Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés publicada en The Nevada Independent.
Familiares y amigos de personas encarceladas se reunieron afuera de prisiones de Nevada en la Víspera de Navidad para soltar globos al aire, con la esperanza de mostrar su apoyo a distancia a los seres queridos que están adentro y a quienes se les ha prohibido tener visitas en persona durante 10 meses.
Este jueves, afuera del Centro Correccional de Mujeres Florence McClure en Las Vegas, voluntarios de la organización sin fines de lucro LEAFE, que apoya a quienes anteriormente estuvieron encarceladas, lanzaron un arco iris de globos hacia el cielo nublado. Entre ellos estaba Julia Jarrell, quien estuvo en prisión durante 13 años.
Desde hace dos meses, las cárceles de Nevada se han convertido en un punto de contagio para el COVID-19, lo que provocó protestas de los miembros de la familia y pedidos de liberación anticipada para los presos vulnerables. Hasta este jueves, había 3,421 casos y 10 muertes entre el personal y los presos. Casi el 24 por ciento de los reclusos y el 31 por ciento del personal han tenido el virus.
Funcionarios de la prisión han tratado de contener el virus suspendiendo las visitas en persona a las instalaciones desde principios de este año.
El fotógrafo de The Nevada Independent, Daniel Clark, visitó la prisión de mujeres para capturar con su lente imágenes del evento.