Nevada ha sido atribuido en gran medida a la decisión de la administración Trump de poner fin a los llamados pagos de reducción de costos compartidos y después a la falta de acción del Congreso para hacer frente a las crecientes cuotas de los seguros.

Esta es la tercera visita del presidente a Nevada desde que asumió su cargo — incluyendo un viaje a Las Vegas después del tiroteo masivo en octubre y una visita en Reno para asistir a la conferencia anual de la Legión Americana en agosto. También asistió a un evento de recaudación de fondos para el Partido Republicano del estado en Lake Tahoe en agosto del 2016.

La caravana de Trump pasó junto a un grupo de manifestantes antes de llegar al Suncoast Hotel y Casino, donde encabezó un evento privado de recaudación de fondos para Heller, con boletos cuyos precios costaron $50,000 dólares por pareja, o $15,000 para que dos personas se pudieran tomar una foto con el presidente. A quienes no pertenecen a la convención estatal se les cobró ​​$250 la entrada al evento.

En breves declaraciones en la convención, antes del informe del presidente a la nación, Heller presumió los números positivos de la creación de empleos en Nevada durante los meses anteriores, y en gran medida culpó a la aprobación de la Ley de Recortes Fiscales y Más Empleo del año pasado por el estancamiento del trabajo.

“Lo escribí, y he luchado por esto, y estoy muy contento de que este presidente lo haya firmado”, dijo Heller. “Y esta iniciativa de ley tenía un propósito, que era revertir la pesadilla de Obama.”

Laxalt continuó con un discurso atacando a su oponente en las elecciones generales, el presidente de la Comisión del Condado de Clark, Steve Sisolak. Laxalt siguió el ejemplo de Trump al ponerle a Sisolak el apodo “Shady Steve” [Steve el Tramposo] y su campaña de forma simultánea dio a conocer un sitio web de ataque con ese mismo nombre.

“Shady Steve es un político de carrera que ha pasado décadas quejándose de los problemas y ha dedicado poco tiempo a trabajar en las soluciones”, dijo Laxalt. “Es alguien que puso los favores políticos por encima de nuestras prioridades. Esta elección es una opción entre el liderazgo y el favoritismo; entre las soluciones reales o una agenda política que llevará a nuestro sin igual estado por el camino de California”.

Las críticas son un eco de los señalamientos iniciales de Laxalt para la que se espera sea una agresiva campaña para relevar al saliente gobernador Republicano, Brian Sandoval. El primer anuncio de Laxalt exhibió el trabajo de Sisolak en la comisión como si fuera una serie de favores a sus donantes.

Durante su discurso, en el que animó a la audiencia a gritar “Shady Steve” después de cada mención, Laxalt culpó a Sisolak por los últimos lugares que ocupa el sistema educativo de Nevada y las regulaciones que están “ahorcando a las empresas del Condado Clark con tanta burocracia”. A pesar de que Laxalt es el fiscal del estado, dijo que el liderazgo de Sisolak es la razón por la que los residentes del Condado Clark “no se sienten seguros en la noche” y el crimen va en aumento.

“Van a decir que soy un títere del presidente. Ya lo están diciendo”, agregó Laxalt. “Pero Donald Trump no le ha fallado al condado Clark por décadas como él [Sisolak] lo ha hecho”.

Durante su discurso, Trump le dijo a Laxalt que le esperaba una carrera muy dura, pero que era un “hueso duro de roer”. Cuando el primer mandatario llegó a Las Vegas, se vio a Laxalt viajar junto con Trump en una limusina partiendo del aeropuerto.

Trump también compartió un breve discurso y participó en una “mesa redonda” con comerciantes en pequeño reunidos en el Hotel South Point Casino con Heller, Laxalt, el Secretario del Trabajo Alex Acosta y un grupo de líderes de negocios de Nevada, incluyendo al presidente de Witkoff Group, Steven Witkoff.

El presidente del South Point, y prominente partidario de Trump, Michael Gaughan, quien duplicó los bonos pagados a sus 2,300 empleados de tiempo completo después de que el año pasado se aprobara la iniciativa de ley de reforma fiscal, está fuera del país y no participó en la mesa redonda.