Entre recuerdos de guerra y bondad, veteranos de Reno reflexionan acerca del Día de Acción de Gracias
Durante la comida anual de Acción de Gracias de los Veteranos Discapacitados de Reno (DAV) a finales de la semana pasada, representantes de esa comunidad se unieron para dar gracias por sus familias, salud, país; y recordar las temporadas festivas en el extranjero, en las que estuvieron ausentes de las tradiciones estadounidenses.
Para las 11 a.m. unos 20 veteranos estaban listos para entrar a la Iglesia de Dios Voz en la Naturaleza para su comida de Acción de Gracias, con muchos más que fueron llegando durante el día.
Vistiendo chalecos y gorros adornados con sus insignias de servicio, los veteranos platicaban entre sí recordando y honrando sus sacrificios individuales y el tiempo que prestaron sus servicios en el ejército.
Ed Leffler, piloto e instructor de vuelo originario de Hawthorne, Nevada, recordó cuando estuvo en Vietnam para el Día de Acción de Gracias en 1966:
“No cenamos pavo”, dijo.
Lo habían mandado a Tokyo bajo órdenes de “descanso y recuperación”, una política del ejército que otorga días de “vacaciones” a los soldados entre su servicio militar.
Cuando regresó a Vietnam, se enteró que después de que se fue, habían disparado y matado al equipo de helicóptero con el que estaba trabajando.
“Así que esta temporada del año es un aniversario triste para mí, pero trato de mantener mi ánimo, y me gusta venir a la iglesia porque los veteranos, si son exitosos o si han tenido tiempos difíciles, son mi gente”, dijo Leffler. “Son mi gente; son mis camaradas”.
Leffler dijo que tiene mucho por que estar agradecido, incluyendo el cuarto año de sobriedad de su hija quien había sido adicta a la heroína, su propia salud; a la luz de todos los amigos a quienes ha sobrevivido, y la Oficina de Asuntos para Veteranos de Reno.
Chris Wahle, quien prestó sus servicios por más de 20 años en la Marina y la Guardia Nacional de Nuevo México, dijo que recuerda sus días en el extranjero sin las etapas distintivas de haber estado en casa en los Estados Unidos para las fiestas decembrinas, por lo que está agradecido de estar de regreso.
“No podría pedir estar en un mejor lugar, agradecido por mis hijos y que están bien”, dijo Wahle. “Estoy agradecido por el país que tenemos”.
Durante esta época del año, el veterano de la Guerra del Golfo Pérsico, Jerry Darlington, recuerda el poder de la bondad proveniente de personas desconocidas .
Cuando prestaba sus servicios en esa zona, una limusina lo llevó a la Sede diplomática de Arabia Saudita en Riyadh, donde una pareja británico-estadounidense le dio la bienvenida dentro de su casa para la cena del Día de Acción de Gracias.
“Conforme los iba conociendo, [me dijeron que] vivieron en Kuwait y estuvieron fuera del país durante la invasión, pero lo perdieron todo”, dijo Darlington. “Perdieron sus casas, perdieron sus autos, su sustento”.
Sus ojos se llenan de lágrimas y su voz se quiebra cuando se acuerda de la pareja.
“Y ahí estaban con sus amplias sonrisas, abriendo su hogar a alguien que nunca antes habían conocido y verdaderamente siendo agradecidos”, dijo. “Es fácil estar agradecido cuando todo está bien, pero sea agradecido cuando las cosas van mal”.
¿Y en cuanto a por qué Darlington actualmente está agradecido?
“La experiencia humana”, dijo. “Buena, mala o fea. Es asombrosa. Creo que es única en el universo.”
Jon Yuspa, fundador y Presidente de Honor Flight Nevada, dijo que en el evento de este año, esa organización sin fines de lucro, junto con la DAV de Reno, sirvieron comidas para cerca de 125 veteranos.
Unos 30 voluntarios ayudaron a preparar la comida, servirla y pasar tiempo con los veteranos que asistieron, incluyendo representantes de cuatro hospicios y el Centro para Veteranos del Colegio Comunitario Truckee Meadows, el cual brinda ayuda a veteranos o personal de servicio activo.