Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés que aparece en The Nevada Independent.

Ha llegado la temporada navideña, una época normalmente alegre en la que abundan las reuniones sociales.

¿Cómo se verá? ¿Cómo se sentirá? ¿Cómo afectará a las cifras de COVID-19 que ya están en aumento?

Nos guste o no, estamos a punto de averiguarlo, y esto es lo que sabemos:

Las reuniones de Acción de Gracias pueden ser más pequeñas, ya que la familia y los amigos intentan proteger a sus seres queridos de un virus impredecible. La oferta de alimentos puede ser limitada porque los hogares atraviesan incertidumbre económica y pérdidas de empleo provocadas por la pandemia.

Y para miles más este año, puede haber un asiento vacío en la mesa debido a la muerte de un padre, madre, tía, tío, hijo, hija, amigo o primo, ya sea que esté relacionada con COVID-19, una enfermedad separada, u otra tragedia.

Así que, antes de que llegara el día del festín y el agradecimiento, voluntarios y organizaciones de todo el sur de Nevada proporcionaron alimentos a los necesitados, en un intento por aliviar las cargas silenciosas que las personas pueden estar llevando.

Vehículos hicieron fila y voluntarios se pusieron cubrebocas y otras formas de equipo de protección personal. El fotógrafo de The Nevada Independent, Daniel Clark, capturó algunas de esas escenas en el período previo al Día de Acción de Gracias.