En medio de las secuelas a causa del disturbio violento en el Capitolio federal la semana pasada, el Presidente Donald Trump visitó este martes Alamo, Texas, para celebrar la construcción del muro en la frontera con México; tema clave durante su campaña desde 2016. 

“Cumpli mis promesas”, dijo Trump. 

Desde 2016 se han construido más de 450 millas del muro, aunque en áreas donde ya existía alguna estructura. El gobierno federal ha destinado casi 15 billones de dólares a ese proyecto, a pesar de la promesa de Trump de que México estaría encargado de la financiación.

De acuerdo con su plan de inmigración, el Presidente-Electo Joe Biden no está a favor del muro. En vez de seguir dirigiendo fondos federales para ese proyecto, Biden indica en su plan que los recursos se deben orientar a infraestructura de apoyo a inmigrantes que esperan evaluación de solicitudes de asilo en los puertos de entrada.

Durante su discurso del martes, Trump también abordó los eventos ocurridos en el Capitolio de los Estados Unidos y dijo que su administración cree en el respeto a las tradiciones e historia estadounidenses y no en derribarlos. 

Pero esas declaraciones contrastan con el mensaje que dirigió la semana pasada a los partidarios que invadieron el Capitolio; a quienes dijo en un video que los amaba, los entendía, que estaban lastimados, y que se fueran a casa. 

El discurso de este martes en Texas marca la primera aparición pública de Trump desde que su cuenta en la red social Twitter fue suspendida de manera permanente, y la cual usó regularmente para comunicarse con el público. 

Miembros del Congreso están haciendo un llamado para remover a Trump de su cargo, a solo siete días de la inauguración del Presidente-Electo Joe Biden y la Vice Presidenta-Electa Kamala Harris. 

El Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) sigue buscando a partidarios de Trump que participaron en la protesta del Capitolio y en la que cinco personas perdieron la vida.