Propuesta en Nevada busca abordar pobreza generacional con cuentas de ahorro infantil
Esta nota fue traducida al español y editada a partir de una versión en inglés.
A través de un programa llamado Baby Bond (bonos para bebés), el Tesorero de Nevada, Zach Conine, quiere abordar las disparidades de la riqueza implementando cuentas de ahorro para cada bebé nacido bajo Medicaid, un programa conjunto federal y estatal que brinda cobertura de salud gratuita o de bajo costo a personas elegibles.
Conine, quien está buscando la reelección en una contienda frente a la Republicana Michelle Fiore, anunció el mes pasado que presentó una solicitud de proyecto de ley para la sesión legislativa del 2023 para establecer el programa Nevada Baby Bond en la tesorería del estado, donde se administran cerca de $49 mil millones de dólares para el estado.
Conine dijo que, de crearse el programa, cuando nazcan los bebés elegibles, el estado invertirá $3,200 en un bono que la tesorería administrará hasta que el infante cumpla 18 años. Luego, los fondos se pueden aplicar para abrir un negocio, educación postsecundaria, la compra de una casa, o en "activos financieros que generan ganancias a largo plazo para los salarios o la riqueza acumulada".
Conine agregó que el Baby Bond eventualmente ahorraría recursos al estado porque menos personas necesitarían servicios sociales financiados por el gobierno federal o estatal, como estampillas de comida, Asistencia Temporal para Familias Necesitadas (TANF) y Medicaid.
Casi el 44 por ciento de los bebés que nacen en Nevada cada año tienen Medicaid, que es uno de los requisitos para calificar al programa.
De acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Nevada, más de 18,000 bebés nacidos en Nevada el año pasado habrían sido elegibles para los bonos financiados por el estado.
Conine señaló que el costo para Nevada sería de unos $42 millones anuales, que probablemente procederán del Fondo de Propiedades no Reclamadas y de la distribución de intereses.
“Es mucho dinero … Pero el impacto en esos niños es tremendo”, dijo. “Deberíamos poder sacar a un alto porcentaje de ellos de la pobreza con un programa como este y otros similares”.
Conine agregó que está en pláticas con partes interesadas como Children's Advocacy Alliance y otras organizaciones enfocadas en el bienestar infantil, la equidad racial y la reducción de la pobreza generacional, mientras se basa en un enfoque nacional de bonos para bebés que el Senador Demócrata de Nueva Jersey, Cory Booker, presentó en 2018.
Según el modelo de Booker, a cada niño estadounidense se le daría una “Cuenta de Oportunidad Estadounidense” con un depósito inicial de $1,000, y cada año, hasta los 18 años, el gobierno federal invertiría más dinero (hasta $2,000 dependiendo del ingreso familiar), mientras acumula cerca de 3 por ciento de interés.
El gasto le costaría a la nación un estimado de $60 billones de dólares al año. La iniciativa tiene 15 copatrocinadores y fue remitida al Comité de Finanzas del Senado de los EE. UU. en febrero, donde ahora se encuentra en pausa.
El Censo 2020 reportó que el 15 por ciento de los nevadenses viven en la pobreza. Cuando la desigualdad de ingresos es alta, o cuando menos personas acumulan riqueza, es menos probable que niños nacidos en familias de bajos ingresos mejoren su situación económica.
“El objetivo aquí es crear un activo que crezca con el tiempo”, dijo Conine. “Para que cuando estos niños tengan una edad en la que comiencen su vida independiente, tengan algunos recursos para tomar diferentes decisiones para tratar de romper ese ciclo de pobreza generacional”.