Temperaturas récord en verano reflejan desigualdad en los efectos del calentamiento global
Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés.
El cambio climático está haciendo que los calurosos días de verano sean más comunes y notorios. La semana pasada, Las Vegas rompió récords de calor a mediados de junio; también pasó en Reno. Pero cada nuevo récord solo cuenta una parte de la historia.
En realidad, el calor no es estático y no se distribuye igual en una ciudad. Ciertos vecindarios de Las Vegas y Reno experimentan el calor con más intensidad que otras áreas debido, en parte, a cómo se desarrollaron las ciudades y al llamado efecto isla de calor urbano.
En ambientes urbanos, como edificios, carreteras y estacionamientos, nuestra infraestructura absorbe y amplifica el calor.
“Cuando se informa que hay 115 [grados Fahrenheit] en Las Vegas, es una sola lectura en un solo lugar”, dijo Kristen Averyt, coordinadora de políticas climáticas del estado y profesora de investigación en la Universidad de Nevada Las Vegas (UNLV) que estudia la sostenibilidad urbana. "Pero en un momento dado, las temperaturas pueden ser hasta 10 grados más cálidas o 10 grados más frías, dependiendo de dónde se viva en la ciudad".
Una investigación publicada por Nature Communications en mayo reveló que en la mayoría de las principales ciudades de los EE.UU., las poblaciones de bajos ingresos y las minorías, en promedio, están expuestas a niveles más altos de calor urbano durante el verano que las poblaciones anglo y adineradas.
En Las Vegas, el estudio encontró que quienes viven por debajo del nivel de pobreza, en promedio, tienen más exposición al calor que quienes viven dos veces por encima de la línea de pobreza. Al mismo tiempo, las personas de color, en promedio, también están más expuestas al calor urbano en Las Vegas. En Reno, sucedió lo mismo.
Pero cuando los investigadores compararon la intensidad del calor urbano para las personas de color con las que viven por debajo del umbral de la pobreza en Las Vegas y Reno, llegaron a conclusiones diferentes.
En Las Vegas, quienes viven por debajo del nivel de pobreza experimentaron más exposición al calor, en promedio, que las personas de color por un margen considerado estadísticamente significativo.
Reno se asemejó más al resto del país. Las personas de color, en promedio, experimentaron un poco más de exposición al calor urbano (casi 0.4 grados Celsius) que quienes viven por debajo de la línea de pobreza.
“Las poblaciones con la menor cantidad de recursos para mitigar el calor ven la carga más desigual”, indicó Jake Dialesandro, quien estudia la desigualdad térmica en la Universidad de California. “Si usted es pobre y está preocupado por pagar el alquiler, no se puede dar el lujo de tomar los recursos monetarios que tiene y distribuirlos en su factura de electricidad”.
Audrey Peral, organizadora de justicia ambiental en Make the Road Nevada, que trabaja con comunidades de inmigrantes latinos, dijo que el calentamiento impulsado por el clima es una prioridad importante para el grupo.
El calor extremo afecta todo, desde la vivienda hasta la atención médica. Es importante, señaló Peral, asegurarse que los propietarios brinden condiciones seguras y aire acondicionado.
Los trabajadores al aire libre, comentó Peral, son particularmente vulnerables al calor, especialmente cuando carecen de acceso a la atención médica.
Peral agregó que, anteriormente, "nuestras comunidades a menudo se han quedado fuera de estas conversaciones sobre cuestiones climáticas y medio ambiente en general".
Abordar las disparidades del calor puede ser un reto porque muchas capas del gobierno están involucradas en la planificación urbana. Aun así, Averyt, la coordinadora climática del estado, enfatizó que es importante que los legisladores consideren tanto el cambio climático como la equidad, y que piensen en el futuro diferente a como lo hacían en el pasado.
“Desafíos como la isla de calor urbano, lidiar con los recursos acuáticos y el desarrollo económico están interrelacionados”, dijo Averyt. “Se requiere tener diferentes personas en la mesa de las que tal vez hemos tenido en el pasado. También se necesita una forma diferente de pensar sobre el futuro porque el futuro no se parecerá a nada de lo que hemos experimentado en el pasado".