Dueño de burdel Mustang Ranch en el Norte de Nevada pide un “mejor respeto” para esa industria

El prominente propietario de burdeles en Nevada y candidato a la Asamblea Dennis Hof fue encontrado sin vida en una de sus siete casas de citas hace casi un año, pero su muerte no ha mantenido a esa industria fuera del ojo público.
Dichos negocios se enfrentaron a un esfuerzo legislativo para prohibirlos y a una propuesta para investigar las condiciones de trabajo a través de un estudio formal.

A mediados de agosto, Lance Gilman, promotor inmobiliario y dueño del burdel Mustang Ranch en el Condado Storey, abrió sus puertas para crear un sentido de transparencia tanto para su negocio como la prostitución legal en general.
“Creo en ello, y me siento muy orgulloso, y estoy muy consciente de los beneficios que le trae a la comunidad, especialmente a las damas y los clientes”, dijo. “Mi legado es que quiero dar el siguiente paso. Quiero ver más entendimiento por parte de las personas, un respeto para el negocio como una industria. Si puedo dejarlo en un lugar mejor en el que lo encontré, entonces habré alcanzado mi visión”.
El Mustang Ranch queda a unos 20 minutos fuera de Reno y está formado por tres casas rojas. La casa a la que fue invitada la prensa, está decorada al estilo griego con estatuas femeninas desnudas.

Gilman y Tara Adkins, una de las dos madams o gerentes del negocio, dicen que apoyan la ACR6, una propuesta de la Asambleísta Demócrata Lesley Cohen para estudiar las condiciones dentro de los burdeles.
Una de las preocupaciones de las trabajadoras, quienes son contratistas independientes, es la posibilidad de no tener libertad de entrar y salir cuando quieran de los burdeles en los que trabajan.
Algunos burdeles en Nevada requieren que las trabajadoras se queden dentro del establecimiento hasta una fecha final de contrato. La duración de un “turno” en un burdel sellado puede ser desde 10 días hasta tres semanas.
Adkins asegura que las mujeres que trabajan en Mustang Ranch son libres de entrar y salir cuando quieran, pero cada siete días tienen que hacerse exámenes médicos que pagan de su bolsillo, y a los que deben ir con un conductor contratado para asegurar que no se comprometan los exámenes o se tomen riesgos innecesarios.

Nevada es el único estado en el país que tiene un sistema legal de trabajo sexual, aunque la prostitución fuera de un burdel autorizado es ilegal, y los condados más grandes del estado prohiben los burdeles.
Algunas trabajadoras sexuales y organizaciones de los derechos humanos apoyan la despenalización de la prostitución en general, aun fuera del sistema legal de los burdeles.
Quienes están a favor dicen que la despenalización ayudaría a proteger a las trabajadoras de esa industria y a implementar límites legales y supervisión.
Adkins dice que sería un error.
“Pienso que si la despenalizan, van a poner a todas las mujeres en manos de depredadores”, dijo.
Adkins argumenta que, por tener un ambiente regulado y supervisión, burdeles como Mustang Ranch son más seguros para el trabajo de las mujeres, a diferencia de las calles o cuartos de hotel privados.
Esfuerzos recientes para prohibir la prostitución han fracasado. En marzo de este año se presentó una propuesta de ley que no se aprobó, mientras planes de prohibir burdeles en los condados Nye y Lyon fallaron en 2018 por falta de apoyo.
La campaña política y muerte de Dennis Hof pusieron a la industria de burdeles en el ojo público a nivel nacional y provocaron cuestionamientos de líderes estatales.
Cuando murió Hof, todavía se estaban investigando acusaciones por conducta sexual inapropiada interpuestas en su contra por parte de varias mujeres.
Pero a pesar de todo lo anterior, Gilman dice que la industria cuenta con el apoyo de las personas del estado, por lo que ha podido salir adelante a pesar de las medidas contra los burdeles.
“Siempre va a pasar algo? Sí”, dijo Gilman. “Después de 20 años, estoy preocupado? No”.