Esta nota fue traducida al español y editada para brevedad a partir de una versión en inglés.

A medida que más y más personas se quedaron en casa debido a la pandemia, muchos cambiaron su ropa de oficina por vestimenta informal. Los guardarropas han cambiado en los dos años recientes, y no como normalmente varían las tendencias de la moda. La pandemia ha alterado la forma en que las personas escogen su ropa.

Deirdre Clemente, quien es la directora del programa de historia pública de la UNLV, donde se especializa en historia de la moda, habló con The Nevada Independent acerca de esas tendencias desde que COVID-19 llegó a los Estados Unidos.

Esta entrevista fue editada para claridad y extensión. Usted puede escuchar esta entrevista en inglés en nuestro podcast, IndyMatters.

¿Cómo ha afectado COVID las tendencias de vestir y cómo las reciben las personas?

Lo que vestimos siempre ha estado ligado a una representación de nuestras identidades sociales y socioeconómicas. Entonces, lo que estamos haciendo en este momento con las expectativas actuales de la moda estadounidense es una consecuencia directa del cambio social y cultural que ha habido en los recientes dos años de esta pandemia.

Como no vemos a la gente con tanta frecuencia como antes debido al trabajo desde casa y al distanciamiento social, ¿Estamos menos preocupados por lo que nos ponemos?

Creo que una de las cosas más importantes que debemos reconocer a medida que avanzamos culturalmente con el vestuario estadounidense es comprender lo que está sucediendo ahora mismo con la personalización de la ropa como consecuencia de los recientes 10 años ... Esto sucedió en la Segunda Guerra Mundial. Sucedió después de la Primera Guerra Mundial. Lo que consideramos como estos cambios en la vestimenta y en la moda no vienen de la nada; en realidad han estado ahí, pero la agitación social les da la oportunidad de ocupar un lugar central.

Creo que este aumento de la vestimenta informal al nivel que está ahora en la cultura estadounidense es realmente la versión natural a una velocidad relámpago del rumbo que ya íbamos a tomar.

Estos cambios hacia lo casual y esta idea de, "no, ya no voy a usar una camisa de cuello abotonado y pantalones caqui para trabajar", ese tipo de reglas simplemente tienen menos peso en medio de los cambios culturales y laborales ... El trabajador moderno simplemente no vive preguntándose “¿Dónde está el manual del código de vestir?" Da risa. Eso acabó con muchas de esas huellas de control corporativo sobre sus empleados.

¿Qué tiene de especial la moda de Nevada?

Una de las cosas que más admiro ... es la interpretación creativa de la ropa de vaquero en la vida cotidiana. El otro día en [el supermercado] Smith's vi a un hombre con un chaleco de mezclilla; fue como si tomara pequeñas piezas de ropa vaquera y las luciera por aquí y por allá.

Y cómo la gente hace eso aquí es genial. Definitivamente diría que eso es bastante exclusivo de Nevada.

¿En qué parte de la moda deberíamos poner atención en este momento?

Creo que una de las cosas más importantes cuando se habla no solo del impacto de la pandemia en la moda estadounidense, sino también de ver hacia dónde va la moda estadounidense, es el papel de las fibras sintéticas en nuestro guardarropa.

Las que se introdujeron en la década de 1950, a nivel comercial masivo ... simplemente se han apoderado lenta pero seguramente de partes significativas del mundo textil, y cómo nos vestimos y por qué podemos ir a [almacenes de ropa barata y de moda como] H&M es porque tenemos todas estas fibras sintéticas.

Una de las cosas clave en el futuro de la moda estadounidense es, ¿Qué papel jugarán en la próxima tendencia del vestuario estadounidense? Y parece que van a ser la fuerza dominante.

¿Existe un impacto ambiental que llega con esas fibras sintéticas?

Sí. Esa es la gran parte. La razón por la que tenemos moda rápida es porque podemos echar todos estos productos químicos a otros productos químicos y convertirlos en fibras. Y cada vez que se lavan, se les quitan un montón de trozos de plástico [y] van a la fuente de nuestra agua. Todo esto es para que podamos tener más ropa. Realmente es un gran problema. ¿Cuánto queremos comprar? ¿Y bajo qué contexto queremos comprar estas cosas?