Al principio de la administración del Presidente Donald Trump, los directivos se fijaron una meta de 75 arrestos migratorios diarios en cada una de las 25 oficinas de campo que administra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los EE.UU. (ICE).

Sin embargo, un análisis de datos de arrestos diarios hasta mediados de octubre muestra que varias oficinas de campo (incluyendo la que cubre Nevada) no cumplen con ese objetivo.

La oficina local de Salt Lake City — cuyas operaciones abarcan Nevada, Utah, Montana e Idaho  — no ha realizado más de 53 arrestos en un solo día desde que Trump asumió el cargo a finales de enero, según un análisis de The Nevada Independent sobre datos de ICE publicados recientemente. De hecho, el promedio diario es de 23 aprehensiones, menos de un tercio de la meta inicial de la administración Trump.

Las cifras que publicaron a principios de la semana pasada investigadores del Proyecto de Datos de Deportación, subrayan la dificultad de alcanzar los ambiciosos objetivos de deportación masiva de la administración Trump, a pesar de que se ha invertido una gran cantidad de recursos federales en esfuerzos de control migratorio.

Aun así, los arrestos de ICE en la región han aumentado durante los primeros nueve meses de la administración Trump — el número de arrestos ha crecido más del 150 por ciento en comparación con el mismo período en 2024 bajo el Expresidente Joe Biden.

ICE no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios acerca de si esa agencia está satisfecha con la tasa actual de detenciones.

Más de un tercio de las oficinas de campo de ICE no alcanzaron la meta de 75 arrestos en ningún día de este año calendario hasta mediados de octubre, y el 60 por ciento fallaron en ese objetivo más de tres veces.

En cambio, las altas cifras de arrestos provienen en gran medida de oficinas de campo en el sur y sureste de los EE. UU. Debido a que los datos solo llegan hasta mediados de octubre, dichos números podrían ser un cálculo incorrecto considerando la rápida aceleración de actividades de control migratorio en semanas recientes en áreas como Chicago y Carolina del Norte.

La meta de 75 arrestos diarios surgió cuando presuntamente la administración Trump quería entre 1,200 y 1,500 detenciones migratorias diarias en todo el país. Meses después, la administración aumentó sus objetivos a 3,000 arrestos diarios, lo que confirmó en un relato el alto funcionario Stephen Miller; contradiciendo afirmaciones de la administración en documentos judiciales en cuanto a que no había establecido metas diarias de arrestos migratorios.

Michael Kagan, director de la Clínica de Inmigración de la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV) indicó que las diferencias en el tamaño de la población en las distintas regiones de control de ICE, pueden hacer que cumplir con esas metas de aprehensión sean poco realistas.

Aunque Las Vegas no ha estado sujeta al mismo nivel de inspección que Los Ángeles o Chicago — ciudades autodenominadas santuario donde ICE ha llevado a cabo redadas a gran escala y muy públicas — Kagan dijo que la escala de la aplicación de la ley migratoria en Las Vegas sigue en aumento.

Kagan dijo a The Nevada Independent que es probable que el incremento de más de $30 billones de dólares en financiamiento para la aplicación de leyes de inmigración proveniente del “Gran y Hermoso Proyecto de Ley” intensifique los arrestos migratorios.

Similar a publicaciones anteriores de datos de ICE, las cifras más recientes contradicen las afirmaciones de la administración Trump de que se está enfocando en los peores infractores.

Cerca del 14 por ciento de las personas arrestadas bajo la jurisdicción de la oficina local de Salt Lake City durante el segundo gobierno de Trump no tenían antecedentes penales. 

En Nevada, esa cifra fue de casi el 12.4 por ciento, una disminución de unos 2 puntos porcentuales con respecto a datos publicados en el verano, pero unos cinco puntos porcentuales mayor que en los últimos 16 meses del gobierno de Biden.

La presencia no autorizada en los EE. UU. es un delito civil, no penal.

Por mucho, el delito más común que cometieron personas con condenas criminales registradas y que ICE arrestó, fue de tránsito; seguido por crímenes relacionados con drogas. Casi el 80 por ciento de los casos no fueron crímenes violentos ni sexuales. 

“Los datos de arrestos que tenemos ahora muestran que la gran mayoría no tiene condenas, y quienes las tienen generalmente son por ofensas de tránsito o no violentas”, indicó Kagan. “Las personas de las que a ICE le gusta hacer referencia — personas con delitos violentos o antecedentes penales sexuales — son una pequeña minoría”.