Funcionarios federales dicen que prohibición de servicios de culto en persona en Nevada es "desigual"
Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés que aparece en The Nevada Independent.
La prohibición del Gobernador de Nevada Steve Sisolak para servicios de culto en persona de 10 o más congregantes podría infringir la protección de la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos para ejercer libremente la religión, indica una carta del Departamento de Justicia.
La misiva, enviada ayer, dice que dicha prohibición trata a las organizaciones religiosas de manera diferente a sus contrapartes no religiosas.
La carta cita ejemplos de negocios a los cuales se les permitió volver a abrir según las pautas estatales, como que los restaurantes puedan operar al 50 por ciento de su capacidad.
"Sin embargo, nos preocupa que la prohibición absoluta de que diez o más personas se reúnan para servicios de culto en persona, independientemente de si mantienen pautas de distanciamiento social, trata de manera inadmisible a las organizaciones religiosas y no religiosas de manera desigual", dice la carta.
La prohibición puede violar la Cláusula de ejercicio libre de la Primera Enmienda, indica el documento, que además alienta a Sisolak a que enmiende sus órdenes anteriores.
Un portavoz de la oficina del gobernador no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La carta tiene lugar días después de que una iglesia del Condado Lyon presentó una demanda federal contra Sisolak y el Fiscal General de Nevada Aaron Ford por la prohibición, y casi a una semana después de que 200 pastores enviaron a Sisolak una misiva redactada enérgicamente instándole a permitir que las iglesias implementen pautas para el culto en persona.
El Gobernador de California Gavin Newsom permitió que las iglesias reabrieran ayer, días después de que el Presidente Donald Trump consideró que los centros de culto eran "esenciales" y presionó a los gobernadores para que permitieran la reapertura.