En un domingo típico, la campaña del Presidente Joe Biden recluta casi 150 voluntarios entre sus 13 oficinas en Nevada. Pero el 21 de julio no fue un domingo como cualquier otro.

Ese día, cuando Biden se retiró de la carrera presidencial y respaldó a la Vicepresidenta Kamala Harris, más de 600 nevadenses se registraron para ayudarla a ganar en noviembre, informó la campaña.

Decenas de nuevos voluntarios acudieron a eventos de campaña. Votantes que hasta entonces no habían estado comprometidos respondieron a mensajes de texto de la campaña. Voluntarios poco involucrados se comprometieron a hacer más turnos en los equipos telefónicos y de sondeo.

También, en el este de Las Vegas, donde la oficina de campaña se enfocó en votantes latinos — un grupo con el que el Biden ha batallado para establecer una conexión — 12 votantes se presentaron para ofrecerse como voluntarios.

“Ayer fue algo que no habíamos experimentado antes”, afirmó la directora de organización regional de East Las Vegas, Xiomara Alfaro Martinez. "[Eran] ​​personas que nunca habíamos conocido ni con las que habíamos interactuado, pero vinieron y estaban muy emocionados por participar".

A eso se le puede llamar Impulso Harris (Harrismentum), o solamente el entusiasmo que muchos Demócratas sienten ahora por una candidata cuya edad no es un factor de riesgo, ni de agudeza mental, ni representa los bajos números de las encuestas que convencieron a Biden de retirarse de la contienda.

Pero personal de la ahora campaña Harris for Nevada dice que el entusiasmo del domingo inyectó nueva vida a una campaña que había estado perdiendo en las encuestas estatales durante todo el ciclo.

Si bien Nevada es un estado de tendencia partidista indefinida que será clave para Republicanos y Demócratas, el entusiasmo Demócrata por Harris fue generalizado. La vicepresidenta acumuló $81 millones de dólares en las primeras 24 horas de su campaña. Esa es la mayor recaudación en un solo día en la historia electoral — y el 60 por ciento de los donantes hicieron su primera contribución de la jornada.

Shelby Wiltz, directora de la ahora campaña de Harris en Nevada, indicó que estaba "gratamente sorprendida" por la cantidad de voluntarios.

La campaña

Harris todavía tiene mucho trabajo por hacer en Nevada. Los Republicanos se han ido acercando a la posición histórica de los Demócratas, que mantienen una ventaja de votantes registrados.

Si bien la campaña de Trump tendrá que dar un impulso, intentará basar sus ataques a Harris en los mismos temas que determinaron a Biden: la inflación y la frontera. En Nevada, Trump tiene una ventaja promedio en las encuestas de casi 6 puntos.

Pero los Demócratas creen que el entusiasmo y el compromiso que vieron el domingo anticipan un cambio en su suerte política.

"Hay mucha energía", dijo Tracey Lydia, directora de organización regional de la campaña en el norte de Nevada.

De los seis estados en disputa con mayor probabilidad de decidir las elecciones, los márgenes de Trump con frecuencia fueron más altos en Nevada.

Ahora, personal y delegados de Harris creen que la vicepresidenta, la primera mujer afroamericana y asiático-estadounidense en ser nominada por un partido importante, puede activar un grupo demográfico que, según las encuestas, dudaba en optar por Biden: los votantes de color.

"Es divertido ver la emoción", dijo Lydia. “Es algo bueno. Estamos entusiasmados”.