Demanda señala que la policía de Las Vegas fomentó el uso de fuerza excesiva contra manifestantes anti-ICE

Seis minutos después de que el oficial de la Policía Metropolitana de Las Vegas, Mark Eshe, llegó a una protesta contra el ICE el 11 de junio, disparó 20 balas pimienta contra la multitud, según una demanda presentada el miércoles. Menos de 10 minutos después, había disparado 37 balas más.
Eshe descargó un total de 157 balas en menos de una hora y media, “aterrorizando” a los manifestantes en “represalia” por sus acciones, según la demanda presentada en el Tribunal de Distrito del Condado de Clark a nombre de Emanuel Beltran, un residente del Condado de Clark que acusa que fue arrestado injustamente y que el uso excesivo de la fuerza violó sus derechos civiles.
La demanda es la respuesta más reciente a la conducta cuestionable de agentes de policía en una protesta este verano contra las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE son sus siglas en inglés). Se realizaron casi 100 arrestos, según un comunicado de la alcaldesa Shelley Berkley, aunque el ayuntamiento no presentó cargos contra la mayoría de los manifestantes detenidos en la protesta.
En el momento del suceso, la policía había advertido que utilizaría gases lacrimógenos y balas no letales contra los manifestantes reunidos después de que se dio la orden de dispersarse alrededor de las 9:30 p.m., aunque críticos han dicho que la instrucción no fue “audible para todos”.
Las políticas de protesta de Metro estipulan que los agentes solo se centrarán en personas que representen una amenaza. El uso de irritantes en aerosol únicamente se utilizará bajo la dirección del supervisor y después de que se haya dado una advertencia clara, según establecen las políticas.
Metro sostuvo que no hace comentarios sobre litigios pendientes y no aclaró si Eshe todavía estaba empleado como oficial o cuál es el protocolo para los agentes que violan las políticas de protesta del departamento.
Metro ha defendido su respuesta a la protesta, donde cuatro agentes de Metro resultaron heridos. La policía expuso que los manifestantes les lanzaron botellas y piedras. En octubre, el departamento presentó una solicitud para volver a mostrar pruebas relacionadas con la detención de manifestantes después de que el gobierno local retiró la mayoría de los cargos.
"Mis policías son expertos en lidiar con estas cosas", expresó el sheriff del Condado de Clark, Kevin McMahill, a 8 News Now este octubre con respecto a las protestas. “No llevamos a la gente a la cárcel de inmediato hasta que mis hombres y mujeres estén allí y logremos hacer una advertencia legalmente porque alguien les ha lanzado una piedra, una botella con agresión, botellas de agua congeladas, lo que sea, a mis policías, y ahora nos están golpeando físicamente”.
La demanda indica que los agentes incitaban al uso de la fuerza contra los manifestantes, y que un teniente le dio a Eshe un "abrazo de felicitación" al final de la noche. Un agente del SWAT también supuestamente le comentó a Eshe que "se divirtiera" mientras recargaba su pistola de gas pimienta durante la protesta.
Cuando Beltran le preguntó a un agente si lo estaban arrestando, este respondió que "todos" estaban siendo detenidos. Otro agente, Jacob Castile, narró que los manifestantes estaban siendo arrestados por sostener una reunión ilegal.
"¿Qué esperabas de verdad, hermano? Estamos en la capital mundial del entretenimiento", respondió Castile a Beltran, de acuerdo con la demanda.
Las denuncias hacen eco de quejas en otras demandas pendientes. Una queja independiente, presentada a nombre de Kathleen Cavalaro, arguye que se violaron los derechos de Cavalaro amparados por la Primera Enmienda durante la protesta mediante un arresto injusto y uso excesivo de la fuerza. Tras intentar dispersarse, siguiendo las órdenes de un agente, los oficiales comenzaron a dispararle por la espalda con una lluvia de balas pimienta y fue arrestada por alterar el orden público.
Aunque un tribunal ordenó la liberación de Cavalaro, las autoridades de Las Vegas la retuvieron nueve horas más mientras "un oficial de la cárcel pronunciaba un sermón religioso reprendiendo su activismo en nombre de Jesús, amenazándola con 'cadena perpetua' si protestaba nuevamente", describe la demanda de Cavalaro.
Cavalaro y Beltran exponen que sus derechos civiles fueron violados durante y después de la protesta. El abogado de Cavalaro afirma que un agente falsificó la hora y el lugar en su reporte de arresto para que se encontrara en la zona donde se anunciaron las órdenes de dispersión.

