Qué sabemos sobre la xilacina, la “droga zombi” y cómo revertir una posible sobredosis
Nota de la editora: Esta nota fue publicada por Factchequeado y es parte de la colaboración entre ese sitio de internet y The Nevada Independent en Español.
Si sólo tienes unos segundos, lee estas líneas:
- La xilacina, conocida en las calles como tranq o “droga zombie”, es un sedante veterinario que suele combinarse con opioides como el fentanilo.
- Las muertes mensuales en Estados Unidos por sobredosis de xilacina con fentanilo aumentaron un 276% entre 2019 y 2022, según un informe de los CDC.
- Si se cree que alguien está sufriendo una sobredosis, es importante llamar al 911 de inmediato y administrarle naloxona, un medicamento que bloquea los efectos de los opioides.
A través del WhatsApp de Factchequeado (+1-6468736087) nos preguntan por la xilacina, también conocida como tranq o “la droga zombi”. Se trata de un sedante veterinario no opioide que se ha vinculado con una cantidad creciente de muertes por sobredosis en Estados Unidos en los últimos años, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés). Te explicamos todo lo que sabemos sobre este sedante, sobre el que circulan múltiples contenidos en redes sociales.
La xilacina suele combinarse con otras drogas como el fentanilo
La xilacina es un depresor del sistema nervioso central que puede causar somnolencia y amnesia y reducir el ritmo respiratorio, el ritmo cardíaco y la presión arterial a niveles peligrosamente bajos, según indican varias investigaciones.
Muchas de las personas que consumen xilacina con frecuencia lo hacen -con o sin conocimiento- junto a otras drogas, como el fentanilo. Así lo indica el NIDA, que destaca que hay quienes dicen consumir fentanilo con xilacina “para extender sus efectos eufóricos”.
Los CDC, organismo encargado del control de enfermedades, aseguran que “mezclar drogas nunca es seguro" porque los efectos “pueden ser más fuertes e impredecibles que los de una sola droga, e incluso mortales”.
“Consumir opioides en combinación con xilacina y otros depresores del sistema nervioso central -como el alcohol o las benzodiacepinas- aumenta el riesgo de una sobredosis potencialmente fatal”, añade el NIDA.
Cómo han aumentado las muertes por sobredosis vinculadas con la xilacina
Un informe de los CDC indica que las muertes mensuales en EE. UU. por sobredosis de fentanilo con xilacina aumentaron en un 276% en poco más de 3 años (entre enero de 2019 y junio de 2022).
“Si bien no se conoce el alcance total de las muertes por sobredosis relacionadas con la xilacina a nivel nacional, las investigaciones indican que estas muertes se han desplazado hacia el oeste del país, y que la región más afectada es el noreste”, señala el NIDA.
El organismo destaca que, en Filadelfia, las muertes por sobredosis de drogas relacionadas con la xilacina pasaron del 2% al 26% entre 2015 y 2020. Este sedante también estuvo vinculado con el 19% de todas las muertes por sobredosis de drogas en Maryland en 2021 y con el 10% en Connecticut en 2020.
Qué hacer en caso de una sobredosis
Ante la sospecha de un caso de sobredosis, es importante llamar al 911 de inmediato. “La mayoría de los estados tienen leyes que podrían proteger contra problemas legales a una persona que tiene una sobredosis o a la persona que llamó para pedir ayuda”, destacan los CDC.
Añaden que más del 80% de las muertes por sobredosis están relacionadas con opioides, y que la mayoría de ellas está vinculada con fentanilo fabricado ilegalmente. Por este motivo, ante una sospecha de sobredosis, el NIDA recomienda administrar naloxona -un medicamento que puede salvar vidas al bloquear los efectos de los opioides-.
La FDA, el organismo que regula los medicamentos y alimentos, aprobó el 29 de marzo de 2023 la venta sin receta (over the counter) de un medicamento para las sobredosis de opiáceos, como el fentanilo. Se trata de un aerosol llamado Narcan y es una versión del fármaco naloxona.
Pero, ¿cómo puedes saber si alguien está experimentando una sobredosis? Los CDC aconsejan observar si la persona tiene las pupilas pequeñas, como si estuvieran contraídas (las llamadas pupilas en punta de alfiler); si se está quedando dormida o pierde el conocimiento; y si su respiración es lenta y débil o directamente no respira.
La naloxona se puede administrar con un vaporizador nasal o como inyección intramuscular (en un músculo), subcutánea (debajo de la piel) o intravenosa (en una vena), según el NIDA.
El vaporizador nasal, según el organismo, se rocía en una de las fosas nasales mientras la persona está acostada sobre la espalda. Puede resultar más fácil de utilizar que las inyecciones para algunos familiares o testigos circunstanciales.
Además de administrar naloxona a una persona con sospecha de sobredosis, también es importante tratar de mantenerla despierta y respirando, colocarla de costado para evitar que se asfixie y quedarse con ella hasta que llegue el personal de asistencia en emergencias (911).
La naloxona sólo actúa en el organismo entre 30 y 90 minutos, según el NIDA. “Es posible que una persona siga sintiendo los efectos de una sobredosis una vez que se disipa el efecto de la naloxona o que necesite varias dosis si el opioide que consumió es potente (algo que puede ocurrir en el caso del fentanilo)”, sostiene.
Aconseja, además, leer las instrucciones del producto y verificar la fecha de vencimiento. También es posible pedirle al farmacéutico o al proveedor de servicios médicos explicaciones sobre cómo administrar estos medicamentos.
La Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas explica que si el paciente no está respondiendo como se espera tras la administración de naloxona, los proveedores médicos deben considerar una posible exposición a la xilacina y realizar las pruebas pertinentes.
Dado que la xilacina no es un opioide, la naloxona no controla el efecto que tiene este sedante en la respiración, según el NIDA. Por ese motivo, a algunos expertos les preocupa que la prevalencia creciente de xilacina junto con otros opioides ilícitos pueda “reducir la eficacia de la naloxona en ciertas sobredosis”.
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