Esta nota fue traducida al español y editada para brevedad y claridad a partir de una versión en inglés.

Mientras los legisladores se preparan para trazar nuevas líneas de distritos electorales y legislativos durante una sesión especial este otoño, The Nevada Independent en Español le presenta esta información para explicar por qué es importante la redistribución de distritos.

Es un proceso sumamente técnico y políticamente tenso que se puede manipular para obtener beneficios políticos mediante lo que se conoce como gerrymandering o el trazo de distritos que dan a un grupo una ventaja injusta en las elecciones.

La redistribución o rediseño de distritos de Nevada generalmente ocurre durante la sesión legislativa estatal de 120 días, pero retrasos en la recopilación de datos del censo — la información demográfica sobre la que se construyen todos los mapas de distrito — causaron que los legisladores no pudieran completar ese proceso de manera habitual.

Se espera que este otoño el Gobernador Steve Sisolak convoque una sesión especial centrada en la redistribución de distritos donde los legisladores completarán el trabajo antes de las elecciones de 2022.

Pero ¿Por qué les debería importar a los nevadenses el rediseño de distritos? Estas son cinco razones:

Afecta si las políticas de los funcionarios electos no reflejan los valores de sus votantes

¿Por qué el grupo de funcionarios electos en un estado no siempre es un buen reflejo de

cómo se ve la población, en términos de raza, género y preferencias políticas?, ¿Por qué la gente de algunos grupos demográficos nunca ha sido electa para ciertos cargos, y por qué algunos grupos tienen poca representación?

La respuesta se remonta al proceso de redistribución de distritos.

En Nevada, los Demócratas controlan 26 asientos en la Asamblea de 42 miembros o el 62 por ciento, y 12 puestos en el Senado de 21 miembros o el 57 por ciento, pero sólo representan cerca del 34 por ciento de los votantes registrados activos en el estado. Los Republicanos constituyen otro 30 por ciento, mientras que los no partidistas y otros partidos políticos no importantes forman el resto.

El efecto acumulativo de la redistribución de distritos afecta si ciertos temas salen a la luz, si las acciones de los legisladores estatales se alejan del centro político, o en el Congreso, donde las líneas distritales ayudan a determinar qué partido mantendrá el control y qué leyes avanzarán.

Afecta la posibilidad de que funcionarios actuales permanezcan en su cargo

Trazar las líneas de distrito de manera favorable para los titulares de un cargo puede garantizar que no se tengan que esforzar tanto para mantener sus asientos.

El proceso también los puede eliminar. ¿Qué pasaría si se rediseñara un distrito de la

Asamblea estatal para excluir el hogar del titular del cargo, dejándolo en un distrito vecino que tal vez no lo elija porque no lo conoce?, ¿O qué tal si sé modifica la forma de un distrito y un candidato en un puesto seguro repentinamente termina en un distrito vulnerable y variante?

Las decisiones sobre dónde trazar los límites pueden tener importantes implicaciones políticas, y cada cambio hace que el futuro de un legislador estatal sea un poco más o menos seguro.

Afecta si los funcionarios electos reflejan el perfil demográfico de sus electores

El proceso de trazo de límites trata de tomar en cuenta lo que se conoce como “comunidades de interés” o grupos de personas que comparten preocupaciones sociales, culturales, raciales, económicas, o geográficas. Idealmente, la redistribución de distritos garantizará que esas comunidades estén representadas de manera significativa en los órganos de gobierno.

Mantener juntos a esos grupos podría permitir que ese poder crezca y facilitar que un líder de ese grupo étnico ascienda al poder.

Otra preocupación es que dividir vecindarios muy integrados entre varios distritos del ayuntamiento de la ciudad podría significar que ningún concejal se sienta responsable de representar las necesidades de esos habitantes.

Afecta qué tanto poder tienen los votantes individuales

El proceso de volver a trazar los límites cada década es para garantizar que la voz y voto de cada persona tengan casi el mismo peso. Trazar distritos menos competitivos puede suprimir la participación si los votantes creen que no tienen poder para efectuar cambios.

Tiene resonancia histórica

La redistribución de distritos es un símbolo poderoso de la lucha por los derechos al voto. Los tribunales a menudo intervienen cuando se alega que los mapas privan de ese derecho a ciertos electores, especialmente a quienes han sido discriminados durante mucho tiempo.

En 2013 la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó en el caso del Condado Shelby contra Holder que ciertos estados o condados con un historial de discriminación contra poblaciones minoritarias ya no necesitaban que el Departamento de Justicia aprobara sus procesos de redistribución de distritos. A algunos activistas les preocupa que, sin ese paso, ciertos procesos discriminatorios de rediseño de distritos procederán sin haberse revisado.