A 200 años de la independencia de Perú, habitantes de Las Vegas mantienen vivas las tradiciones
Cynthia Suriano, de doce años, irradiaba confianza en sí misma mientras bailaba la Tunantada por primera vez; una danza tradicional peruana con una melodía de instrumentos de viento.
Las dos trenzas de la niña se movían al ritmo de la música mientras cruzaba el escenario girando borlas esponjadas con los colores del arco iris y vestida como Cusqueñita, que representa a las personas de Cuzco, Perú. Algunos de sus familiares bailaban a su lado portando disfraces de personajes.
“Es la primera vez que participo en un baile peruano. Fue muy divertido, un momento muy especial”, dijo Suriano. "En esta familia a nadie le da pena bailar".
El evento del 28 de julio en el Centro Cultural Winchester Dondero en Las Vegas marcó el bicentenario del Día de la Independencia del Perú, una lucha contra España que data de hace 200 años, en 1821, cuando el general argentino José de San Martín derrotó a las potencias españolas restantes.
La Tunantada se originó en la ciudad del valle de Jauja en Perú y consta de varios personajes que bailan en armonía, pero no sincronizados, y que generalmente se presentan en grandes grupos y festivales. La familia de Suriano pudo llevar la tradición de Jauja a una escala más pequeña en el escenario.
Otros familiares y amigos interpretaron bailes tradicionales y homenajes musicales, pero la Tunantada ocupa un lugar especial en su corazón porque sus raíces están en Jauja, explicó Luis Amaya, miembro de la Cámara Peruana de Comercio de Nevada.
El baile satiriza la dinámica entre los colonos españoles y las etnias peruanas durante el período colonial. El vestuario incluye faldas cubiertas con delicada pedrería y bordados en oro y plata, velos de encaje, sombreros con plumas, pañuelos y bastones, y una “segunda cara” – una máscara – que representa a los españoles.
“Estamos transmitiendo nuestra cultura, nuestras raíces, con nuestros bailes”, dijo Arturo Amaya, tío de Suriano", quien en 2012 encabezó la creación de la Cámara Peruana de Comercio de Nevada; que cuenta con más de 30 miembros y aboga por el éxito de unos 100 negocios peruanos.
Los Amaya crecieron participando en los bailes en Perú. Desde que su familia emigró a los EE.UU. hace más de 20 años, han estado tratando de aumentar la presencia de su comunidad, formada por cerca de 5,000 peruanos, de acuerdo con Amaya.
Aunque la familia no tiene un grupo de baile oficial, actúan en eventos para compartir su cultura. Amaya explicó que el compromiso y la participación han disminuido a lo largo de los años debido a que los niños crecen y se mudan.
“Estoy emocionado por mi patria este Día de la Independencia y por esta celebración porque le demuestra a nuestra comunidad que incluso lejos de casa y aunque somos pocos, existimos en Las Vegas”, dijo Luis Amaya. “Y el baile me conecta con mi tierra natal. Lo aprendí de niño mirando bailar a mi padre”.
Suriano y sus primos menores son la esperanza de la familia para que sus tradiciones y cultura se mantengan vivas. Su mamá, Diana Arias, está encantada de que su hija haya mostrado interés en los bailes.
“Ella me dijo: 'Mamá, siempre te he visto bailar, yo también quiero bailar”, comentó Arias. “La danza es parte de ella, está en su sangre. Estoy muy feliz".