Humo de incendios forestales podría empeorar salud pública conforme cambie el clima
Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés que aparece en The Nevada Independent.
Antes de que el humo de los incendios forestales llegara a Nevada luego de una temporada récord de incendios en California, Jennifer Cantley monitoreó la calidad del aire cerca de su hogar en Carson City. Pero cuando el humo cubrió el cielo y las montañas detrás de su casa durante el verano, esa supervisión aumentó.
“Estoy decidiendo literalmente si mis hijos pueden salir al aire libre 10 minutos”, dijo Cantley, madre de dos hijos que padecen asma y quien es organizadora en un grupo que aboga por una mejor calidad del aire.
"Esto no es normal", comentó en entrevista el mes pasado. "Es septiembre".
Mientras los incendios ardían en California en agosto y septiembre, las imágenes de satélite mostraron que el humo se extendía por Nevada. Las Vegas registró 14 días de mala calidad del aire que se atribuyeron probablemente a incendios forestales, según datos preliminares compartidos por el Condado Clark.
Para padres de familia como Cantley, el humo de los incendios forestales intensifica las preocupaciones actuales acerca de los efectos en la salud a causa de la mala calidad del aire, especialmente durante la pandemia.
La densidad del humo no solo es un problema de salud pública para grupos sensibles. También puede afectar la economía y amenazar la seguridad de quienes trabajan al aire libre.
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Nevada (OSHA, por sus siglas en inglés) no tiene regulaciones para manejar los riesgos del humo provocados por los incendios forestales, pero algunas empresas acatan voluntariamente los Estándares de California para proteger a los empleados.
Brendan Schneider, especialista en calidad del aire del sector salud, dijo que en un año sin incendios forestales extremos, los funcionarios esperarían ver una calidad del aire poco saludable en el invierno, ya que las estufas de leña y chimeneas emiten pequeñas partículas, conocidas como PM 2.5, que se pueden alojar en los pulmones.
En agosto, un reporte publicado en Environmental Health encontró que las visitas médicas de pacientes con asma en un hospital de Reno aumentaron 6.1 por ciento en los días con niveles altos de PM 2.5 por el humo de los incendios forestales, en comparación con otras fuentes de contaminación.
Para quienes tienen enfermedades respiratorias preexistentes, el humo de los incendios forestales solo aumenta sus preocupaciones. Cantley lo sabe de primera mano. Relató cómo, en una calurosa noche de verano, su hijo Gabe de 9 años se despertó como a las 2 a.m. debido a un ataque severo de asma; mientras que el humo flotaba en el aire.
Pero estaba preparada. Encontró una mascarilla de tratamiento respiratorio y usó bolsas de hielo para refrescar a su hijo. A pesar de eso, enfatizó que la experiencia fue "aterradora".
"Todavía tengo dificultades para superarlo", dijo Cantley, quien también es organizadora de Moms Clean Air Force, un proyecto del Fondo de Defensa Ambiental destinado a frenar la contaminación del aire.
Los problemas en la calidad del aire a causa del humo de los incendios forestales también pueden tener un efecto dominó entre los miles de trabajadores al aire libre.
A diferencia de California, los reguladores de los centros de trabajo en Nevada no tienen pautas acerca de cómo deben abordar los empleadores los riesgos para la salud derivados del humo.
Rudy Zamora, director del programa Chispa Nevada con sede en Las Vegas, dijo que estuvo monitoreando los datos de calidad del aire durante el verano. Él tiene un niño de cinco años quien padece asma.
Zamora, cuyo grupo se enfoca en la comunidad latina como parte de la Liga de Votantes por la Conservación, dijo que vio una conexión directa entre el humo y el cambio climático.
“Las comunidades tienen derecho a respirar aire puro”, dijo Zamora en una entrevista reciente. “Es realmente una de las necesidades básicas para existir. Queremos asegurarnos de que haya una acción climática agresiva para mejorar la calidad del aire y prevenir futuras temporadas de incendios forestales como la que vimos este año".
La contaminación del aire, agregó, tiende a afectar desproporcionadamente a las comunidades de color. El análisis de datos en otras ciudades ha mostrado un vínculo entre las áreas con contaminación del aire y positividad del COVID-19.
Pese a que el gobierno federal ha minimizado, y en ocasiones negado, la creciente amenaza del cambio climático, la conexión entre el calentamiento global y el humo de los incendios forestales es explícita en una página de Internet de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) dedicada al tema: “Se prevé que el cambio climático aumentará los riesgos de incendios forestales y las emisiones asociadas con esto, con impactos nocivos para la salud”.
Es una conexión que no pasa desapercibida para Joey, el hijo mayor de Cantley. El niño comentó que los incendios desde California hasta Oregón son una razón por la que el gobierno federal debería tomar medidas acerca del cambio climático.
“Este no es mi futuro”, dijo. "Es el futuro de millones de niños".