Fotógrafo dice que el histórico momento climático lo lleva a seguir detrás de las líneas de fuego

Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés.
El fotógrafo independiente Christian Monterrosa llegó a Sur Lake Tahoe durante una evacuación masiva de esa ciudad turística a principios de esta semana, ahí se encontró con autos a vuelta de rueda en las pocas rutas de salida, y rostros cansados mirando el cielo cenizo.
Pero Monterrosa dijo que la parte surrealista de cubrir el Incendio Caldor apuntaba en dirección opuesta, para documentar el destino incierto de todo lo que esas decenas de miles de personas dejaron atrás.
Monterrosa se vistió con equipo de seguridad, e incluso tomó un curso de tres meses sobre extinción de incendios forestales para comprender mejor lo que ve a través de su lente. Pero esta implacable temporada de incendios ha pasado factura.
“En pasadas temporadas de incendios, pasaba una semana o dos antes de otro incendio, y por lo general no es como una historia trascendental a nivel nacional”, dijo. “Este se sintió diferente, porque acababa de pasar como 10 días en el Incendio Dixie … Es básicamente como que no lo puedes evadir ¿no?, voy a diferentes partes del estado y aquí también se sigue quemando".
De las fotos que Monterrosa tomó mientras estaba en una asignación para The Nevada Independent, destaca la de el estacionamiento vacío de un motel desierto con un letrero de "no hay vacantes". Le pareció una contradicción, pero también un presagio.
“De alguna forma la palabra vacante es una predicción de hacia dónde nos dirigimos con estos incendios y el problema de esta crisis climática que estamos viendo”, dijo. "Habrá un tiempo en el que habrá vacantes, y habrá vacío en todas partes, porque ... todos estos lugares se volverán inhabitables".
Monterrosa dijo que fotografiar el fuego y las personas que huyen para salvar la vida, es física y emocionalmente agotador, pero agregó que se siente aún más motivado para documentar lo que sabe que es un momento histórico para el medio ambiente, y un cambio para los habitantes y la economía del Lake Tahoe.
Además de su equipo fotográfico, Monterrosa lleva una carpa contra incendios que se puede desplegar si las llamas toman el control repentinamente, y que da una última esperanza de sobrevivir a las altas temperaturas a quien esté acurrucado en el interior.
Monterrosa dijo que, de alguna manera, ese equipo ofrece una sensación de seguridad, pero también le hace preguntarse, “Dios mío, ¿Qué estoy haciendo aquí?, ¿Qué estoy haciendo con mi vida?"
"Realmente trato de no pensar en el día, si ese día llega alguna vez, en el que tenga que usarlo", dijo. "Pero da miedo pensar que ... las posibilidades de que llegue ese día aumentan año tras año porque paso cada vez más tiempo en estos incendios".
Estas son algunas de las imágenes que captó Monterrosa del Incendio Caldor.












