Esta nota fue traducida al español y editada para brevedad a partir de una versión en inglés.

Cuando nació el primer hijo de Itzel Fausto, ella no tenía suficiente antigüedad en su trabajo estatal para tomar un permiso de ausencia prolongada, así que improvisó algunas semanas de licencia por enfermedad y tiempo libre anual. De esa forma tuvo cinco semanas para una vinculación afectiva con su hijo — algunas de esas sin goce de sueldo — y después regresó a trabajar.

Ahora, con su nueva bebé Diamond, espera hacer las cosas de manera diferente. Fausto es la primera participante dentro del nuevo programa piloto “Infant to Work” o “Bebés en el Trabajo” de la tesorería, que le permite llevar a su hija a la oficina hasta que la bebé tenga seis meses.

“Cualquier tiempo adicional que pueda tener con la bebé, lo tomaré con mucho gusto porque crecen muy rápido”, dijo Fausto, quien es asistente administrativa en la tesorería; ubicada en el histórico edificio del Capitolio de Nevada en Carson City. “Todos los días, casi, están haciendo algo nuevo que no habían hecho y no te quieres perder esos preciosos momentos”.

La bebé Diamond acompaña en su carreola a su madre cuando van al buzón. La niña se acurruca cerca de su mamá en una cobija mientras Fausto escribe en la computadora, da la bienvenida a quienes hacen recorridos en la tesorería, atiende asuntos de recursos humanos y planea horarios.

“A veces puede ser un reto … hay mucho trabajo”, dijo Fausto acerca de tener en el trabajo a una bebé de 2 meses, y agregó que está “tratando de ser paciente”.

Antes de saber que llevar a Diamond al trabajo era una opción, Fausto estaba estresada por pasar tanto tiempo lejos de su hija. También le preocupaba encontrar una guardería y enfrentar las enfermedades contagiosas que tienden a abundar ahí. 

Además estaba el tema de la lactancia. Si bien los expertos recomiendan meses o incluso años de lactancia materna, Fausto tuvo que acortar ese tiempo con su primer hijo cuando tuvo que regresar al trabajo después de unas pocas semanas.

Pero estar con Diamond todo el día hace posible la lactancia cada pocas horas, incluso si Fausto tiene que hacerlo en el baño o cerrar la puerta de la oficina y pegar un letrero de privacidad porque el Capitolio no tiene una sala de lactancia.

El Tesorero Zach Conine dijo que el programa “Bebés en el Trabajo” busca hacer que trabajar en la tesorería sea atractivo. Pero el funcionario reconoce que es solo una parte para garantizar que los nuevos padres puedan participar en la fuerza laboral.

Los trabajadores estatales no tienen días de licencia pagada por maternidad o paternidad. En lugar de eso deben recurrir al Acta de Licencia Médica Familiar, una ley federal que ofrece hasta 12 semanas de licencia para los nuevos padres, la cual es sin goce de sueldo.

“Creo que debemos seguir trabajando y luchando por más licencias de maternidad y paternidad remuneradas”, dijo Conine. “No solo porque es lo correcto desde … un punto de vista competitivo, sino porque es lo correcto desde una perspectiva moral”.

Conine no está al tanto de ninguna propuesta de ley para brindar licencia parental remunerada a los trabajadores estatales, pero dijo que ha hablado con algunos legisladores sobre cómo cubrir el gasto que eso implique porque “el costo es una gran pieza de ese rompecabezas”.

Por ahora, la presencia de la bebé Diamond es un impulso moral en la oficina del tesorero, que cuenta con cerca de 50 empleados y administra una variedad de programas de becas y ahorros universitarios. El programa “Bebés en el Trabajo” garantiza que miembros del personal, como Fausto, formen parte de esas conversaciones.

“Muchas veces los puntos de vista de las madres jóvenes no se toman en cuenta porque no pueden estar en la fuerza laboral”, dijo Conine. Si la tesorería puede reducir algo del estrés de la transición hacia ser padres, entonces podemos tener a Itzel y su mente y sus metas y su brújula moral en la oficina para ayudarnos al resto a hacer un mejor trabajo”.

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