Los aceleradores de disparos mejor conocidos como “bump stocks” — dispositivos de modificación de armas de fuego que permiten que los rifles semiautomáticos disparen más rápido y que se utilizaron con efectos devastadores en el tiroteo del 1 de octubre en Las Vegas — ahora son legales nuevamente después de un fallo de la Corte Suprema que fue emitido el viernes.

En 2017, un hombre armado abrió fuego desde el Mandalay Bay contra el público reunido en el Route 91 Harvest Festival de música country.

Sesenta personas murieron y más de 850 resultaron heridas. Aun siendo el tiroteo masivo más mortífero en la historia de los Estados Unidos, el individuo armado disparó más de 1,000 balas contra la multitud de asistentes al concierto en un lapso de 10 minutos porque usó “bump stocks”, un dispositivo que permite que un arma dispare a casi la velocidad de una ametralladora automática.

El producto hace posible que el arma "choque" entre el hombro y el dedo en el gatillo, aprovechando el retroceso del arma para hacer un disparo rápido sin convertir técnicamente una pistola en un arma de fuego completamente automática, cuya posesión o compra es ilegal. El tirador tenía “bump stocks” en 12 de sus armas, lo que hizo posible que disparara alrededor de 90 tiros en 10 segundos en un momento dado.

A raíz del tiroteo, la administración de Donald Trump emitió una norma que prohibió los “bump stuck” bajo una ley preexistente que impide a los estadounidenses poseer o transferir ametralladoras. El Departamento de Justicia de Trump y el presidente Joe Biden han argumentado que un “bump stock” transforma ilegalmente un arma legal en un arma semiautomática.

Pero en un fallo de 6-3 del viernes, la Corte Suprema anuló la prohibición administrativa, poniéndose del lado de un acusado que entregó sus “bump stocks” a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF son sus siglas en inglés) después de que la prohibición entró en vigor y luego demandó de inmediato. El caso no se argumentó en base a la Segunda Enmienda, sino más bien sobre el margen que se les da a las agencias ejecutivas para interpretar las leyes aprobadas por el Congreso.

Considerando la mayoría — que incluyó a seis jueces designados por presidentes Republicanos — el juez Clarence Thomas se centró en la mecánica del uso de los “bump stocks”, argumentando que cada disparo requiere un apretón individual del gatillo, por lo que este tipo de dispositivo no puede clasificarse como una ametralladora.

“Un ‘bump stock’ no convierte un rifle semiautomático en una ametralladora, como tampoco lo hace un tirador con un dedo en un gatillo ultrarrápido”, anotó Thomas.

Los tres jueces liberales discreparon. Fundamentándose en la minoría, la jueza Sonia Sotomayor escribió una respuesta abrasadora, diciendo que la opinión mayoritaria claramente hizo caso omiso de la definición del Congreso de lo que es una ametralladora.

“Cuando veo un ave que camina como un pato, nada como un pato y grazna como un pato, a esa ave la llamo pato”, lapidó Sotomayor.

El ángulo de Nevada

Durante la sesión ordinaria de 2019 la legislatura de Nevada prohibió tener, poseer, transferir o vender un “bump stock”.

La decisión de la Corte Suprema hace que la prohibición federal sea inaplicable, no obstante a nivel estatal en Nevada seguirá vigente. Sin embargo, la presión por una norma federal se deriva del hecho de que, como en el tiroteo de Las Vegas, los gatilleros pueden adquirir legalmente armas y dispositivos en otros estados con menos regulación.

Con ese fin, la Representante Dina Titus (D-NV) presentó un proyecto de ley para prohibir los “bump stocks” a nivel federal en cada sesión del Congreso desde 2017. En una entrevista, Titus afirmó que presionó al Congreso para que actuara porque consideró que la ordenanza de la era Trump sería revocada.

Encuestas realizadas después del ataque de 2017 revelaron que el 82 por ciento de los estadounidenses apoyan la prohibición de “bump stocks”.

“Creo que veremos mucho apoyo en la comunidad para inspirar a algunas de estas personas que están en contiendas difíciles a unirse”, concluyó.