Durante visita a Las Vegas, Trump habló de política comercial, relación entre Estados Unidos e Israel; y la frontera

Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad y brevedad a partir de una versión en inglés que aparece en The Nevada Independent.
Este sábado el Presidente Donald Trump elogió su gestión durante un espontáneo discurso estilo campaña ante la reunión de liderazgo nacional de la Coalición Republicana Judía (RJC) en Las Vegas; un discurso en el que atacó a los Demócratas y buscó realzar al Partido Republicano con miras a las elecciones de 2020.
“Estados Unidos está prosperando, Estados Unidos está ganando, ganando, ganando como nunca antes”, dijo Trump. “Se nos respeta de nuevo, se nos respeta de nuevo. Ha pasado mucho tiempo".
Sus comentarios fueron parte de un programa de un día con oradores Republicanos, entre ellos el Vicepresidente Mike Pence y congresistas Republicanos, quienes se reunieron en un salón de hotel The Venetian.
Pero los discursos de los oradores estuvieron dominados por el tono de Trump, que abiertamente pregonó victorias de la Casa Blanca en materia de comercio, impuestos e Israel.
"El increíble vínculo entre Estados Unidos e Israel nunca será más fuerte de lo que es ahora", dijo.
Las palabras del mandatario fueron recibidas por una multitud amistosa, algunas personas portaban kipás color rojo cereza estampados con “TRUMP” por un lado y el logotipo de RJC por el otro; y otros sosteniendo carteles que decían “Apoyamos al Presidente Trump” o “Somos Judíos de Trump”.

Sheldon Adelson, director ejecutivo y presidente de Las Vegas Sands, y mega-donante Republicano, a quien se le diagnosticó recientemente linfoma no Hodgkin, y que estaba sentado en primera fila, fue uno de los que portaban un kipá de Trump.
Adelson recibió elogios del presidente, quien agradeció al hombre de negocios y a su esposa, Miriam, por estar allí.
También dio las gracias a su yerno Jared Kushner, quien está al frente del proceso de paz en Medio Oriente.
El discurso de Trump tiene lugar en un momento en que la Casa Blanca y los Republicanos en el Capitolio han aprovechado los temas de Israel y del antisemitismo como puntos que han causado división entre los votantes judíos, con la esperanza de separarse de un partido Demócrata al que han calificado de antisemita a la luz de los controvertidos comentarios de la Congresista Demócrata de Minnesota, Ilhan Omar, a principios de este año.
Ihan Omar, electa en 2018, tuiteó en marzo que el apoyo de los Estados Unidos hacia Israel fue impulsado por el cabildeo de los dólares que gastó el Comité de Asuntos Públicos de Israel de los Estados Unidos (AIPAC) "todo tiene que ver con el dinero".
Esos comentarios fueron ampliamente condenados por sus colegas Demócratas, entre ellos la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el Líder de la Mayoría del Senado, Chuck Schumer, por considerarlos antisemitas. Omar finalmente se disculpó, y volvió a twittear que ella estaba "escuchando y aprendiendo, pero manteniéndose firme".
Durante mucho tiempo los votantes judíos han sido una pieza clave del Partido Demócrata, con cerca del 67 por ciento de judíos estadounidenses que se identifican o se inclinan hacia los Demócratas, en comparación con el 31 por ciento, quienes se identifican o se inclinan hacia los Republicanos, según datos del Pew Research Center.

Trump también dedicó tiempo a atacar los "estúpidos" acuerdos comerciales en los Estados Unidos, hasta el grado de señalar a la India por su nombre.
"Tengo que ser un poco políticamente correcto al decir que está bien si perdemos $ 20 mil millones con un país porque queremos ser amables, queremos ser amables con todos", dijo.
La visita del Presidente, la cuarta a Las Vegas y quinta a Nevada desde que ganó las elecciones en 2016, llega en un momento agitado para la Casa Blanca, con Trump enfrentando una serie de reveses en tan sólo pocos días.
El miércoles, el poderoso Comité de Medios y Gastos Públicos de la Cámara de Representantes solicitó formalmente las declaraciones de impuestos de Trump, desatando lo que podría ser una larga batalla legal sobre las finanzas del presidente.
El jueves, Trump se retractó luego de haber hecho amenazas persistentes de cerrar la frontera entre los Estados Unidos y México, concediéndole a ese país un año para contener el flujo de migrantes centroamericanos a la unión americana.
El viernes, un tercer juez federal dictaminó que la pregunta acerca de la ciudadanía que el Departamento de Comercio agregó para el censo 2020 es inconstitucional.

En Las Vegas, Trump minimizó esas críticas, especialmente en torno al conflicto de la frontera, e incluso calificó la medida como un éxito.
“Debo decirles que México ha sido estupendo; primera vez, por primera vez. Varios de esos farsantes allá atrás dicen 'nunca va a cerrar la frontera'”, dijo señalando a integrantes de los medios de comunicación que estaban presentes. “Voy a hacer lo que sea necesario para detener una invasión en nuestro país. Eso es”.
Luego afirmó que México ha interceptado y deportado a miles de migrantes centroamericanos antes de que llegaran a la frontera con Estados Unidos, lo que funcionarios mexicanos aseguran que no ha sucedido, al menos no en mayor cantidad.
Sin embargo, no todo fue positivo para Trump. Su discurso fue interrumpido brevemente por un grupo de manifestantes, que entonaron el canto “los judíos llegamos aquí para quedarnos, la ocupación es una plaga”, aparentemente criticando la reciente decisión del mandatario de reconocer la disputada ocupación israelí de los Altos del Golán, fueron sacados de la sala mientras parte del público coreaba "Estados Unidos, Estados Unidos, Estados Unidos".