Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés que aparece en The Nevada Independent.

Trabajadores en todo el estado enfrentan despidos e incertidumbre financiera porque los negocios no esenciales han cerrado sus puertas para reducir y prevenir la proliferación del COVID-19, luego de la orden del Gobernador Steve Sisolak de cerrar todos los negocios 'no esenciales' durante 30 días.

Mientras negocios y personas enfrentan un futuro incierto, están siendo creativos. Algunos restaurantes están disminuyendo su horario, pero prometen alimentar a los empleados. The Nevada Independent compartirá algunas de estas historias. Si usted es propietario de un negocio en Nevada o ha visto afectado su empleo debido al coronavirus, con gusto contaremos su historia. Envíenos un correo electrónico a [email protected] para consideración.

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Alejandra Salas, a quien sus amigas y clientes conocen como “Allie”, abrió su gimnasio hace casi año y medio y está preocupada por la falta de ingresos debido a que la gente está cancelando las clases de ejercicio que ella imparte.

“Quiero cuidar a la comunidad. Así que por eso cancelé mis clases de bootcamp [entrenamiento intenso]. Quiero detener la propagación del virus en la comunidad. Estoy haciendo todo lo que puedo, pero por supuesto me tengo que mantenerme a flote”, dijo. “Tengo cubierto marzo, un mes, pero no sé cuánto tiempo va a durar esto”.

Salas ha tenido que ser creativa, compartiendo por la noche sus sesiones de bootcamp en vivo vía Internet y tratando de mantenerse optimista.

“Soy super conocedora de la tecnología, así que estoy super agradecida de tener eso a mi favor”, dijo. “Seguiré intentando y encontraré la manera de hacer una base [de clientes] en Internet si es necesario, porque es importante mantenerte saludable. Sé que estamos en cuarentena, pero tenemos que mantenernos en movimiento”.

Cuando empezó a escuchar acerca del coronavirus, Salas dijo que implementó políticas rígidas de limpieza en el gimnasio, e hizo que las personas mantuvieran entre sí la distancia que recomiendan los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC).

“Tengo Lysol, así que trato de rociar las zonas para desinfectarlas cuando los clientes se van y antes de que utilicen el equipo ... sólo estamos siendo muy cautelosos”, afirmó en una entrevista, un día antes de que el Gobernador Steve Sisolak ordenó el cierre de todos los negocios “no esenciales”, incluyendo los gimnasios. “Por suerte, no tengo que compartir espacio con nadie”.

A pesar de que Salas ha estado siguiendo las recomendaciones, comentó que aún se siente perdida.

“Quiero ser un ejemplo para la comunidad, pero estaría mintiendo si dijera que no estoy asustada o confundida”, expresó. “Me siento sola en este momento. Soy propietaria de un pequeño negocio ¿Qué va a pasar? No soy una gran corporación”.