Infancia en el extranjero impulsó carrera de nueva cónsul de México en Las Vegas
Esta nota fue traducida al español y editada a partir de una versión en inglés.
Patricia Cortés Guadarrama, la nueva cónsul general de México en Las Vegas, “culpa” a su padre por el amor que ella le tiene a las relaciones exteriores.
Cuando ella tenía 6 años, su familia se mudó de México a los EE.UU. después de que su padre obtuvo una beca para una maestría en la Universidad de Minnesota. Sus vecinos eran de “lugares de los que nunca había oído hablar” — Chile, Perú, Corea. Su niñera, recuerda, era de las Islas Salomón.
“Ese fue como mi primer encuentro con las relaciones internacionales, de una manera muy elemental, pero que me hizo pensar y ver el mundo de una manera diferente”, dijo Cortés Guadarrama, de 52 años.
Cuando era estudiante de primaria ella pasaba su tiempo libre leyendo revistas de asuntos exteriores, y se dejó llevar por el amor por los idiomas.
La funcionaria obtuvo una licenciatura en comercio internacional en el Tecnológico de Monterrey, una de las universidades más grandes de México. Ha sido asignada a las embajadas de México en España y los Países Bajos, donde realizó tareas políticas, económicas y multilaterales.
Antes de mudarse con su familia a Las Vegas, ella fungió como cónsul adjunta en el consulado de Salt Lake City. Ahora, como cónsul general, cargo que asumió en mayo, dijo que está lista para aplicar lo que aprendió.
Los mexicanos representan el bloque político más grande de inmigrantes latinos en Nevada, lo que equivale a casi el 40 por ciento de esa comunidad.
La cónsul dijo que quiere dar continuidad a la labor de su antecesor Julián Escutia Rodríguez, quien procuró mejorar la difusión de la información, organizar eventos comunitarios y promover la cultura mexicana.
Los diplomáticos de carrera suelen trabajar en ciclos de tres a cuatro años, pero podrían ser más largos, según las “necesidades de la comunidad”, señaló Cortés Guadarrama.
La servidora pública también ha trabajado con organizaciones locales para aumentar la alfabetización financiera, incluida una cooperativa de crédito local llamada Rize y R.E.A.C.H. (Research Education and Access for Community Health), una organización de salud comunitaria.
Uno de los mayores retos que Cortés Guadarrama tratará de abordar como cónsul es agilizar el proceso de citas — algo con lo que muchos en la comunidad han tenido que batallar.
El consulado tiene cerca de 140 citas disponibles por día. Aunque la administración de citas se realiza en la Ciudad de México, la funcionaria dijo que el consulado las ha podido aumentar en un 20 por ciento desde que ella comenzó con algunas reestructuraciones en la oficina.
Uno de los problemas con la programación de citas es que hay negocios y particulares que cobran por agendarlas bajo el pretexto de que será más fácil, lo que a menudo acaba siendo una estafa. Las personas también corren el riesgo de robo de identidad, según la cónsul.
“Ya es gratis, ¿correcto? Entonces nadie debería pagar por eso. Pero incluso a veces, pagan, y cuando llegan aquí no hay cita para ellos”, dijo Cortés Guadarrama, quien también ha estado tratando de difundir que personas con necesidades especiales o mayores de 65 años no requieren cita para visitar el consulado.
Aunque con la administración entrante del Presidente Electo Donald Trump muchos inmigrantes están preocupados por la amenaza de una campaña de deportaciones masivas, la cónsul indicó que ella aún no puede anticipar lo que sucederá.
Sin embargo, el consulado ha recibido varias preguntas sobre algunos cambios políticos en México, incluyendo si los mexicanos que viven en los EE.UU. son elegibles para recibir un nuevo fondo de pensiones que propuso el Expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Aunque la cónsul dijo que extraña su hogar en Guadalajara, indicó que se siente agradecida por la oportunidad de trabajar como diplomática y “cambiar la vida de las personas para lo mejor”.
“Me gustaría ayudar a la gente”, comentó Cortés Guadarrama. “Durante mi tiempo aquí, es importante para mí servir a la comunidad, hacerles la vida un poco más fácil, hacer de este un espacio seguro para que puedan venir y también que sepan qué recursos tenemos para ellos”.