DREAMer de Nevada, futura psicóloga, entre quienes demandan por eliminación de DACA
Norma Ramírez, DREAMer de Las Vegas, es una de las seis jóvenes que están demandando a la administración del presidente Trump por considerar que la cancelación de DACA es una violación a sus derechos. Unos 13,000 DREAMers de Nevada que fueron traídos al país ilegalmente cuando eran niños están inscritos en DACA.
El grupo de jóvenes entabló la demanda el pasado 18 de septiembre. The Nevada Independent en español conversó vía telefónica con Ramírez, quien fue traída a Los Estados Unidos desde su natal México cuando tenía cinco años, y quien actualmente estudia para obtener su doctorado en psicología en Fuller Theological Seminary, en California.
Dentro del grupo de demandantes también se encuentran la abogada Dulce García, Viridiana Chabolla Mendoza, quien es estudiante de derecho, Jirayut “New” Latthivongskorn, estudiante de medicina, Miriam González Ávila, quien es maestra, y Saúl Jiménez Suárez, maestro de educación especial.
La demanda, que consta de 46 páginas y se presentó en la Corte de Distrito de los Estados Unidos del Norte de California, alega que cuando se dio a conocer el anuncio de DACA, el gobierno prometió a los DREAMers que las autoridades de inmigración no usarían en su contra su información personal, por lo que ahora temen que sus datos y los de su familia sean empleados con fines de deportación.
“La decisión de terminar el programa DACA es una promesa rota y una violación sin precedentes de los derechos constitucionales de los demandantes y otros jóvenes que confiaron que el gobierno federal honraría esa promesa”, indica uno de los párrafos de la demanda.
El pasado 5 de septiembre la Administración Trump dejó de aceptar nuevos solicitantes para el llamado Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) creado por el presidente Barack Obama a través de una orden ejecutiva.
“El Departamento de Justicia no puede defender este tipo de excesos”, dijo Jeff Sessions, Fiscal General de los Estados Unidos, cuando anunció el fin del programa. “Somos un pueblo compasivo y somos un pueblo de leyes. Pero no hay nada compasivo en fallar al hacer cumplir las leyes de inmigración”.
Pero el gobierno federal permitió a los solicitantes, cuyos permisos expiraron este 5 de marzo de 2018, renovar su permiso de trabajo por dos años más, siempre y cuando lo hicieran antes del 5 de octubre de este año.
El Congreso podría ayudar a dar paso a una de las varias propuestas que fueron puestas sobre la mesa, incluyendo Dream Act, Bridge Act, American Hope Act y Recognizing America’s Children Act, que ofrecen a los DREAMers algún tipo de protección contra deportaciones, y algunas de los cuales brindarían un camino hacia la ciudadanía.
Cada uno de los representantes de Nevada ante el Congreso está involucrado en al menos una de estas iniciativas.
Ramírez compartió su historia con este medio de comunicación:
P: ¿Cómo y cuándo se dio cuenta de que no tenía documentos?
R: En realidad siempre había esa noción de que no tenía “papeles”, porque así es como decimos, ¿no? papeles. Pero yo nunca entendí qué significaba eso. Para mí todo seguía igual. No sabía, iba a la escuela y pues tenía cinco años.
Pero ya cuando empecé a tratar de aplicar para el colegio o que mis amistadas estaban aplicando para un trabajo o licencia para manejar, entonces yo no podía. Ahí fue donde cuenta me di cuenta qué significa no tener papeles.
P: ¿Cuál fue su reacción?
R: Fue algo que me dolió mucho. Hasta donde yo sabía, como crecí era todo era normal. Era lo mismo que le preguntaban a los demás: “¿Qué quieres hacer cuando seas grande?” Y nos daba como esas esperanzas para que nosotros pudiéramos soñar con lo que queríamos ser, entonces todo eso como que desapareció de un día para otro.
No sabía qué iba a hacer. Busqué en la escuela para tener información para ver si podía estudiar, porque me habían dicho que después de la high school ya no iba a poder ir al colegio. No había mucha información.
Tuve que buscar en diferentes lugares para entender que sí podía ir al colegio. Me dijeron que con que fuera un colegio público sí podría hacerlo, pero si era privado, no. Otra cosa es que podía atender el colegio, pero no iba a tener ayuda financiera.
Esto fue como en el 2007. Quería ir a escuelas como Harvard o Yale, pero como me dijeron que no podía ir a escuelas privadas, entonces fue como que “no puedo ir”. También pensé en NYU, pero iba a ser muy lejos y costoso.
Luego fue cuando me enteré del CSN high school, que es un programa que donde vas a estar tomando clases de la high school y del colegio al mismo tiempo.
P: ¿Cómo decidió lo que quería estudiar?
R: Siempre era para ayudar a la gente. Tuve diferentes ideas. Quería ser doctora, maestra, abogada, pero al final lo que me llamó más la atención fue psicología. Tengo mi bachelors [licenciatura] en psicología, y acabo de obtener mi masters [maestría] en psicología. Ahorita estoy estudiando para mi doctorado en psicología en Fuller Theological Seminary en Pasadena, California.
P: ¿Cuándo y cómo obtuvo DACA?
R: Fue en el 2012, cuando salió el anuncio que hizo Obama. El pastor de mi iglesia me mandó un texto y me dijo: “Mira lo que acaba de pasar”. Pude aplicar como un mes después. Me puse en contacto con Hermandad Mexicana Trasnacional.
Empecé a aprender cómo hacer el proceso. Llené mi propia aplicación y luego ya varios voluntarios ayudamos a hacer las aplicaciones de los demás, porque cuando salió el anuncio, había una línea muy grande de personas.
P: ¿Qué significa Las Vegas para usted?
R: Es lo más cercano a lo que se dice un hogar. En realidad, no puedo decir que México es mi hogar, porque no me acuerdo. Si un día llegara a ir, me perdería sin ayuda.
P: Cuando a usted le mencionan “DACA” ¿Qué significado tiene para usted?
R: Fue como la oportunidad de poder ser una persona, porque antes, sin tener DACA, a nadie le decías que no tenías papeles. No teníamos ni tan siquiera una identificación. Si se pone a pensar en el significado, es tener una identidad. Ya podía ser una persona.
En diferentes formas, DACA me ayudó a seguir creciendo. Son logros. Yo nunca había tenido la oportunidad de poder trabajar y manejar, entonces me ayudó a tener todas estas responsabilidades como los demás.
Cuando ya pude trabajar, como no tuve ayuda financiera del gobierno, todo lo que ganaba, lo guardaba y era para pagar mis estudios. Así fue como pude graduarme de UNLV.
P: ¿Cómo recibió la noticia de la cancelación de DACA?
R: Ya había rumores de que se iba a terminar. Entonces estaba tratando de prepararme mental y emocionalmente para recibir la noticia. Aunque hubiera tenido un plan de cómo iba a tener que arreglar mi vida para poder seguir estudiando, de todos modos, es algo muy pesado emocionalmente.
Acá estoy sola. Mis papás todavía están en Las Vegas. Estoy en un programa muy riguroso, es un doctorado. Al no tener DACA, se me cerrarían oportunidades que los demás tienen. Si tuviera que ir a una conferencia para algo de la escuela, no podría ir. No podría salir de los Estados Unidos.
Mi mundo profesional se cerraría mucho. Además, tendría que poner mucho más esfuerzo que los demás de mi clase.
P: Usted es una de los seis DREAMers que es parte de una demanda contra la administración Trump. ¿Por qué está usted demandando?
R: Supuestamente está dando seis meses de que traiga una respuesta para DACA, como un Dream Act o algo similar, pero también hay muchos mensajes que son contradictorios por parte de la administración. Por decir, si nos quieren y no nos quieren. En el Congreso tienen que llegar a un acuerdo en cualquier legislación que vayan a proponer, y si eso no pasa, entonces nos va a causar daño a nosotros.
Lo mejor que puede suceder es que pase algo como el Dream Act sin aumentar las políticas de deportación, porque es como estar diciendo: “Los vamos a salvar a ustedes, pero vamos a ir a buscar a sus familiares”.
Esa es la esperanza. Si esto se queda estancado, entonces tan siquiera con la demanda queda la esperanza de no perder lo que ya habíamos obtenido. Lo que espero es que pase la Dream Act.
P: Se trata de una demanda contra el gobierno. ¿De dónde sacó valor para dar un paso así?
R: Yo sé lo que un permiso de trabajo ha hecho por mí. He visto cómo hemos aprovechado las ventajas que ofrece, cómo tener un permiso de trabajo y una licencia para conducir, hasta viajar dentro de los Estados Unidos y a veces fuera del país a través de un advance parole [permiso especial de salida al extranjero] ¿Y que esto desaparezca de un día para otro?
Nuestras vidas giran en torno a eso.
Así que, parte de esto es que al menos podamos mantener lo que tenemos, pero, por otra parte, es mandar un mensaje de esperanza a todos para que sepan que estamos peleando por nosotros mismos.
Porque parte de eso es psicológico, cuando no sabes qué va a pasar con tu futuro y se torna oscuro. Espero darle esperanza a las personas para que puedan seguir siendo valientes en su propia vida, y seguir adelante.
P: Usted, como parte de esta demanda ¿Tiene algún temor en general ante esta situación?
R: En realidad, siempre he tenido miedo. Con, o sin la demanda, siempre he tenido miedo. También esa fue una de las razones por las que dije que sí, porque dije: “Si voy a tener miedo sin estar en esto, pues el miedo no cambia mucho”.
Me da miedo manejar. Tengo mi licencia, tengo permiso de trabajo, pero aún me da miedo si llego a ver a un policía, y no he hecho nada malo. Entonces el miedo siempre está ahí.
P: Y a pesar de todo lo que ha pasado usted, de la cancelación de DACA ¿Ha dejado de soñar?
R: Pues en realidad no uso la palabra soñar, porque me gusta tener mis metáforas más claras. Yo digo que tengo una visión.
P: ¿Cuál es?
R: Quisiera abrir un consultorio de terapia que sea multidisciplinario para la comunidad latina porque no hay servicios. Y también que fuera sin costo y sin ningún problema para que la gente llegue. Quiero estar al alcance de la comunidad.