Escuela de Nevada se esfuerza en ayudar a que alumnos no falten tanto a clases
Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés que aparece en de The Nevada Independent.
Las persianas estaban cerradas y todo estaba en silencio cuando Ryan Smith y Cornell Williams subieron las escaleras de una casa móvil en una mañana reciente.
Ambos creían que había alguien adentro de la casa. Era una niña de preescolar que había perdido 11 días de clases en la Manch Elementary School en el Noreste de Las Vegas.
Los hombres tocaron la puerta.
Smith, un consejero escolar, y Williams, coordinador de Comunidades en las Escuelas, no habían ido a esa casa para vender un producto, sino para vender este mensaje: Entre más vaya su hijo a la escuela, tendrá mejor rendimiento académico.
La puerta se abrió lentamente, y apareció una joven.
“¿Está tu mamá?” preguntó Smith.
“No, está en el trabajo”, respondió la joven. “Soy la niñera”.
Smith le explicó que las faltas frecuentes de la alumna en sólo seis semanas del ciclo escolar ponían en riesgo su educación.
“Obviamente nos gustaría que regresara a la escuela”, dijo Smith.
La joven se comprometió a llamar a la madre de la menor y darle el recado.
Este año las visitas a los hogares se han convertido en tareas semanales. Son parte de una estrategia para frenar el ausentismo crónico en esta escuela primaria de 900 alumnos.
A mediados de septiembre, un total de 52 estudiantes habían faltado a la escuela al menos cinco días.
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Entre semana, la calle North Lamont está repleta de niños. Dos escuelas primarias — Manch y Lowman — están practicamente juntas.
La Base de la Fuerza Aérea Nellis está justo al norte, pero casi ninguna de las familias del área tienen relación con el ejército. La zona escolar está compuesta por grandes complejos de departamentos y lotes de casas móviles.
Más de una cuarta parte de los residentes de la zona no terminó la secundaria, de acuerdo con datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos.
El ingreso familiar promedio varía entre $22,697 y $41,133 dólares. Funcionarios escolares reconocen que es un área difícil, con familias de bajos recursos que van y vienen.
Las visitas a los hogares ofrecen al personal de la escuela Manch un vistazo al mundo de los alumnos.
Brandon Danowski, director de esa institución, espera que las visitas sean un paso más para frenar la alta tasa de ausentismo crónico en la escuela.
Se considera que casi un 40 por ciento de los alumnos de Manch y Lowman faltan a la escuela crónicamente, lo que significa que pierden un 10 por ciento de días de clase o hasta más.
El problema afecta a todo el Distrito Escolar del Condado Clark. Más de 1 de cada 5 niños faltan a clases en repetidas ocasiones.
Estudios han demostrado que los alumnos que faltan mucho tienen menos probabilidad de terminar la secundaria o leer al nivel que corresponde a su grado; mientras que las escuelas sufren porque el ausentismo crónico reduce su calificación con estrellas a nivel estatal.
Entonces ¿Por qué los niños faltan a la escuela?
El Dr. Steven Sheldon, profesor asociado de la Universidad Johns Hopkins, dijo que hay muchos factores, como desorden en el aula o aburrimiento, que pueden influir en que los estudiantes pierdan interés.
Padecer enfermedades crónicas y horarios de trabajo de los padres o conflictos en el hogar, también juegan un papel importante.
Esas razones distintas hacen que este asunto sea mucho más difícil de abordar.
“Al menos desde mi experiencia, es muy poco probable que haya una sola solución”, afirmó el Dr. Sheldon.