Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés, misma que aparece en la página de The Nevada Independent.

Este sábado, el Vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, compartió el duelo que atraviesa la comunidad de Las Vegas y, en un discurso que pronunció durante nueve minutos desde Las Vegas City Hall, aseguró que el mal no eclipsará el amor que existe en los Estados Unidos.

Como prueba del vínculo inquebrantable de los estadounidenses, Pence resaltó el trabajo de socorristas, profesionales de la medicina y buenos samaritanos quienes lucharon para salvar vidas después del tiroteo en un festival de música country.

"El domingo por la noche, Las Vegas se topó cara a cara con la maldad pura. Pero ningún tipo de maldad, ningún acto de violencia podrá disminuir jamás la fuerza y la bondad del pueblo estadounidense”, dijo Pence. "Como dijo el Presidente Trump el lunes por la mañana, nuestra unidad no puede ser quebrantada por el mal. Nuestros lazos no pueden romperse por la violencia”.

El Vicepresidente y su esposa, Karen, viajaron a Las Vegas este sábado por la mañana y se dirigieron a los miembros de la comunidad que participaron en una "caminata de unidad en la fe”, un recorrido de siete millas desde cuatro diferentes puntos de la ciudad que tuvo como punto final de reunión Las Vegas City Hall.

Pence dijo que el Presidente les pidió asistir y permanecer con la comunidad de Las Vegas mientras sana de la tragedia que cobró 58 vidas e hirió a casi 500 personas.

Esta es la primera visita pública de Pence a Nevada desde que asumió su cargo en enero, ya que debido al huracán Harvey, canceló un discurso planeado para un evento de recaudación de fondos que organizó en agosto Adam Laxalt, Fiscal General de Nevada y aspirante a la gubernatura del Estado de Plata.

Pence hizo eco de lo que Trump dijo durante su visita a Las Vegas días antes, especialmente al expresar gratitud por los socorristas y otros "héroes” que surgieron la noche del tiroteo.

"Como dijo aquí el miércoles el Presidente Trump, en las entrañas del horror, siempre vamos a encontrar esperanza en los hombres y mujeres que arriesgan su vida por nosotros”, indicó Pence. "Encontramos esperanza en las heroicas acciones del Departamento de la Policía Metropolitana de Las Vegas, el departamento de bomberos y los socorristas que esa noche, sin tener en cuenta su seguridad personal, se apresuraron para adentrarse en el peligro. Sus acciones son ejemplo de la mejor tradición del cumplimiento de la ley, y sus acciones sin duda salvaron vidas esa noche”.

Después de su discurso, Pence pasó un tiempo considerable saludando y conversando con los asistentes, entre ellos, Dana Owen, cuyo yerno e hija estuvieron en pleno tiroteo y fueron mencionados en los comentarios del vicepresidente.

"Eso tocó su corazón”, dijo Owen. "Él es un buen hombre, tiene un buen corazón”.

Joseph Callahan no conversó con Pence, pero dijo que los viajes de Trump y del vicepresidente reflejaban positivamente la capacidad de respuesta que tuvo Las Vegas.

"Cuando alguien de ese nivel dice ‘hicieron todo lo correcto’, eso ilumina la ciudad y refleja quiénes somos”,comentó Callahan.

El evento orientado a sanar Nevada atrajo a una serie de políticos locales de ambos partidos, incluyendo a los Senadores Dean Heller, y Catherine Cortez Masto; a los Congresistas Jacky Rosen, Ruben Kihuen y Dina Titus; la Alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman; al Líder de la Minoría en el Senado estatal, Michael Roberson; y a la Senadora Estatal Becky Harris.

Goodman llamó a la comunidad y al mundo para honrar a las personas que resultaron heridas o que perdieron su vida y a no concentrarse en el "horroroso y animal sin sentido" que cometió el tiroteo masivo más mortífero en la historia moderna de los Estados Unidos. También insistió en la resistencia y la seguridad de la ciudad.

"No vamos a definirnos por el odio, la violencia”, dijo Goodman. "No vamos a definirnos por la ira, y no vamos a definirnos por el miedo”.

Aunque la mayoría de los oradores subrayaron la necesidad de tener unidad, Titus agregó de manera notable un llamado a la acción acerca del control de armas. A principios de esta semana, la congresista anunció que respalda una iniciativa de ley que prohibiría los dispositivos que permiten disparar imitando el ritmo de un arma automática.

En la habitación del Mandalay Bay Resort y Casino, donde el gatillero de 64 años de edad, Stephen Paddock, llevó a cabo su ataque, los investigadores recuperaron una docena de los llamados mecanismos bump stock, dispositivos adjuntos a un arma cuyo objetivo es acelerar la descarga de municiones.

"Oremos también por quienes están en el gobierno, que tengan la sabiduría, el valor y la determinación para unirse y encontrar maneras de poner fin a la violencia armada que azota a nuestro país”, dijo Titus. "Desde las primarias hasta las universidades, desde los cines hasta clubes nocturnos, desde las calles de la ciudad hasta los conciertos de música country, esto no puede continuar”.

Heller, quien recientemente mandó una carta pidiendo a los reguladores federales retomar el tema del estado legal de los bump stocks, no mencionó la violencia con armas de fuego durante su discurso, pero subrayó que de una manera extraña la "desgarradora" balacera ha unido más a la ciudad y a sus residentes.

"Con este dolor, también hay un sentido de orgullo”, dijo Heller. "Más allá de las luces de neón y del atractivo de Las Vegas, late el corazón de un verdadero hogar, de una verdadera familia, de una verdadera comunidad de fe”.

Varios asistentes, como Bobby Dragone, dijeron que apreciaban las palabras de Pence, especialmente por su fuerte fe cristiana.

"Estamos muy orgullosos de tenerlo como vicepresidente, y nos da gusto que haya estado aquí, porque somos Fuertes en Vegas”, dijo Dragone. "Mis ojos se han llenado de lágrimas, así que estoy agradecida”.

Pence tenía programado pasar sólo dos horas en Las Vegas, antes de partir rumbo a Indianápolis para hacer una visita planeada a un partido de los Colts el domingo.

Después de los discursos en Las Vegas City Hall, organizadores del evento liberaron 58 palomas, una por cada persona que falleció en el tiroteo.