Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés publicada en The Nevada Independent.

La directora del programa de mediación para desalojos de vivienda en Nevada dice que la cantidad de personas que aprovechan el servicio está en el extremo inferior de lo que ella esperaba, pero está teniendo cierto éxito al ayudar a propietarios e inquilinos a llegar a acuerdos que resulten en que las personas no pierdan su hogar.

Shannon Chambers, directora de la organización sin fines de lucro Home Means Nevada, encargada de administrar el programa, dijo que vio un aumento en el uso después de que terminó la primera moratoria de desalojo del estado el 15 de octubre. Hasta el viernes pasado, ha habido más de 800 casos que han sido asignados a un mediador.

Aunque hay muchos casos pendientes, se han realizado 111 mediaciones que resultaron en un acuerdo entre el propietario y el inquilino, y 214 que terminaron sin un acuerdo. Se descartaron 15 casos y 31 nunca llegaron a una mediación porque el propietario y / o el inquilino no respondieron.

Los legisladores autorizaron el programa de mediación durante una sesión especial este verano, con la esperanza de evitar que los tribunales se saturen. En el año fiscal 2019 hubo casi 46,000 desalojos en todo el estado, pero el juez de la Corte Suprema de Nevada, James Hardesty, calculó que podría haber tres veces ese número como resultado de la pandemia.

El programa, que se implementó en octubre, funciona así: Cuando un propietario solicita un desalojo a través de la corte, un propietario o inquilino puede elegir mediación, y se fija una fecha para una audiencia de desalojo por lo menos en 30 días.

La corte remite la solicitud de mediación a Home Means Nevada, y se asigna un mediador al caso dentro de dos días judiciales para que la sesión se pueda realizar durante el período de 30 días.

Hay unos 100 mediadores que cuentan antecedentes profesionales variados pero que han recibido 40 horas de capacitación para el trabajo. La mayoría de las mediaciones se hacen por teléfono, aunque algunas veces se realizan en videoconferencia y otras en persona, y las sesiones suelen durar unas dos horas.

Los mediadores exploran opciones que podrían resolver la situación relacionada con el desalojo, incluyendo búsqueda de fondos de ayuda para pagar la renta, considerar un plan de pago, reducción de la renta, descartar de cargos por tarifas atrasadas, o algún otro compromiso.

El flujo en el uso de la mediación ha sido un poco más lento de lo esperado. Chambers consideró que podría haber entre 1,000 y 4,000 casos en el programa, pero para fin de año, se espera que se haya atendido a un número en el extremo inferior de ese rango.

A menudo existen desafíos para lograr que todas las partes se sienten a la mesa para una mediación. En algunos casos, el inquilino ya ha abandonado la propiedad de la que está siendo desalojado. En otras ocasiones, la información de contacto no está vigente, o no se presentan a una sesión de mediación.

Críticos de la ley de desalojos, como LaLo Montoya, del grupo progresista Make the Road Nevada, dicen que el proceso de desalojo es demasiado rápido.

“A pesar del proceso, a pesar de sus mejores esfuerzos, no hay tiempo para los inquilinos”, dijo.

Aunque una nueva moratoria estatal para prevenir desalojos puede ayudar a las personas a permanecer en sus hogares hasta fines de marzo, Chambers dijo que las situaciones financieras subyacentes que impiden que los inquilinos estén al corriente con la renta a menudo son difíciles de resolver, incluso con un programa de mediación implementado.

“Si el inquilino no puede obtener ayuda para pagar la renta, y no tiene un trabajo y no tiene ningún ingreso, la mejor solución podría ser que el inquilino se mude y trate de conseguir otro lugar que pueda pagar", dijo. "Y no estoy diciendo que eso no sea algo duro a nivel humano, pero algunas de estas situaciones simplemente no son buenas y esa es la mejor manera en que lo puedo decir”.