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Alzando la voz: Cómo 57 personas terminaron con el patrón de conducta indebida de un senador en la Legislatura Estatal

Megan Messerly
Megan Messerly
Michelle Rindels
Michelle Rindels
En Español
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Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés que aparece en The Nevada Independent

Los rumores empezaron desde el silencio, como suele suceder.

Fue durante la penúltima semana de abril, cuando la sesión en el edificio de la Legislatura Estatal se encuentra muy activa ante la aproximación de plazos que cumplir. Pero detrás del ajetreo había murmullos de otro tipo entre algunas de las mujeres que realizaban su pasantía.

Kimberly Mull, lobbyist [término en inglés para referirse a gestores o cabilderos que acuden ante legisladores para que voten a favor de proyectos de ley que sirvan a los intereses de empresas o instituciones] de los derechos de las víctimas, comenzó a captar la plática entre un pequeño grupo de mujeres que se encontraban en la sala de cabildeo. Al principio solo se hablaba de la conducta "rara" del Senador Demócrata Mark Manendo, que lentamente se convirtió en alivio.

Un día una de las pasantes entró a la sala de cabildeo, visiblemente molesta, diciéndoles a sus amigas que "el hombre es simplemente una persona muy, pero muy repulsiva", recordó Mull. Cuando Mull preguntó qué le ocurría, la mujer le dijo: "Manendo".

Cuando Mull pidió más información, las mujeres describieron comentarios incómodos que Manendo les había hecho. No eran de índole sexual, dijo Mull, pero "la esencia era que él les decía que no se daban cuenta de que no eran buenas para nadie”. La mujer le dijo que Manendo estaba tratando de "coquetear con nosotras y cosas así", pero que él se había "enojado" porque "no le hicimos caso", recordó Mull.

Mull, quien es sobreviviente de agresión sexual, dijo que inmediatamente supo que algo andaba mal.

"Todos mis sensores se habían encendido, y yo decía, necesito saber qué está sucediendo", explicó Mull.

Entonces comenzó a hablar con ellas, una por una, preguntándoles qué había pasado. Las acusaciones, dijo, iban desde Manendo haciendo comentarios de cómo le quedaba el vestido a una pasante, hasta mandándole a medianoche un mensaje vía LinkedIn a una pasante en donde le decía: "Cuando oigo que tú y algunas de tus amigas están hablando mierda de mí, pero te tratas de conectar conmigo (en LinkedIn) es como ofensivo ¡Yo nada más digo!".

Mull consideró que los mensajes de LinkedIn eran "muy inapropiados, muy amenazantes" y "extraños como el infierno para cualquier persona, y sobre todo para quien los recibía", una mujer veinteañera. Debido a que la conversación fue por escrito, Mull le preguntó a la joven si ella había pensado reportarlo.

"Ella respondió, 'Kim, somos pasantes", recordó Mull. "Y dijo, ‘nadie nos va a escuchar. Él es un senador. Nadie nos va a escuchar. No tenemos a quien recurrir".

Para ese punto, las acusaciones de las pasantes en contra de Manendo se pudieron haber manejado como sucedió en anteriores sesiones legislativas. Se pudieron haber presentado directamente ante los líderes o expuestas a través de un confidente. Los líderes legislativos pudieron haber hablado con las mujeres,  pedirles que escribieran sus quejas, o pudieron haber hablado con el director del Consejo de Asesores Legislativos (Legislative Counsel Bureau, por su nombre en inglés) y pedirle que entrevistara a las mujeres.

Las mujeres pudieron, como pasó con algunas en sesiones anteriores, negarse a hacer acusaciones formales por temor a perder su empleo, dañar su reputación o enfrentar represalias si el tema salía a la luz pública, en lugar de eso simplemente se advirtió a las mujeres nuevas en el edificio que mantuvieran su distancia con Manendo.

Pero eso no es lo que pasó.

Lo que sucedió es que dos senadores tomaron en serio las acusaciones cuando se recurrió a ellos, se contrató a un investigador independiente, y 57 personas se sintieron lo suficientemente cómodas para compartir, bajo promesa de confidencialidad, sus propias experiencias o,de lo contrario dar testimonio de lo que fue descrito como las “acciones inaceptables” del Senador Mark Manendo en este  y anteriores períodos de sesiones. Desde “comentarios y avances sexuales, hasta conducta agresiva, confrontacional y acosadora”. Ese hallazgo hizo que Manendo rápidamente renunciara.

Esa fue la medida más tangible que se ha tomado en la historia reciente para abordar el acoso bajo un contexto al que algunos en la Legislatura se refieren como "campamento de verano". La mayoría de los legisladores y cabilderos viajan 450 millas y viven lejos de su hogar en la pequeña ciudad capital de Nevada durante el período de sesiones que dura 120 días.

Justo al cruzar la calle, frente a la Legislatura, y casi cada noche, un bar ofrece reuniones para legisladores y cabilderos en las que grupos de interés especiales pagan la cuenta de la comida y bebidas alcohólicas. La fiesta con frecuencia sigue hasta altas horas de la noche en uno de los pocos bares que frecuentan personas de la Legislatura, quienes tienen poco tiempo para dormir antes de que los cabilderos y los legisladores, café en mano, regresen a las 8 de la mañana para participar en las reuniones del comité.

La dinámica social puede ayudar a fomentar las relaciones más importantes, necesarias para aprobar leyes, pero también puede crear un entorno propicio para el abuso de poder. La mayoría de las relaciones en la Legislatura no se rigen por una dinámica tradicional de empleador-empleado, así que cuando alguien cruza una línea, a menudo no hay ningún método claro para rectificar, y puede ser incómodo reportar estos incidentes en medio de una atmósfera de chismes, como si se tratara de una escuela secundaria.

Aunque la mayoría pidió el anonimato por temor a represalias y consecuencias de índole profesional, seis de casi cinco docenas de personas que hablaron con el investigador se acercaron a The Nevada Independent para compartir testimonios inéditos del comportamiento del senador. A raíz de las acusaciones de hostigamiento sexual contra el productor de cine Harvey Weinstein y toda una gama de hombres poderosos, algunos dicen que se quieren asegurar de que el público comprenda el dolor y la vergüenza que sienten las víctimas, y a la vez empoderar a otros para que alcen la voz y ayuden a prevenir este tipo de conducta en los pasillos del poder.

Manendo no respondió a varias solicitudes de comentarios por teléfono, mensajes de texto, correo electrónico, Facebook y Twitter enviados por The Nevada Independent, en los cuales se le presentó una lista detallada de las acusaciones concretas como parte del reportaje y los detalles sobre las circunstancias que giran en torno a la investigación independiente. (Un comprobante de lectura en Twitter confirmó que Manendo vio el mensaje).

Manendo no hizo comentarios públicos durante el curso de la investigación, aunque su abogado dijo que en ese momento tenía "confianza de que (Manendo) finalmente será exonerado”. En su carta de renuncia, Manendo no se refirió a la investigación ni a las denuncias en su contra, simplemente afirmó: "Siento que este es el momento de renunciar y buscar otras oportunidades para servir a los demás".

Un encuentro "vergonzoso y de dar miedo"

Una de las primeras señales de que 2017 sería un período de sesiones decisivo en los 22 años de carrera legislativa de Manendo se dio en febrero, el primer mes en el que los legisladores se reunieron en Carson City. Un cabildero y una cabildera que hablaron con The Nevada Independent describieron un encuentro ocurrido en una típica noche en la capital del estado durante una reunión social y de copas.

El cabildero dijo que la noche comenzó sin incidentes con una conversación entre él y Manendo en un bar frente a la Legislatura. Como el cabildero quería asistir a una fiesta de cumpleaños en otro bar, a manera de disculpa le dijo al senador que necesitaba irse porque tenía que sacar a pasear a su perro.

Más tarde, Manendo llegó al segundo bar, donde los dos cabilderos estaban bailando. En un intento por cubrir la mentira inocente acerca del perro, el cabildero se acercó al senador para entablar una conversación.

Manendo acusó al cabildero de haberlo esquivado en el otro bar y luego le preguntó si pasaría la noche con la cabildera.

"Yo le dije 'No, sólo somos amigos y, además, ella está casada”, comentó. "Entonces él respondió que las muchachas casadas son las mejores porque no hablan".

El cabildero dijo que se sintió incómodo con la conversación típica de vestidores de gimnasios donde los hombres tratan a la mujer como un objeto, pero que se sintió presionado a continuar la plática, especialmente porque estaba trabajando con Manendo en una iniciativa de ley. El cabildero mejor desvió la conversación a un tema más general, como los retos de salir con alguien durante el periodo de sesiones en la Legislatura.

"Tu pipi se ha de sentir solo", respondió Manendo, según el cabildero, quien agregó que esa frase se le quedó grabada por ser "tan rara, algo infantil".

La cabildera dijo que esa misma noche habló con Manendo, sin saber lo que había sucedido, y que la conversación giró en torno a porqué ella se oponía a una iniciativa de ley. Manendo se fue enojando cada vez más hasta que le dio un manotazo a una mesa que estaba muy cerca de ella.

"Pensé que me iba a pegar”, dijo. "Fue como de locos ver lo enojado que estaba. Había otras personas a mi alrededor, por lo que esto fue más vergonzoso y de dar miedo".

La entrevistada dijo que los amigos de Manendo lo agarraron y lo sacaron del bar.

"En ese momento no me pareció que hubiera ninguna connotación, y pensé que sólo había sido un mal momento porque había bebido", dijo.

Pero después de comunicarse a la oficina de Manendo al día siguiente con la esperanza de hacer las paces, el cabildero con el que había salido la noche anterior la llamó y le contó lo que Manendo había dicho antes de que ella platicara con él en el segundo bar.

"Había tenido una conversación sexual acerca de mí", dijo la cabildera a The Nevada Independent. "Me sentí muy perturbada".

La entrevistada expuso el asunto a su jefe, quien le aconsejó que le planteara su inquietud a Ford. Después de armarse de valor, dijo que habló con el líder del Senado, quien confirmó a este medio que recibió un informe un viernes, al día siguiente del supuesto incidente.

En última instancia, Ford y la cabildera acordaron que la situación podría manejarse con una fuerte amonestación y una directiva indicándole a Manendo no interactuar con ella.

Ford dice que, después de la reunión con la cabildera, tuvo una conversación con Manendo acompañada por una carta formal de amonestación, redactada por el asesor jurídico legislativo. La carta enumeraba los posibles remedios, como ser removido de otros comités, ser censurado por el Senado y temporalmente suspendido o expulsado por el Senado.

Cuando la cabildera testificó ante un comité del que Manendo formaba parte, dijo que "fue bastante cordial" e hizo preguntas, y también siguió el protocolo social.

"Creo que se manejó muy adecuadamente", dijo la cabildera. "Esta retórica está de moda, la connotación de que el senador Ford pudo haber hecho más. Él fue increíblemente solidario".

Aunque la mujer dijo que no tuvo más problemas con Manendo, otras personas que hablaron con The Nevada Independent comentaron que ese era sólo el primero de numerosos incidentes que ocurrieron durante la primavera.

"El asunto se debió haber resuelto desde hace mucho tiempo"

Hacia finales de abril, Mull estaba considerando qué hacer y a quién dirigirse acerca de las acusaciones contra Manendo — sin estar enterada en ese entonces de la conversación que la cabildera había tenido con Ford y la consiguiente amonestación — cuando escuchó una historia que la hizo actuar.

Era el 21 de abril, un viernes, cuando una de las pasantes le dijo a Mull que Manendo la había agarrado por el brazo y la había jalado hacia él en un bar. Mull narró que la mujer dijo que justo antes del incidente Manendo estaba tratando de hablar con ella, pero ella no le estaba prestando atención.

"En ese momento, yo me sentí, yo diría, como la Mamá Osa", agregó Mull. "Yo dije, ‘por supuesto que esto no’”.

"Si puedo conseguir que alguien escuche, si puedo lograr que el liderazgo escuche, ¿Podría hablar con ellos?" le preguntó Mull a la pasante.

"Probablemente", fue su respuesta. La pasante tenía miedo de perder su trabajo y meterse en problemas. Lo quería pensar mejor.

Con ese "probablemente" en la mano, Mull fue a ver a Pat Spearman, una de las dos senadoras que conforman el liderazgo Demócrata. Si hubiera sido una Republicana, Mull dijo que se hubiera dirigido al liderazgo Republicano.

"Yo no quería convertirlo en un asunto político, así que supe que tenía que buscar a alguien que estaba por encima de ellos”, dijo Mull.

Conforme Mull detallaba las acusaciones, Spearman dijo que se le revolvió el estómago. Spearman señaló que ella fue acosada sexualmente por un oficial superior mientras servía como capitán del Ejército en Panamá en 1986.

Un coronel la acorraló en su oficina un día y le dijo, "capitán, quiero penetrarle hasta los huesos",  recordó Spearman. Cuando le dijo que ella no hacía eso, él le dijo, "Bueno, eso es algo que usted probablemente necesita hacer”. Cuando él apareció afuera de la puerta de su habitación del hotel un sábado, Spearman le pidió a una recamarera que la sacara por un elevador de servicio.

Spearman nunca informó este incidente mientras estuvo en el ejército. Pensó que su supervisor no haría nada porque él a su vez era supervisado por el coronel. Ella dijo que "tomó la decisión conscientemente de aguantarme, apartarme de su camino, asegurarme de que nunca estuviera en un lugar a solas con él.

Cuando Mull explicó las acusaciones, Spearman pensó inmediatamente en su propia experiencia y no quiso que nadie más pasara por el mismo calvario.

"Hubo una parte de mi mente que regresó a Panamá en 1986”, dijo Spearman. "Y hay ira lenta acerca de eso".

Spearman dijo a quienes la aguardaban afuera de su oficina que tendrían que esperar más y llevó a Mull para hablar directamente con Ford acerca de las acusaciones. Ford despejó su sala de reuniones, y Mull le contó todo lo que sabía — aparte de los nombres de las pasantes o para quienes trabajaban, detalles que ella no puede revelar como defensora de la víctima. (Los defensores de las víctimas específicamente están definidos en la legislación de Nevada y su comunicación con las víctimas se considera confidencial y privilegiada).

Ford dijo que Mull le había contado acerca de "una señorita que le había dicho en confianza” acerca de interacciones "inapropiadas" y "basadas en índole sexual” que creían haber tenido con el Senador Manendo”, aunque no podía dar más detalles, excepto ella tenía permiso para decirselo a Ford. El Senador dijo que tomó tomar las acusaciones "muy seriamente" y le comentó a Mull que investigaría hasta donde las mujeres se lo permitieran.

Pero él también le dijo que necesitaba que las mujeres compartieran sus testimonios ante él con acusaciones concretas y específicas para llevar a cabo otra acción. Mull señaló que Ford ofreció cancelar su vuelo de regreso a Las Vegas ese día y quedarse el fin de semana por si alguien quería hablar con él.

Cuando Mull salió de la oficina de Ford, ya era tarde, y la mayoría de las mujeres que tenían quejas se habían ido a casa o habían dicho que querían pasar el fin de semana pensando si debían o no alzar la voz. Mull le mandó un correo electrónico a Ford para hacerle saber que no había motivo para quedarse el fin de semana.

El lunes 24 de abril, Ford le envió un mensaje a Mull para decirle que nadie había ido a hablar con él. Ella respondió diciéndole que no podía obligar a las mujeres a hablar y que lo único que podía hacer era decirles a las mujeres que él había prometido crear un ambiente seguro para que ellas pudieran compartir sus experiencias y preocupaciones.

Mientras tanto, Ford contactó a los abogados legislativos para hacerles saber que había recibido un informe de terceros con una acusación contra Manendo y que probablemente les pediría que contrataran abogados externos para llevar a cabo una investigación independiente. Ford, abogado de profesión, dijo que estaba "decidido" a llevar a cabo una investigación independiente porque cree en el debido proceso.

"Quería que la parte acusadora pudiera sentirse cómoda hablando con alguien que supiera de qué se trataba el señalamiento, y también darle a Manendo la oportunidad de hablar y luego un punto de vista objetivo podría percibirse o ser recibido por medio de la investigación", dijo Ford.

El jueves siguiente Ford visitó la sala del cabildo y pidió hablar con Mull en el pasillo. Él le dijo que dos mujeres habían ido a hablar con él, y que él quería saber qué más podía hacer.

"Yo veo esto como una oportunidad para ocuparnos de algo que debería haber sido resuelto hace mucho tiempo", le dijo Ford a Mull. "No quiero a hombres que abusen de las mujeres en este edificio. ¿Qué tenemos que hacer para que estas chicas se sientan cómodas contando sus testimonios?".

Mull se sorprendió tanto con lo que Ford le dijo — ella lo describió como un momento que nunca olvidará, incluso si permanece en la política 50 años más — que lo anotó en su teléfono. Ford confirmó que el comentario parece ser lo que él le dijo a Mull ese día.

Mull le explicó a Ford que muchas de las mujeres tenían miedo de hablar con Ford o con los abogados legislativos y estaban preocupadas por su trabajo o su empleo a futuro.

"Todo el mundo sabe todo lo que ocurre en este edificio", dijo Mull.

Ford le preguntó si las mujeres se sentirían cómodas contando sus testimonios a un investigador independiente. El legislador le explicó que eso significaría contratar una firma de abogados para entrevistar a las personas y sacar conclusiones sin la presencia de empleados, funcionarios o legisladores implicados.

"Eso es lo que necesitamos hacer”, respondió Mull. "Si ella no sienten preocupación de lo que usted o cualquier persona en este edificio piense, entonces es mucho más probable que cuenten lo que les pasó".

Ford le dijo que inmediatamente se encargaría del asunto.

Mensajes "hostiles"

La cabildera de 23 años de edad que habló con The Nevada Independent, pero pidió anonimato porque teme que sus futuros empleadores la juzguen por haberle contado su historia a los medios de comunicación, dijo que desde el principio le habían sido advertido en su trabajo en la legislatura que debía evitar a Manendo y que nunca fuera sola a su oficina.

Pero ella dijo que tomó las advertencias como simples rumores y que quiso darle el beneficio de la duda.

Eso cambió el 16 de marzo, cuando dice que involuntariamente añadió a Manendo a su lista de contactos en LinkedIn, al enviar numerosas invitaciones para conectarse en dicha red social. El senador, a quien le habían presentado brevemente hacía unas semanas, inició una conversación de mensajes directos que ella describió como "totalmente inapropiados" y "hostiles".

"Disculpe ¿Exactamente por qué desea conectarse aquí?" Escribió el senador, según las capturas de pantalla que la cabildera compartió con The Nevada Independent, y que muestran la interacción ocurrida a la medianoche.

"¡Oh, lo siento! Sólo toqué uno de esos ‘botones para contactar a la gente que tal vez conoces' y no lo revisé", ella le respondió. "Una disculpa si le di otra impresión, yo realmente no me di cuenta. Por favor, por favor siéntase en libertad de desconectarse".

Manendo continuó acusándola a ella y a sus amigas de "hablar mierda sobre mí", y agregó que "si tiene algo que decir, dígamelo a mí".
"Tengo muchos amigos que también me cuidan a mí", continuó Manendo. "Quién sabe, incluso podríamos estar en el mismo equipo respecto a algunos de estos temas legislativos así que le doy un pequeño consejo, en lugar de derribar a sus aliados debe proteger y defender".


Ella dijo que la conversación de LinkedIn tuvo lugar el jueves ya tarde y a primeras horas del viernes y que ella se lo comentó el lunes a dos de sus superiores. Uno le dijo que hablaría con Manendo acerca de la situación, pero no sabe si eso sucedió.

La cabildera dijo que piensa que su historia no es "la cúspide" de las acusaciones contra Manendo y no es de índole sexual, pero que quería compartirlo porque piensa que la cultura en la Legislatura necesita cambiar.

"Todo el mundo sabe lo que ha estado sucediendo durante 20 años", comentó. "Él quizá ni siquiera comprendió que lo que estaba haciendo o diciendo estaba mal, porque lo ha estado haciendo mucho tiempo".

"Yo no creo en actuar con base en una corazonada"

El lunes 1 de mayo, el Director del Buró de Consejeros Legislativos Rick Combs oficialmente contrató a la firma de abogados Van Dermyden Maddux, de Sacramento, que se especializa en investigaciones en el lugar de trabajo.

Ese mismo día, Mull recibió un correo electrónico de uno de los abogados de la firma, Justin Kochan, pidiéndole ayuda. Ella habló con Kochan y dijo que, aunque no podía darle los nombres de las mujeres sin su consentimiento, podría hacerles saber que él estaba interesado en hablar con ellas.

Él le dijo a Mull que quería ir a Carson City dentro de una semana y preguntó si existía un buen lugar para reunirse dentro de la Legislatura. Ella dijo que no, y sugirió utilizar una sala de conferencias dentro de la biblioteca en el edificio de la Suprema Corte de Justicia que está cruzando el patio frente a la Legislatura.

"Así es que eso hicimos. Él terminó instalándose a un lado de la biblioteca y tenía una sala de conferencias y nadie sabía quién entraba y quién salía”, dijo Mull. "Nadie sospechaba como para ir a ver qué había allí".

Mull dijo que muy lentamente comenzó a obtener permiso de las mujeres para compartir su información de contacto con Kochan. Al principio fueron seis o siete. Luego, otras cuatro o cinco. Después, otras dos o tres. Esas personas a su vez mencionaron otros nombres que el investigador debía entrevistar. (Kochan dijo en un correo electrónico a The Nevada Independent que no podía hacer ningún comentario acerca de la investigación).

Mull afirmó que más personas comenzaron a acercarse a ella conforme se supo que había una investigación. Comentó que una mujer que no conocía se le acercó en un baño en el Edificio de la Legislatura y la abrazó, diciéndole "gracias por echar la bola de nieve a rodar”. La mujer le dijo que lamentaba haber estado a solas en la oficina Manendo con él.

"No sé lo que pasó, pero ella estaba hablando de algo que sucedió probablemente hace 10, 15 años, y el que todavía se sintiera así, para que todavía quisiera abrazar a una extraña en el baño, significa mucho", subrayó Mull.

En total, Kochan habló con 58 personas para su investigación, incluyendo Manendo. Mull estima que más de 30 de esas personas tenían relatos de primera mano acerca de Manendo, basándose en el número de personas con quienes ella habló personalmente y quienes también le dijeron que hablaron con el investigador.

Ford dijo que varias veces revisó la investigación conforme ésta avanzaba. El investigador siguió escuchando a mas personas que querían contar sus testimonios, por lo que necesitó más tiempo para entrevistar a la gente y tener conversaciones de seguimiento con Manendo acerca de las otras acusaciones que surgieron.

Ford afirmó que le dejó en claro a ambos abogados legislativos y al investigador independiente que no había un plazo arbitrario para completar el informe.

Conforme las últimas semanas de la Sesión Legislativa llegaban a su plazo, con la investigación en curso, Ford decidió retirar a Manendo como presidente del Comité Senatorial de Transporte, diciendo que ese mismo día se habían presentado otras acusaciones y que se requería más tiempo para completar la investigación. (Ford dijo que cuando él le informó a Manendo que lo iba a remover, Manendo preguntó si mejor podía renunciar y Ford aceptó).

Ford dijo que, aunque las averiguaciones aún no se habían completado, con el fin de “proteger la institución del Senado” y conforme progresó la investigación, consideró haber recibido información suficiente como para remover a Manendo de su cargo como presidente del comité, el cual le dio el poder de permitir pasar o no iniciativas de ley dentro de ese comité.

Ford indicó que hubo suficientes preocupaciones entre los involucrados acerca de la posibilidad de que Manendo tomara represalias contra ellos por haber alzado la voz, que por eso quería asegurarse que quienes compartieran su testimonio ante el comité de transporte "pudieran hacerlo de manera justa" y sin verse implicados en la investigación.

Aunque algunos críticos han argumentado que Ford debió haber actuado antes, aclaró que "no cree en actuar con base en una corazonada".

"Yo quería tener la cantidad apropiada de información para poder tomar una decisión informada que pudiera ser defendida con base a la información que yo había recibido hasta ese momento, y es por eso que pude tomar esas decisiones cuando lo hice, y no antes", precisó Ford.

Entonces, el 5 de junio, horas antes del final de la sesión legislativa, Ford formalmente amonestó a Manendo en un largo discurso de cuatro minutos en el Senado.

"Aunque la investigación se ha centrado en la conducta más reciente, es evidente para mí que el Senador por el distrito 21 ha desarrollado una reputación de hostigar e intimidar a las mujeres jóvenes en la Legislatura y tener comportamientos que les incomodan y creo que esta conducta ha tenido un impacto negativo en el ambiente de trabajo dentro de la Legislatura", puntualizó Ford en su discurso.

Ford también trabajó con el Vocero de la Asamblea, Jason Frierson, para introducir varios cambios de reglas de último minuto que requieren que el personal legislativo desarrolle un sistema formal de reporte de denuncias, ampliar la actual política de acoso para cubrir a los cabilderos y crear un nuevo "Código Legislativo de Ética". El legislador dijo que la resolución fue introducida en los últimos minutos de la sesión legislativa debido a la cantidad de tiempo que tomó redactar el proyecto con todas las demás enmiendas de último minuto y las iniciativas de ley que se revisaron al cierre de la sesión.

Finalmente, el 13 de julio — a más de cinco semanas después del final de la sesión legislativa y el doble de tiempo desde que comenzaron las averiguaciones — el investigador presentó su informe, encontrando que Manendo había participado en al menos 14 incidentes de conducta indebida durante el período de sesiones del 2017, junto con los casos de mala conducta de los períodos de sesiones anteriores. Ford dijo que era "cuestión de días" entre cuando recibió el informe final y cuando conversó con Manendo acerca de presentar su renuncia o llevar el asunto ante el pleno del Senado; Ford subrayó que pasaron "minutos" entre el momento en que Manendo ofreció su renuncia y el anuncio fue hecho público el 18 de julio.

Al preguntarle por qué tomó unos días para acercarse a Manendo, Ford dijo en un comunicado que "trabajó con diligencia con los abogados independientes de LCB en cada paso del camino para tomar una acción inmediata lo antes posible" y que "los pasos que dimos fueron investigados de manera eficaz y eficiente para proteger a las víctimas que se acercaron y garantizar el debido proceso".

El investigador concluyó que Manendo había “violado la política contra el acoso de la Legislatura; había participado en múltiples y repetidos casos de comportamiento inapropiado, ofensivo e inaceptable hacia empleadas y cabilderas; y había intentado interferir con la investigación posterior acerca de su conducta", según el resumen incluido en un comunicado de prensa del Caucus Demócrata en el Senado. El periodista Steve Sebelius, quien entonces trabajaba en el periódico Las Vegas Review-Journal, reportó a finales de junio que Manendo contactó a una testigo y le pidió que cambiara su testimonio después de que ella se acercó al investigador.

El comunicado de prensa concluyó con una reflexión final: "A fin de mantener la privacidad y la confidencialidad prometida a las víctimas y los testigos que hablaron con el investigador independiente, el informe de la investigación no se hará público".

"Una triste "norma" que hemos creado"

Otro cabildera que habló con The Nevada Independent dijo que su experiencia adversa con Manendo este año no fue de índole sexual pero fue decididamente agresiva, y la dejó sintiéndose "verbalmente atacada" y nerviosa acerca de la posibilidad de reunirse de nuevo con él.

Una de las razones por las que dudó en hacer pública su experiencia y todavía quiere permanecer en el anonimato, es que teme el escrutinio que podría enfrentar: La crítica de que se expuso a tal situación, o que no fue gran cosa y que su reacción es exagerada.

La entrevistada dijo que conoció a Manendo previamente en una recepción pero que no tuvo mucha relación con él. Una noche, ella vio al senador cuando le gritaba a una mujer en un bar y exigió que le dijera para quién trabajaba.

Unos días más tarde, se topó con él en el pasillo, donde él le dijo: "¿Por qué nunca me saludas? Nunca me saludas a mí".

Ella lo saludó y siguió caminando.

Más tarde ese día, al ordenar una copa en el mismo bar en Carson City, dijo que notó que Manendo la veía fijamente a poca distancia. Cuando volteó, él de nuevo la confrontó.  

"¿Sabes cómo hablar con la gente? ¿Qué te pasa? Ni siquiera sabes cómo hablarle a la gente", recordó la entrevistada. Nerviosa, suavemente, ella contestó que no sabía cómo hablar con la gente, y se alejó.

"Me humilló verbalmente y de una manera amenazante", dijo. "Supongo que sólo me vi a mí misma como una chica de 21 años, una chica de 25 años, y no supe qué hacer".

Ella le contó estos incidentes a su jefe y a otros de sus conocidos. Le dijeron que el problema había ocurrido durante años y nadie había averiguado cómo resolverlo. Semanas más tarde, después de quebrarse la cabeza tratando de determinar si era demasiado sensible ante dicha situación, ella se comunicó por correo electrónico con Ford para reportar la interacción.

"Lo primero que me dijeron fue que NUNCA entrara a la oficina de Manendo a solas. Me aconsejaron que si algo pasaba yo podía decirle a mi jefe sin temor a represalias", escribió. "Soy consciente de que la misma instrucción se le da a casi todas las mujeres al inicio. Para mí, es muy triste la ‘norma’ que hemos creado".

Ella dice que su encuentro no fue con ira o mezquindad; como sobreviviente de una agresión sexual, reconoció los sentimientos familiares de culpa e impotencia que provocan situaciones de violación.

La entrevistada espera que quienes asuman el poder reconozcan el riesgo personal que la gente tomó para informar abiertamente al investigador de este caso, y espera que la Legislatura, que está llena de abogados, luche contra acciones que son dolorosas e inapropiadas, incluso si no son técnicamente ilegales.

"Es difícil, especialmente para los abogados, porque eso no es violar la ley", dijo sobre el acoso. Pero para los afectados, "esto les ha causado dolor o preocupación o temor. Les arrebató su poder".

Preguntas acerca de la confidencialidad

Luego de que Manendo renunciara a su cargo en el Senado, tanto The Nevada Independent cómo el Review-Journal presentaron solicitudes para obtener el informe de la investigación a través de registros públicos. Cuando se hicieron las solicitudes para obtener el informe, Mull dijo que Spearman y Ford inmediatamente se pusieron en contacto con ella y con algunas de las personas que hablaron con el investigador para preguntarles cómo debían proceder.

Mull recuerda que le preguntaron. Spearman y Ford confirmaron que hablaron con Mull sobre cómo debían mantener  confidencial el informe. (Spearman también destacó que no conoce la identidad de las personas que acusaron a Manendo; ella consideró que "si querían que yo supiera, mi puerta estaba abierta, pero nadie vino y yo no tengo problema con eso").

Mull dijo que habló con un pequeño grupo de personas que alzaron la voz, y llegaron a un consenso: No querían que se publicara el informe. Varias personas que hablaron con The Nevada Independent mostraron su preocupación y dijeron que, aunque no se redactaran sus nombres, quienes trabajan en o alrededor de la Legislatura serían capaces de averiguar quiénes son y posiblemente podrían tomar represalias contra ellos por haber contado su testimonio.

Ford y Spearman escucharon sus preocupaciones y prometieron hacer todo lo posible para sellar la investigación.

Ford dijo que desde las primeras etapas de la investigación, la mujer con la que habló indicó que deseaban la confidencialidad, pues tenían miedo a posibles represalias y venganza. Ford comentó que algunas de las denuncias y la descripción de los eventos están detallados hasta el punto de que incluso con censura la gente sería capaz de averiguar quién estuvo involucrado.

Ford también negó que la investigación hasta cierto punto fue un esfuerzo políticamente motivado para agotar un posible desafío en las elecciones primarias de Manendo en contra del  Senador Tick Segerblom para la Comisión del Condado Clark, como algunos sugirieron durante la sesión.

"Eso ni siquiera pasó por mi mente, y es en lo que menos pensé. Así que, saben, es una mentira llana y simple, de nuevo, y la gente debería avergonzarse de sí misma, de haber hecho estas terribles declaraciones acerca de esta circunstancia", señaló Ford. "Yo no soy así, eso no es lo que yo hago, y eso no es lo que pasó aquí".

Aunque Ford, Spearman y Mull, cada uno por separado, dijeron que el hecho de que el informe sea confidencial fue a solicitud de las víctimas, ese no es el argumento que los abogados del LCB expusieron en una negativa de 37 páginas para las solicitudes de obtener los registros públicos. La negativa se centró principalmente en el argumento de que la Ley de Registros Públicos del estado no aplica a la Legislatura debido a la separación de poderes en el gobierno del estado, así como a los privilegios y la inmunidad legislativa.

Aun así, los abogados hicieron hincapié en que "la autoridad constitucional fundamental" de la Legislatura para proteger la divulgación de información se extiende por representación para proteger los derechos de privacidad de quienes participan en el proceso legislativo para que denuncien las acusaciones de hostigamiento sexual en el lugar de trabajo. Los abogados también anotaron que la Legislatura tiene el interés de proteger la confidencialidad de las investigaciones legislativas o las comunicaciones relativas a los legisladores o al proceso legislativo, incluyendo las comunicaciones con otros legisladores y personal legislativo, con organismos públicos, funcionarios y empleados, y con los electores, los cabilderos y otras personas interesadas".

Ford dijo en el comunicado que "ahora darle la vuelta a todo y liberar el informe, el cual es probable que proporcione suficientes indicadores para exponer a algunos de los acusadores, iría en contra de la opinión que el LCB dio en su dictamen sobre la ley actual y pondría a estas valientes mujeres, sus carreras profesionales y su vida, en riesgo".

"Para muchas de estas mujeres que alzaron la voz, la idea de que este informe sea liberado — incluso eliminando su nombre — es aterradora", dijo Ford. "Ellas deben ser capaces de saber que su identidad y sus experiencias no serán expuestas ante su acusador o ante cualquier otra persona debido a juegos políticos".

Sin embargo, a raíz de las recientes acusaciones contra el Representante Demócrata Rubén Kihuen y el amplio debate nacional alrededor de acoso y la agresión sexual, algunos han renovado el llamado a hacer público el informe. El Senador Republicano Michael Roberson dijo en Twitter que no recibió ninguna denuncia de los legisladores de cualquiera de las partes cuando era líder de la mayoría en el Senado, y criticó a su homólogo después de que surgió la noticia sobre Kihuen, un ex senador Demócrata.

"Senador Aaron Ford, la noticia de hoy es otro claro ejemplo de la depredación sexual en su caucus y bajo su ‘liderazgo’. Es hora de que usted redacte los nombres y libere el maldito informe o deje el cargo y permita que alguien más asuma el liderazgo", escribió Roberson en Twitter.

El Sindicato de Trabajadores Local 872 dijo en un tuit que está planeando demandar al liderazgo Demócrata por el informe, diciendo que "entienden que hay (otros) que posiblemente cometieron acoso y queremos ver si alguien está tratando de ocultarlo".

Tommy White, jefe del Sindicato y colaborador cercano de Roberson, dijo que está trabajando con The Urban Law Firm en Las Vegas y con el abogado laboral David Rosenfeld en California para estudiar qué se puede hacer para obligar la publicación del informe. Describió el esfuerzo como algo que apenas está en las "primeras etapas" y dijo que espera que la mera noción de una demanda impulse al liderazgo a liberar el informe.

"Debe ser información pública porque fue pagada con los dólares de los contribuyentes", dijo, y agregó que si recibe el informe, le gustaría publicarlo con los nombres redactados de las víctimas de acoso.

Según Ford hasta hoy, solamente los abogados legislativos, el investigador especial y él, han tenido la posibilidad de leer el informe. Al preguntarle si las denuncias contra otras personas además de Manendo fueron incluidas en el informe final, Ford dijo en un comunicado que no ha sido notificado de denuncias de hostigamiento sexual contra otro legislador estatal, ya sea Demócrata o Republicano.

"Si yo hubiera recibido una queja sobre mala conducta en cualquier momento contra un legislador, cabildero o miembro del personal, lo hubiera discutido con la persona que formuló la acusación y habría iniciado una investigación independiente como lo hice con el señor Manendo", dijo Ford. "El hecho de que no lo hice en relación a otra persona debe responder la pregunta de si otras personas han sido implicadas en un momento anterior, durante o después de la investigación de Manendo".

Otros han argumentado que, debido a que los contribuyentes financiaron el informe — mismo que costó $70.000 — los contribuyentes deben tener la posibilidad de verlo. Pero Mull dijo que sin el investigador independiente y la promesa de confidencialidad, nadie habría presentado denuncias contra Manendo.

"Sólo porque no se ajusta con su cronología o su narrativa eso no significa que puede politizarlo, especialmente cuando ellos hicieron las cosas que nosotros pedimos”, dijo Mull.

Nota: El Sindicato de Trabajadores Local 872 ha donado $75,000 a The Nevada Independent. Usted puede consultar la lista completa de donantes aquí.

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El Editor Jon Ralston explica el enfoque de The Nevada Independent en este y los reportajes futuros acerca de una conducta sexual indebida.

 

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