Revisarán políticas de inmigración locales tras visita a Las Vegas de Jeff Sessions, fiscal general de EU
El grupo de personas congregado a las afueras de un pequeño restaurante en Las Vegas Boulevard se distinguía desde lo lejos.
Eran manifestantes que mostraban su descontento hacia Adam Laxalt, fiscal general de Nevada, y hacia Jeff Sessions, fiscal general de Los Estados Unidos, quien tomaba un desayuno antes de la reunión que ambos sostuvieron este miércoles con representantes de la policía local. El tema: Las ciudades santuario, el combate al crimen violento, y una revisión de las políticas locales de inmigración.
Laxalt y Sessions, ambos Republicanos, han expresado sus posiciones en cuestiones migratorias.
En el 2015, Laxalt incluyó a Nevada como parte de una coalición multiestatal encabezada por Texas para demandar al entonces presidente Barack Obama por una serie de acciones ejecutivas "enfocadas a acabar con la inmigración ilegal en la frontera, dar prioridad a la deportación de criminales y no de familias, y requerir que ciertos inmigrantes indocumentados pasen un chequeo de antecedentes penales a fin de quedarse en Los E.U sin temor a la deportación".
Sessions, quien se convirtió en el 84o. fiscal general de la nación en febrero de este año, fue uno de los principales opositores a una reforma migratoria comprensiva durante su etapa como Senador por Alabama en el Congreso y ha manifestado que el cumplimiento de las leyes migratorias deben ser una prioridad para el Departamento de Justicia.
“Estamos aquí hoy para decirle a Adam Laxalt que su agenda extremista, xenofóbica y anti-inmigrante no es bienvenida en Nevada”, señaló Kenia Morales, una activista quien dijo en entrevista que la comunidad de Nevada quiere que las familias permanezcan juntas y que haya confianza entre la policía y la comunidad inmigrante.
Morales comentó que algunos miembros de Progressive Leadership Alliance of Nevada Action (PLAN), Mi Familia Vota y la Unión Culinaria llegaron desde temprano para unirse a la protesta.
A unos pasos de ellos se encontraba otro pequeño grupo de personas en cuyas sus camisetas rojas, gorras, pancartas, y hasta calcetines, expresaban su apoyo al presidente Trump y al bloqueo en el uso de fondos federales para financiar ciudades santuario, un término que se refiere a jurisdicciones que tienen sus propias políticas acerca de hasta qué punto comparten información con autoridades migratorias.
No muy seguro
Sessions visitó Las Vegas para dirigirse a autoridades del orden estatales y locales. En su presentación de bienvenida a Sessions, Laxalt dijo que el fiscal estaba en Las Vegas “para discutir políticas peligrosas de ciudades santuario que liberan a criminales violentos de regreso en nuestra comunidad que ponen en peligro a nuestro estado, y a las personas en todo el país”.
En abril de este año el Departamento de Justicia solicitó a través de unas cartas que algunas jurisdicciones comprobaran su cumplimiento con las leyes de inmigración o estarían en riesgo de perder fondos federales.
Autoridades del Condado Clark, que estaba en la lista, respondieron en mayo, expresaron su rechazo a ser catalogado como ciudad santuario y refrendaron su apego a las leyes migratorias.
Sessions señaló que el programa de la policía de Las Vegas conocido como 287(g) — que identifica a criminales que son ingresados al Centro de Detenciones del Condado Clark y que están indocumentados en el país — “era un sistema muy cooperativo” con las autoridades de inmigración y que el lugar del Condado Clark en la lista de jurisdicciones santuario podría no ser tan precisa.
“Hay una lista que se preparó antes de que me convirtiera en fiscal general de ciudades y áreas que no son — son ciudades santuario y no están en cumplimiento”, dijo Sessions. “Estamos revisando eso. No estoy seguro de que sea preciso y vamos a llegar a ello con rapidez”.
El fiscal general de la nación también solicitó que las autoridades locales y estatales cooperen con el Departamento de Justicia para localizar y eliminar actividades de tráfico humano, abuso de opioides, y actividades de pandillas como la llamada MS-13, “cuyos lazos se extienden desde El Salvador hacia todo Estados Unidos”, dijo.
Sessions agregó que se están aplicando las leyes de inmigración y que en marzo de este año, en Nevada, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) arrestó a 61 ciudadanos extranjeros, 55 de los cuales tenían antecedentes criminales por delitos delitos sexuales, relacionados con drogas y violencia doméstica.
“Las Vegas no es ciudad santuario”
El concepto de ciudades santuario resaltó en Nevada a principios de este año, luego de que el presidente Trump firmara su orden ejecutiva.
Algunas entidades reiteraron su postura para mantenerse como ciudades santuario, mientras que líderes de algunas ciudades y condados en Nevada aclararon su postura, incluyendo a la Alcaldesa de la Ciudad de Las Vegas, Carolyn Goodman, quien al día siguiente del anuncio publicó en Twitter: “.@CityOfLasVegas no es una ciudad santuario y cumplimos con las regulaciones federales. Me apasiona encontrar un camino a la ciudadanía”
Durante la 79ª. Sesión Legislativa que concluyó el 5 de junio de este año, la Senadora Demócrata Yvanna Cancela introdujo el proyecto SB223, que tenía el objetivo de evitar que las fuerzas policiales realizaran funciones migratorias federales, pero ni siquiera llegó a una audiencia.
“Por el ambiente político en el que estamos, no había el movimiento necesario para que la gente viera que esto no es una póliza de santuario”, señaló Cancela en una entrevista con The Nevada Independent en español realizada en abril de este año.
“Esto se politizó demasiado y no se pudo tener una conversación de la póliza, sino que todo era ‘o estás con los inmigrantes, o estás en contra de los inmigrantes’ y no pudimos salir de ese momento para tener una conversación legítima”, dijo.