Aumento de sobredosis en adolescentes impulsa llamado a soluciones 'basadas en la realidad'
Esta nota fue traducida al español y editada a partir de una versión en inglés.
Un aumento preocupante del 94 por ciento en tasas de mortalidad por sobredosis entre adolescentes mayores, registrado de 2019 a 2020, ha llevado a que defensores de la prevención cambien la forma en que se habla con los jóvenes acerca del abuso en el consumo de sustancias.
A pesar de una baja general en las tasas de uso de drogas ilícitas en esa encuesta, estrategias previas basadas en generar temor y en la tolerancia cero tienden a fomentar un comportamiento más arriesgado, indicó Sara Cerruto-Jacobs, directora de educación de la Fundación para la Recuperación, una organización no lucrativa.
En lugar de esas prácticas, utilizar un enfoque sincero para fomentar la moderación, enseñar acerca de las consecuencias, y priorizar la seguridad, puede ser más efectivo para prevenir sobredosis.
“Incluso si se encuentran en un momento en el que es más probable que reten la autoridad o traten de desafiar los límites, los adolescentes son capaces de tomar decisiones racionales y lo pueden hacer mejor si tienen la información que necesitan”, dijo Cerruto-Jacobs durante una presentación el jueves en la Cumbre de Prevención de Sobredosis y Uso Indebido de Sustancias en el Sur de Nevada.
La cumbre fue coordinada por el Distrito de Salud del Sur de Nevada y otras organizaciones.
Cerruto-Jacobs agregó que los padres y familiares ponen el ejemplo a los adolescentes cuando se consume alcohol o se toman medicamentos recetados de manera responsable y se habla sobre peligros y consecuencias basados en hechos.
La expositora puso como ejemplo la transición a una educación sexual “basada en la realidad”, que resultó en una disminución significativa de embarazos adolescentes.
“En los ‘80s los adolescentes todavía tenían relaciones sexuales, se embarazaban, circulaban ETS [enfermedades de transmisión sexual]”, dijo Cerruto-Jacobs. “Pero al cambiar el enfoque a 'No deberías tener relaciones sexuales, pero si eliges tenerlas a tu edad, así es como te puedes mantener seguro', y vemos que disminuyeron las tasas de embarazo adolescente y de aborto, hubo un aumento de probabilidad de que los adolescentes usaran protección si decidían tener relaciones sexuales … Y lo mismo podría pasar con las drogas”.
Según la Encuesta Comportamiento de Riesgo en Jóvenes de Nevada publicada en 2021, cerca del 30 por ciento de los casi 5,000 estudiantes que participaron han usado marihuana, pero solo el 15 por ciento la consumió en el último mes.
El sondeo también encontró que casi el 16 por ciento de los estudiantes admitieron haber tomado medicamentos para el dolor recetados sin orden médica, cerca del 3 por ciento indicó haber usado heroína, casi el 4 por ciento dijo haber usado cocaína, y el 5 por ciento dijo haber usado éxtasis.
A pesar de las estadísticas, alrededor del 92 por ciento de los adolescentes eligen abstenerse de usar sustancias ilícitas con frecuencia, solo las consumen ocasionalmente o en un entorno social, señaló Ron Schnese de la Fundación para la Recuperación durante la presentación.
"Decimos esto no para minimizar lo atemorizante que es que los adolescentes usen sustancias, sino porque es importante enfocarse en que la mayoría de las personas que usan sustancias nunca desarrollan un trastorno por uso de sustancias", destacó Schnese. “La mayoría de las personas, incluidos los adolescentes, pueden usar sustancias sin volverse adictos”.
Los peligros de las sobredosis podrían radicar en el aumento de las pastillas con fentanilo. Un análisis de la Administración de Control de Medicamentos encontró que 6 de cada 10 "pastillas de imitación" contenían una dosis potencialmente letal de fentanilo; un aumento desde 2021.
Cerruto-Jacobs señaló que alentar a los adolescentes a usar tiras reactivas de fentanilo para detectarlo en cocaína, metanfetamina y heroína, puede reducir el riesgo de una sobredosis.
La expositora agregó que enseñar a los adolescentes cómo identificar cuando alguien tiene una sobredosis y educarlos sobre la Ley del Buen Samaritano — que previene sanciones contra quien llame al 911 para ayudar a alguien que podría tener una sobredosis — puede salvar vidas.
“No es razonable esperar a que los adolescentes simplemente decidan no experimentar con sustancias”, dijo Schnese. “No podemos esperar a que simplemente digan que no. Ahorita, su cerebro está programado para desafiar a la autoridad. La educación basada en la realidad sonaría más como, 'Deberías decir que no. Pero si eliges decir que sí, así es como te mantienes a salvo y con vida'”.