Desde hace mucho tiempo Santa Claus ha considerado al Polo Norte como su hogar.

Pero 24 horas de oscuridad y temperaturas bajo cero no son las más propicias para fabricar juguetes. Su fuerza laboral, incluyendo los renos, está envejeciendo, y en una era de avances tecnológicos y envíos rápidos, el Polo Norte no es necesariamente un centro de transporte.

Si Santa Claus alguna vez quisiera mudarse, Nevada, con su considerable población de alces, acceso a fuentes de energía renovable y un entorno fiscal favorable para los negocios, es un fuerte contendiente — especialmente Las Vegas, que algunos consideran el epicentro de la "economía de la diversión".

Aunque no pudimos comunicarnos con Santa Claus para preguntarle si consideraría mudarse al Estado de Plata, The Nevada Independent habló con funcionarios estatales y expertos que argumentaron por qué San Nicolás debería considerar a Nevada como su próximo hogar.

¿Renos o cohetes?

Las regiones polares de la Tierra se están calentando al menos el doble de rápido que el resto del planeta, y el derretimiento de las capas de hielo podría significar retos logísticos para Santa Claus si no reubica su centro de operaciones, según Nathan Chellman, profesor asistente de investigación en el Desert Research Institute.

Si las temperaturas siguen aumentando, la salida anual de Santa en Nochebuena "desde el Polo Norte con su trineo podría ser difícil", dijo Chellman.

Santa Claus podría llevar cargas más livianas, dijo Chellman, o hacer que sus duendes empujen su trineo para ayudarlo a despegar.

Chellman recomienda que Santa considere preparar su trineo colocando un parabrisas y un techo — después de todo, nadie quiere un regalo mojado.

¿Rodolfo, el … alce con nariz roja?

Despegar en condiciones de aguanieve no es nada fácil para los viejos renos de Santa Claus, pero la próspera población de alces de Nevada — más de 13,000 — podría ayudar fácilmente, según Cody McKee, coordinador estatal de alces y ciervos.

"Creo que los alces son el sustituto óptimo de los renos", dijo el experto, destacando la personalidad sociable de esos animales.

McKee agregó que Santa tendría que conseguir algunos permisos para capturar y liberar a su equipo de trineo temporal y que habría preocupación de que contrajeran enfermedades de otros animales con los que se topen en la víspera de Navidad.

Ayudando a Santa Claus a ser ecológico

Vivir en Nevada también podría hacer que el taller de Santa sea más ecológico.

Muchas comunidades árticas dependen del combustible diésel importado para generar electricidad, lo que ocasiona precios de energía volátiles y caros.

Con días de invierno largos y oscuros — no hay luz solar en el Polo Norte de octubre a marzo — se necesitaría mucho diésel para abastecer el taller de Santa. Pero al mudarse a Nevada, él podría aprovechar los excepcionales recursos renovables del estado, afirmó Jesse Murray, vicepresidente sénior de suministro de energía de NV Energy.

La empresa de servicios públicos cuenta con varios gigavatios de recursos solares en funcionamiento, y la energía geotérmica también podría alimentar el taller de Santa. Los nevadenses figuran entre los estadounidenses que pagan los costos de electricidad más bajos del país, ayudando a Santa a ahorrar dinero.

La eficiencia importa

Santa Claus no solo ahorraría en fuentes de energía al mudarse a Nevada — también se beneficiaría del entorno fiscal favorable para los negocios y la ubicación estratégica del estado, explicó Melanie Sheldon, directora sénior de desarrollo empresarial de la Oficina del Gobernador para el Desarrollo Económico (GOED).

El taller de Santa podría reunir los requisitos para importantes reducciones de impuestos; con los ahorros, podría reinvertir en investigación y desarrollo de trineos e innovación de juguetes, dijo Sheldon, quien agregó que las reducciones fiscales también le permitirían invertir más en los salarios de sus elfos.

“La eficiencia importa cuando se entregan billones de regalos durante la noche, y Nevada es un lugar estratégico para la logística en el hemisferio occidental”, indicó Sheldon. “El Polo Norte es encantador, pero Nevada es un lugar de élite en cuanto a operaciones se refiere ... No suele nevar lo suficiente como para cerrar las actividades”.

Santa, el embajador de la economía de la diversión

¿Qué lugar de Nevada sería el lugar ideal para el taller de Santa Claus?

Su centro de operaciones sería lo suficientemente grande como para tener varias ubicaciones en todo el estado, comentó Tiffany Banks, directora ejecutiva de Nevada REALTORS.

Otros sostienen que Las Vegas es la clara ganadora.

La innovación constante en la ciudad atrae la atención de decenas de millones de visitantes cada año, comentó Bo Bernhard, profesor de la Universidad de Nevada, Las Vegas o UNLV y ex director del International Gaming Institute — es un lugar ideal para que Santa tenga más ideas para nuevos regalos y experiencias.

La ciudad es el epicentro de la “economía de la diversión”, de acuerdo con Bernhard, y Santa es el máximo embajador de ese rubro.

Si la meta de Santa Claus es maximizar la alegría, ofrecer experiencias es la mejor opción, y con una creciente clase media a nivel global Santa podría aprovechar las experiencias innovadoras que ofrece Las Vegas.

“En un mundo donde muchos buscamos un escape, Las Vegas es una maestra del escapismo y de crear juguetes que lo consiguen”, dijo Bernhard. “Esta es la capital de la economía de la diversión. ¿Qué mejor lugar para él?”.

Y como minorista por excelencia, Santa se beneficiaría de las crecientes industrias de almacenamiento y fabricación del estado, según el presidente de la Asociación de Minoristas de Nevada, Bryan Wachter.

Al final del día, Las Vegas se destaca como una clara ganadora por una simple razón: 

“Santa merece el esplendor de Las Vegas”, dijo Wachter.