“El tiempo no cura”: A cinco años del 1 de octubre, el duelo sigue vivo para familias de víctimas

Esta nota fue traducida al español y editada a partir de una versión en inglés.
Roberto Ramirez es un californiano cuya hija, Melissa Ramirez, de 27 años, y a quien le gustaba la música country, fue asesinada en la masacre del festival Route 91 Harvest el 1 de octubre de 2017 en Las Vegas.
Cinco años después del tiroteo que dejó 60 muertos y a cientos más heridos, Ramírez dice que la terapia “no ayuda” a sanar la herida por haber perdido a su hija, quien había viajado desde California para asistir al concierto.
“El tiempo no cura”, dijo, resaltando que había conocido a más de otras 20 familias que perdieron a un ser querido durante el tiroteo. “Es el tiempo con otras familias, ahí es cuando comienzas a sanar”.

Ramírez y su esposa, junto con cerca de otros 40 asistentes, se reunieron esta semana en el Jardín Las Vegas Storytelling para la inauguración de una escultura en forma de árbol para conmemorar el quinto aniversario del tiroteo masivo más mortífero de los EE.UU.
Ese fue uno de los varios eventos que se realizaron en todo el valle de Las Vegas esta semana. Cincuenta y ocho personas murieron en las repercusiones inmediatas y otras dos personas fallecieron después a causa de sus heridas.
“Queríamos hacer algo para ayudar en ese proceso de sanación”, dijo Alicia Mierke, una de las dos diseñadoras de la escultura quien estuvo en el concierto esa noche. “El árbol de en medio es nuestro '58 Ángeles'. Esa es la solidez inquebrantable que nos ha unido a todos”.

Sanando y creciendo
El jueves por la mañana funcionarios de la ciudad y las artistas develaron una escultura de acero inoxidable de casi $40,000 dólares y 10 pies de altura, llamada "Vuelo de sanación". La pieza está al norte del Jardín Las Vegas Community Healing.
Mierke y Sue Ann Cornwell diseñaron la escultura e incluyeron simbolismos como el color rojo para el amor y la familia, y hierba verde que representa el crecimiento individual después de la tragedia.
Ambas artistas estuvieron en el concierto Route 91, y fue hasta el año pasado que vieron una foto que mostraba que estuvieron a 10 pies la una de la otra durante dicho evento. Ahora, dice Cornwell, hacen todo juntas.

“Todavía lo busco”
Familias, policía, y funcionarios electos se reunieron a las 7 a. m. del sábado en el anfiteatro del centro de gobierno del Condado Clark para compartir recuerdos acerca de los fallecidos. Oficiales del Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas se pararon en el césped mientras funcionarios electos, incluyendo el Fiscal General Aaron Ford, el Gobernador Steve Sisolak, el Alguacil del Condado Clark Joe Lombardo y la Congresista Demócrata por Nevada Susie Lee se sentaron en el escenario.
En su discurso, Angela McIldoon, madre de Jordan McIldoon, víctima de 23 años, solicitó que el monumento permanente incluyera una bandera canadiense.
Ella dijo que su hijo, quien portaba un atuendo con la bandera canadiense, amaba Las Vegas y es uno de los cuatro canadienses asesinados esa noche.
“Todavía lo busco”, dijo McIldoon. “Y a veces lo veo con la barba roja desaliñada de un hombre joven … Busco sus brillantes ojos azules y la forma de su barbilla y su gran sonrisa. Nunca es él, pero nunca lo voy a dejar de buscar y anhelar que regrese a casa”.
Cornwell dijo que depende de los sobrevivientes y las familias de las víctimas mantener elevado el amor y el cuidado por la humanidad después de soportar tal violencia y muerte la noche del tiroteo.
“Salimos de allí”, dijo Cornwell. “Y es nuestro deber vivir mejor por aquellos que no pueden”.


