Programa escolar aviva amor de los estudiantes por las artes culinarias
Esta nota fue traducida al español y editada a partir de una versión en inglés.
Los estudiantes de artes culinarias de la Southeast Career Technical Academy (SECTA) se movían por la cocina mientras se preparaban para la hora pico del almuerzo en The Whitney, el restaurante de su escuela.
Aunque se encuentra en un entorno escolar, el restaurante que dirigen alumnos de tercer y cuarto año del programa es como cualquier otro.
El menú, que se rota periódicamente, está elaborado desde cero por los estudiantes de cocina. Los precios varían desde $1.50 dólares por una taza de sopa, hasta $8 por un plato principal. Los clientes pueden reservar una mesa en el comedor, que tiene grandes ventanales con vistas al Strip o franja de casinos de Las Vegas.
El restaurante está abierto la mayoría de los martes a viernes de 10 a.m. a 12 p.m. para estudiantes y personal de la escuela y el público. Al lado se encuentra la cafetería de la escuela, que también administran los estudiantes.
“Todo lo hacen ellos para que cuando se gradúen, ya hayan trabajado en un restaurante durante dos años y puedan hacer una transición sin problemas a un empleo bien remunerado aquí en Las Vegas”, dijo el instructor de artes culinarias, el Chef John Schlothauer.
SECTA es una de las nueve academias profesionales y técnicas (CTA) del Distrito Escolar del Condado Clark, incluida una, South CTA, que abrirá el próximo año escolar.
Las academias ofrecen un plan de estudios especializado en campos como manufactura e ingeniería que preparan a los estudiantes para carreras en esas industrias.
Los programas atrajeron la atención del Gobernador Demócrata de Colorado, Jared Polis, quien es presidente de la Iniciativa Let’s Get Ready de la Asociación Nacional de Gobernadores, cuya meta es impulsar la educación para los grados escolares K-12.
El jueves pasado, Polis recorrió los programas culinarios, de manufactura avanzada, tecnología de la construcción y cosmetología de SECTA durante el taller regional de la asociación en Las Vegas.
Al igual que el restaurante, el programa de cosmetología también recibe clientes de dentro y fuera de la escuela para que los estudiantes puedan adquirir experiencia en el mundo real.
Si bien Polis dijo que los puntajes de las pruebas son importantes, quiere que los estados avancen hacia la medición de la preparación profesional de los estudiantes, un área en la que cree que a Nevada le está yendo bien.
“Ofrecer este tipo de oportunidades laborales y de capacitación a los niños es de gran importancia tanto para que las personas se puedan ganar bien la vida, como para que la economía en su conjunto pueda garantizar que tengamos a personas con las habilidades que necesitamos para impulsar nuestro crecimiento”, dijo Polis.
Schlothauer dijo que los graduados del programa culinario de SECTA han ido a trabajar a restaurantes locales dentro y fuera del Strip. Eso incluye a uno de los graduados de 2024 que recientemente consiguió un trabajo en Joël Robuchon, un restaurante francés dentro del MGM Grand que tiene tres estrellas Michelin que reconocen la excelencia culinaria.
“Ella nunca fue a la escuela de cocina. Simplemente pasó por nuestro programa y superó a muchos postulantes para conseguir ese trabajo”, dijo Schlothauer.
Melanie Leon, estudiante de último año, dijo que se inscribió en SECTA porque siempre le gustó cocinar en casa para su familia y amigos y quería aprender a ser cocinera privada.
León agregó que el programa le ha enseñado a trabajar en equipo, lo cual es importante en la industria culinaria. También le gusta trabajar en la parte delantera del restaurante como mesera.
Pero ella dijo que eso puede ser estresante, como pasa en un restaurante real.
Después de graduarse, Leon planea estudiar negocios en la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV) y usar lo que aprendió para conseguir un trabajo en un restaurante y poder ahorrar para abrir su propia panadería algún día.
Independientemente del camino profesional que tomen los estudiantes, Schlothauer dijo que espera que se gradúen del programa con una sólida ética de trabajo que los ayude a conseguir empleos y sobresalir en el campo culinario y más allá.
“Creo que nada reemplaza el trabajo duro”, dijo Schlothauer. “Prefiero tener 100 trabajadores esforzados que 100 holgazanes con talento”.
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