Consideran investigación ética acerca de Kihuen ante acusación de acoso sexual
Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés que aparece en The Nevada Independent.
Actualización: 12/13/17, 8:30 AM, con declaraciones de Pelosi:
La Líder de la Minoría Demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo este miércoles que cree que el representante Rubén Kihuen "quiere tener una investigación ética y que eso sería apropiado".
Cuando se le preguntó a Pelosi si cree que podría haber una investigación, dijo: "Es curioso, el Comité de Ética. Está en su propio mundo y no comparten ninguna información acerca de fechas o la naturaleza o lo que sea hasta que hacen un anuncio público. Todos nos enteramos al mismo tiempo".
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El Demócrata número dos en la Cámara de Representantes cree que debería haber una investigación ética acerca de Rubén Kihuen, el Congresista Demócrata por Nevada quien presuntamente acosó sexualmente a una empleada de su campaña en el 2016.
En su reunión semanal con reporteros, el Congresista Demócrata Steny Hoyer dijo que el Comité de Ética de la Cámara tiene "el derecho y deberían tomar esto en consideración".
Mientras que algunos, entre ellos la Líder de la Minoría Demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, han pedido la renuncia de Kihuen, los comentarios de Hoyer representan los primeros pronunciamientos públicos de un miembro de la Cámara que habla específicamente de hacer una investigación ética acerca de Kihuen.
"No sé que alguien haya pedido [una investigación de ética]", señaló Hoyer, y agregó que piensa que el comité abordará el asunto independientemente de que otros lo pidan.
"Mi expectativa es que habrá una audiencia de ética", dijo.
"Creo en la transparencia", dijo Kihuen en respuesta a las declaraciones de Hoyer. "Si el Comité de Ética quiere revisarlo, le doy la bienvenida a la oportunidad de limpiar mi nombre".
El martes por la tarde, durante una conferencia de prensa en la que unas 10 mujeres Demócratas de la Cámara de Representantes promocionaron una carta firmada por más de 100 Congresistas Demócratas para que un comité encabezado por Republicanos investigue acusaciones de acoso sexual contra el Presidente Donald Trump, la Demócrata por Michigan Brenda Lawrence, quien es Vicepresidenta del Grupo Demócrata de Mujeres Trabajadoras, dijo que las acciones del partido se han mostrado a favor de una investigación ética acerca de Kihuen.
"Creo que el Partido Demócrata ha sido muy fuerte al decir que debería haber una investigación ética y que han visto acciones del Partido Demócrata de que no estamos huyendo de esto. Estamos unidos y diciendo que la responsabilidad llega hasta la Casa Blanca".
Sus comentarios llegan después de que el Senador de Minnesota, Al Franken, y el Congresista de Michigan, John Conyers, anunciaron que terminarían sus carreras políticas debido a acusaciones de conducta sexual inapropiada. Conyers renunció la semana pasada y Franken anunció planes de renunciar.
Al comparar a Franken con Kihuen, Hoyer reiteró su posición de que Kihuen niega la acusación y que, si se prueba que es verdadera, el Demócrata de Nevada debería renunciar.
"El Senador Franken consideró que para él era apropiado renunciar", dijo Hoyer y agregó que la renuncia del legislador se produjo a pesar de acusaciones por acoso provenientes de más de una docena de mujeres contra el Presidente Trump, así como el apoyo del primer mandatario al candidato Republicano al Senado de Alabama, Roy Moore, acusado por al menos cinco mujeres que afirman que actuó de manera inapropiada con ellas, algunas cuando eran adolescentes.
"Entiendo lo que dice Franken", continuó Hoyer. "El señor Kihuen ha dicho que no hizo... de lo que presuntamente se le acusa. He dicho que debe haber un proceso que se tiene que llevar a cabo de forma rápida y transparente para resolver ese problema. Y, de hecho, si se prueba que las acusaciones son ciertas, dije que debía renunciar".
Una investigación del Comité de Ética de la Cámara se podría llevar meses porque no hay un límite de tiempo y requeriría que un miembro presente una queja contra él ante el comité, según la Oficina de Ética del Congreso (Office of Congressional Ethics, OCE por su nombre y siglas en inglés).
El tema también podría ser manejado por OCE, una oficina independiente y no partidista gobernada por una junta de ciudadanos privados que investigan las denuncias de conducta inapropiada cometida por miembros, funcionarios y empleados de la Cámara. Sin embargo, OCE no tiene poder de citación y no puede imponer sanciones, lo que se deja a cargo del comité.
Bajo el proceso de OCE, la revisión preliminar puede tomar hasta 30 días, en los que el personal investiga si se ha producido un incumplimiento, según su sitio web.
"El personal no partidista de la OCE obtiene evidencia y testimonio a través de entrevistas y solicitudes de documentos", de acuerdo con OCE. "Toda la evidencia que se recibe y las entrevistas que realiza el personal de la OCE están sujetas al Acta de Declaraciones Falsas, que establece sanciones penales cuando los testigos falsifican evidencia o hacen declaraciones falsas durante una investigación del gobierno federal".
La segunda fase puede durar hasta 45 días, y la mesa directiva tiene la autoridad de extenderla por 14 días más. Al final de cualquier segunda fase, la junta recomienda al comité que el asunto o requiere una revisión adicional del comité, o que debe descartar el asunto.
A veces las dos partes no llegan a un acuerdo. La semana pasada, el comité abrió una investigación contra el republicano de Texas Blake Farenthold por acusaciones de que acosó sexualmente a una asistente y luego tomó represalias en su contra. La investigación tuvo lugar luego de que la OCE decidiera que el caso de Farenthold no justificaba una revisión posterior.
El legislador federal de Nevada que más recientemente ha enfrentado acusaciones éticas fue el Senador Republicano John Ensign, quien renunció mientras el Comité de Ética del Senado lo estaba investigando.
Ensign tuvo una aventura con una asistente de campaña quien era esposa de Doug Hampton, en ese momento amigo y parte del equipo del Senador. Ensign, a través de su familia, le pagó $96,000 a Hampton y le consiguió un trabajo de gestor. Ensign también presionó a los donantes y asociados para contratar al cabildero. Fue absuelto de cargos federales y abandonó el Senado mientras la investigación ética estaba cobrando fuerza.