Esta nota fue traducida al español y editada a partir de una versión en inglés.

Reportes acerca de un creciente mercado ilegal de apuestas en máquinas tragamonedas no reguladas en varios estados preocuparon lo suficiente al Director General de Penn Entertainment, Jay Snowden, como para investigar el problema.

Dicha empresa operadora regional de casinos tiene 43 propiedades en 20 estados, incluyendo el M Resort de Henderson. 

Siete de esos locales de juego con licencia están en Pensilvania, una de las áreas citadas en el informe por tener decenas de miles de máquinas de juego sin licencia, según los reguladores estatales de juegos y apuestas.

Snowden envió a miembros de su equipo directivo a comunidades de Pensilvania para que visitaran tiendas, bares y tabernas para investigar las denuncias de juego ilegal.

El funcionario no quedó contento con los hallazgos.

"Tenemos fotos de niños y de familias participando en estos juegos", dijo Snowden a los asistentes a la convención Global Gaming Expo de Las Vegas la semana pasada durante una sesión ejecutiva moderada por la periodista de CNBC, Contessa Brewer.

"Vimos productos de lotería en internet que se supone que son boletos para raspar y que tienen el aspecto, el sonido y la sensación de una máquina (tragamonedas) real que gira", añadió el funcionario.

Snowden también advirtió ante los asistentes a la convención:

"En varios estados donde tenemos operaciones, esto es una catástrofe que se está gestando", dijo Snowden. "Es una cuestión de reputación para nuestra industria".

En abril, la Asociación Americana de Juegos y Apuestas (AGA) le pidió al Departamento de Justicia de los EE.UU. que tomará medidas contra casinos y casas de apuestas deportivas en internet, y máquinas tragamonedas de "juegos de habilidad" no regulados.

El Director General de la AGA, Bill Miller, dijo que la organización comercial redoblará sus esfuerzos.

En su discurso de apertura en la convención, Miller dijo que, el mes que viene, el grupo publicará una nueva investigación que muestra que los estadounidenses apostaron más de $300 billones de dólares al año a través de sitios de internet y máquinas tragamonedas ilegales y no reguladas. 

El ejecutivo agregó que la cifra se traducía en $15 billones de ganancias perdidas para los mercados legales de casinos.

"No se trata de nosotros", dijo Miller. "Se trata del impacto más amplio. El juego ilegal cuesta a las comunidades unos $4 billones en impuestos al año".

Snowden estuvo de acuerdo en que los reguladores y los legisladores deben comprometerse con la industria del juego y las apuestas para derrotar a los operadores ilegales.

"Necesitamos ayuda para poner a esta gente tras las rejas si es necesario", dijo Snowden. "Es un problema real".