Esta nota fue traducida al español y editada para brevedad y claridad a partir de una versión en inglés.

La amistad entre el Congresista Demócrata de California Ro Khanna y la Asambleísta de Nevada Selena Torres, dio como resultado una resolución presentada en el Congreso este martes para instar al Presidente Joe Biden a reconocer el papel de los Estados Unidos en la guerra civil de El Salvador, la cual mató a unas 75,000 personas.

Khanna dijo que su abuelo pasó cuatro años en la cárcel junto a Mahatma Gandhi, el líder de un movimiento no violento por la independencia de la India, lo cual le inspiró a defender los derechos humanos.

Junto con otros que huyeron de El Salvador debido a la guerra civil, el padre de la asambleísta dejó dicho país en 1990 cuando era adolescente.

“Al platicar con la Asambleísta Selena Torres sobre El Salvador y las personas que ella conoce y su propia familia, comencé a hablar sobre la importancia de que el Congreso de los Estados Unidos reconociera que Estados Unidos brindó algún apoyo militar al ejército salvadoreño y sus escuadrones de la muerte”, dijo Khanna. “Nunca hemos reconocido formalmente el alcance del papel de los Estados Unidos en la perpetuación de la violencia en El Salvador”.

Las resoluciones no son leyes, sino un pronunciamiento emitido por la Cámara de Representantes o el Senado individualmente para expresar hechos u opiniones acerca de asuntos no legislativos.

La Comisión de la Verdad para El Salvador de las Naciones Unidas concluyó que más del 85 por ciento de las violaciones de derechos humanos, tortura de civiles, mutilaciones, secuestros, ejecuciones y violaciones masivas durante la guerra civil habían sido perpetradas por fuerzas gubernamentales, que incluyeron paramilitares, “escuadrones de la muerte” y unidades del ejército entrenados por los Estados Unidos. La guerra duró de 1979 a 1992.

La resolución también pide a Biden que condene las “atrocidades” cometidas contra civiles, extienda aún más el Estatus de Protección Temporal (TPS) de los salvadoreños, otorgue protecciones a más largo plazo, y un camino hacia la ciudadanía para los beneficiarios.

El TPS, creado en 1990, permite que el Departamento de Seguridad Nacional ofrezca protecciones de deportación temporal y permisos de trabajo a inmigrantes de 15 países que experimentan conflictos que dificultan o hacen inseguro el regreso a su lugar de origen. 

La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios acerca de la resolución.

“Hemos tenido conversaciones dentro de la comunidad. Y es interesante, porque creo que cuando hablas con la mayoría de los salvadoreños se sienten muy frustrados por la falta de disculpas”, dijo Torres, quien representa a un distrito de Las Vegas en la Asamblea. “Y no sé que haya un entendimiento del impacto que tiene esta resolución, pero creo que la presentación será bien recibida, sobre todo porque creo que toma una postura de decir que el pueblo salvadoreño merece tener esta disculpa”.

Los salvadoreños son el segundo grupo latinoamericano más grande en los Estados Unidos, después de los mexicanos, con casi 1.4 millones de inmigrantes.

“Se trata de algo muy personal”, dijo Torres. “Entonces, para nosotros como comunidad, creo que es positivo ver que Estados Unidos se responsabiliza de la violencia que causó y el daño que causó a muchas personas”.

En octubre, la administración Biden y los abogados que representan a cientos de miles de inmigrantes no llegaron a un acuerdo sobre el futuro del TPS, lo que puso en riesgo de deportación a más de 337,000 inmigrantes de El Salvador, Nicaragua, Nepal y Honduras.

Desde entonces, el Departamento de Seguridad Nacional de los EE. UU. ha anunciado que para “continuar cumpliendo con la orden judicial preliminar”, extendió la validez de la documentación de TPS de El Salvador, Haití, Nicaragua, Sudán, Honduras y Nepal hasta el 30 de junio de 2024, a partir de la fecha de vencimiento del 31 de diciembre de 2022.

A pesar de dicha extensión, la resolución hace un llamado a una “reforma migratoria integral”.

La resolución también pide que Biden trabaje a través de entidades no gubernamentales en El Salvador para aumentar inversiones en educación, prevención y rehabilitación de pandillas, creación de empleo y capacitación laboral, y aumentar el apoyo para fortalecer la protección de los derechos humanos.

En el 2022, Estados Unidos otorgó a El Salvador casi $131 millones en asistencia exterior, la mayoría con fines humanitarios, de salud y de crecimiento económico.

Aunque la resolución no tiene copatrocinadores, el siguiente objetivo de Khanna es generar impulso bipartidista para que se apruebe en la Cámara de Representantes.

“Estoy comprometido a hacer esto aunque tome muchos años”, agregó Khanna.

El 16 de enero se cumple el 31er. aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz de Chapultepec que pusieron fin a la guerra civil salvadoreña que duró 12 años.

“Pienso que dará una conclusión a muchos que todavía están traumatizados por la violencia. Y creo que cuando creces siendo hija de un sobreviviente de ese tipo de guerra, ese trauma sí te impacta”, dijo Torres. “Hay tantas personas que han esperado una disculpa durante tanto tiempo. Y creo que hay muchos de ellos que están aquí en los Estados Unidos ahora, pero hay muchos de ellos en El Salvador”.

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