¿Por qué estudiantes de Nevada faltan a la escuela de manera crónica? Reporte ofrece respuestas.

Esta nota fue traducida al español y editada a partir de una versión en inglés.
Un nuevo reporte del Centro Guinn para Prioridades de Políticas Públicas encontró que estudiantes que enfrentan acoso escolar y aquellos con discapacidades de aprendizaje tienen más probabilidad de faltar a la escuela en comparación con sus compañeros.
Los hallazgos son parte de una serie reciente de estudios del Centro Guinn, una organización no partidista que examina el ausentismo crónico y los esfuerzos en el estado para abordarlo.
Se considera que los estudiantes faltan crónicamente a clases cuando pierden el 10 por ciento o más del año escolar (aproximadamente 18 días durante un año escolar típico de 180 días), ya sea que la falta sea justificada o injustificada.
Se calcula que el 23 por ciento de los estudiantes a nivel nacional tuvieron ausencias crónicas durante el año escolar 2023-24, un aumento del 8 por ciento con respecto al año escolar anterior a la pandemia.
La tasa de faltas crónicas de Nevada para el año escolar 2023-24 — de casi el 26 por ciento — fue ligeramente superior al promedio nacional.
Anna Colquitt, directora de políticas educativas del centro, señaló el tema se debe abordar, ya que el estado exige un mejor rendimiento escolar.
“Si una cuarta parte de nuestros estudiantes faltan crónicamente, pensar que vamos a seguir aumentando nuestros índices de rendimiento se ve muy difícil”, dijo.
Se considera que los diagnósticos de salud mental y otras dificultades son las “principales causas del ausentismo”, y pueden llevar a que los estudiantes sientan que la escuela es demasiado o que no vale la pena asistir.
Lo anterior incluye a alumnos que enfrentan acoso escolar, algo que reportaron 26,000 estudiantes de secundaria en Nevada en 2023. El reporte reveló que el porcentaje de alumnos que faltan a la escuela debido a esa causa aumentó del 7 al 13 por ciento entre 2013 y 2023.
El informe también señaló que los alumnos con discapacidad tienen un 36 por ciento más de probabilidades de faltar a clases de manera crónica en comparación con sus compañeros sin discapacidad.
El reporte indica que lo anterior se podría deber a que dichos estudiantes son más propensos a tener depresión o ansiedad, o a experimentar frustración al compararse con sus compañeros. Tener una condición no diagnosticada puede empeorar esos sentimientos.
Los alumnos con discapacidades físicas también tienen experiencias similares.
“El aspecto de la salud mental afecta tanto la capacidad de los estudiantes para asistir a la escuela como su deseo de hacerlo, por lo que está vinculado en gran medida con el ausentismo crónico”, dijo Colquitt.
Este año, legisladores estatales aprobaron el proyecto SB165, que, según defensores, impulsará la fuerza laboral especializada en salud mental infantil en Nevada.
Dicha iniciativa establece regulaciones y oportunidades de licencia para profesionales de la salud conductual y el bienestar. Estos proveedores están capacitados para identificar señales tempranas de trastornos de salud mental, trauma y angustia emocional, y pueden ofrecer a niños y familias estrategias para mitigar esos problemas.
El proyecto también proporciona un total de $3.2 millones de dólares en fondos para crear nuevos programas en la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV), la Universidad de Nevada, Reno (UNR) y el Colegio Great Basin para estudiantes que buscan carreras en salud conductual infantil y ofrecerles becas.
La iniciativa establece el primer programa de pasantías de Nevada acreditado por la Asociación Estadounidense de Psicología para estudiantes de UNLV interesados en psicología infantil, y asigna otros $3.2 millones al Sistema de Educación Superior de Nevada para establecer el programa y ofrecer becas.
“Nevada podrá crear y conservar psicólogos infantiles en lugar de que se vayan a otros estados”, afirmó la Alianza para la Defensa de los Niños de Nevada en su informe legislativo 2025.