Cancelan TPS para Nicaragua, incertidumbre para otros países centroamericanos
La noche de este lunes el Departamento de Seguridad Nacional anunció el fin de un programa que había permitido vivir el sueño americano a miles de inmigrantes nicaragüenses: Su estatus de protección temporal terminará el 5 de enero del 2019. También se dio a conocer una prórroga automática de otros seis meses para Honduras, indicando que todavía no se ha tomado una decisión definitiva para ese país.
La noticia se dio a conocer a través de un comunicado en el que se indicó la decisión de Elaine Duke, secretaria adjunta del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de poner fin al programa.
DHS informó que una vez terminada la última extensión para Nicaragua el próximo 5 de enero de 2018, habrá un período adicional de 12 meses, hasta el 5 de enero de 2019, para permitir que los inmigrantes puedan regresar de manera ordenada a su país, durante ese tiempo busquen opciones legales que les permitan obtener un estatus de estancia permanente si son elegibles, o, bien, para preparar su partida.
La dependencia señaló que la decisión de terminar con el TPS para Nicaragua se tomó tras haber determinado que ya no existen las condiciones por las que se otorgó la protección, y agregó que el gobierno nicaragüense no había solicitado la extensión del programa.
Con respecto a Honduras, la secretaria Duke concluyó que se necesita más tiempo para obtener información adicional y así tomar una decisión. Aunque la designación del TPS para ese país centroamericano se extendió hasta el 5 de julio del 2018, se dejó abierta la posibilidad de que también sea cancelada.
“Dada la información disponible actualmente para la secretaria adjunta”, indica el comunicado del DHS, “es posible que la designación del TPS para Honduras será terminada al finalizar la extensión automática de seis meses con un retraso apropiado”.
La dependencia también hizo un llamado a que el Congreso actúe para promulgar una solución permanente no solo para Nicaragua, sino para los otros países amparados por el TPS.
De acuerdo con un reporte publicado este mes por el Servicio de Investigación del Congreso, actualmente 57,000 hondureños y 2,550 nicaragüenses están amparados por el TPS, que según la oficina del Servicio de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) tiene el objetivo de proporcionar alivio humanitario de carácter temporal sin conducir a un estatus de residencia legal permanente.
El Estatus de Protección Temporal o TPS, ha permitido que inmigrantes provenientes de 10 países — Honduras, El Salvador, Haití, Nepal, Nicaragua, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Siria y Yemen — se queden en los Estados Unidos en lugar de regresar a sus lugares de origen, afectados por epidemias, conflictos armados, o desastres naturales.
Algunas de las protecciones que otorga ese programa temporal incluyen que sus beneficiarios no sean removidos de Estados Unidos, puedan obtener autorización de empleo y de viaje, y no sean detenidos debido a su estatus migratorio.
El secretario del Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security, DHS, por sus siglas en inglés) es quien se encarga de otorgar esa designación, que Nicaragua recibió en 1999, luego de la catástrofe causada por el huracán Mitch.
El Salvador
Tras darse a conocer la noticia para los beneficiarios nicaragüenses del TPS, Hugo Martínez, Canciller de El Salvador, dijo que el viernes pasado sostuvo en Washington una reunión con Duke para abogar por el TPS para sus compatriotas, y que su gobierno aprovechará este tiempo para hacer más gestiones con el Congreso.
“Para el caso de El Salvador no se anuncia una decisión. Se estará esperando en el margen hasta el 7 de enero del próximo año”, señaló el Canciller salvadoreño Hugo Martínez en una entrevista telefónica con El Noticiero de Canal 6. “Nosotros vamos a enfocarnos en nuestra estrategia en los próximos meses hacia el Congreso, pidiéndoles que busquen una salida definitiva a través de una legislación”.
Pero salvadoreños y hondureños amparados por el programa temen que su turno esté próximo, ya que además del anuncio de este lunes para los nicaragüenses, en mayo de este año el gobierno estadounidense anunció que extendería el TPS para los haitianos sólo por seis meses más, sin prometer nuevas prórrogas.
Tirso Sermeño, Cónsul General de El Salvador en Las Vegas, comentó a The Nevada Independent en junio pasado que los beneficiados del programa sienten temor ante la posibilidad de tener que dejar los Estados Unidos y la inseguridad de no saber qué va a suceder.
“Comenzó con el TPS a los haitianos y después los centroamericanos, como nicaragüenses, hondureños y salvadoreños”, dijo el cónsul. “Cuando John Kelly menciona que aquellos beneficiarios del TPS pudieran empezar a prepararse para regresar a sus países de origen, comienza lógicamente la preocupación de la comunidad”.
El Cónsul indicó que el TPS se renueva cada 18 meses, por lo que desde noviembre del 2016 la representación de su país comenzó las gestiones con el gobierno de Los Estados Unidos para mantener el programa y resaltar las contribuciones de sus compatriotas en este país.
El funcionario agregó que el Presidente Donald Trump decide otorgar o cancelar el programa y que no es una decisión que depende de las autoridades salvadoreñas.
En enero del 2010 Haití fue sacudido por un terremoto cuyas consecuencias fueron devastadoras, por lo que Janet Napolitano, Secretaria del DHS, dio a conocer en un comunicado la designación de un TPS por 18 meses a nacionales haitianos que estuvieran en Los Estados Unidos a partir del 12 de enero de 2010.
John Kelly, Secretario del DHS, dio a conocer en un comunicado que la extensión del TPS para ese país sería por un periodo limitado de seis meses, “tiempo que debería permitir a los haitianos beneficiarios del TPS residentes en EEUU el tiempo suficiente para conseguir los documentos y hacer los preparativos necesarios para su salida final”.
Desde entonces, ese TPS se había extendido por el mismo periodo, pero el pasado 22 de mayo John Kelly, Secretario del DHS, dio a conocer en un comunicado que la extensión ahora es por seis meses, “tiempo que debería permitir a los haitianos beneficiarios del TPS residentes en EEUU el tiempo suficiente para conseguir los documentos y hacer los preparativos necesarios para su salida final”.
Diferentes esfuerzos
Bajo ese panorama, políticos, activistas y grupos de trabajadores ya se habían unido a mediados del 2017 para solicitar la extensión del TPS.
El pasado 19 de julio un grupo de senadores — 25 Demócratas y un Independiente — envió una carta a los secretarios de Seguridad Nacional, John Kelly, y de Estado, Rex Tillerson, para instarlos a que extiendan el plazo de estadía para los beneficiarios del TPS.
“Los instamos a que revisen de cerca cada una de sus designaciones”, solicitaron los senadores en su carta conjunta, agregando que se debería considerar que terminar con el TPS y ordenar el regreso de sus beneficiarios, podría afectar su seguridad y los esfuerzos de reconstrucción de sus países.
En una segunda ocasión, este 19 de octubre veintidós legisladores demócratas, incluyendo la senadora por Nevada Catherine Cortez Masto, enviaron una carta a los secretarios de Estado, Rex Tillerson, y Elaine Duke, secretaria adjunta del Departamento de Seguridad Nacional, para instarlos a que el gobierno federal extendiera el plazo de estadía para hondureños y salvadoreños amparados por el TPS.
Los senadores indicaron que las condiciones de violencia, pobreza y limitación de recursos en Honduras y El Salvador son una base clara para que se extienda el TPS, y también destacaron las contribuciones de los beneficiarios del programa a la economía estadounidense:
“Proveen apoyo importante a la industria de la construcción de los Estados Unidos, y estas personas trabajadoras serán contribuyentes esenciales para los esfuerzos de reconstrucción de los huracanes Harvey e Irma”.
Los legisladores resaltaron que mandar a los beneficiarios del TPS de regreso a El Salvador y Honduras podría causar inestabilidad en esos países, y destacaron que contribuyen de manera positiva en Estados Unidos al pagar millones de dólares en impuestos y que, si son deportados, el crecimiento económico del país se vería afectado durante la próxima década.
En agosto pasado, el Congresista Demócrata Ruben Kihuen organizó una conferencia de prensa acompañado por miembros del Sindicato de Trabajadores Culinarios Local 226 beneficiarios del TPS y otros líderes comunitarios para solicitar la permanencia del programa de protección.
“Estamos aquí para pedirle a Dean Heller que diga lo que piensa”, dijo Kihuen en una entrevista al término del evento, señalando el apoyo de Heller a una propuesta de ley de reforma migratoria comprensiva en el 2013. “Sé que es una persona razonable. Es alguien que se preocupa por los inmigrantes. Lo demostró en el pasado y le estamos pidiendo una vez más que sea compasivo con estas familias que viven en su estado y que apoye esto”.
Geoconda Argüello-Kline, secretaria tesorera del Sindicato de la Unión Culinaria Local 226, dijo a The Nevada Independent al término de la conferencia que entendía la preocupación de beneficiarios del TPS porque ella también es inmigrante. Salió de Nicaragua en 1979 con destino a los Estados Unidos por razones políticas y obtuvo protección con un permiso que había que renovar constantemente. Después obtuvo asilo político y, finalmente, la residencia.
“Es muy difícil”, dijo Argüello-Kline acerca del TPS. “Uno no siente estabilidad y al mismo tiempo, no le permiten aplicar para la residencia en este país, y un día hacerse ciudadano.”
“No vamos a parar”, dijo Argüello-Kline en agosto. “Lo que estamos viendo es una opresión, una intimidación a las familias. Si no extienden esto, los van a poner como criminales, como si no tuvieran ninguna documentación en este país”.