Esta nota fue traducida al español y editada para mayor claridad a partir de una versión en inglés que aparece en The Nevada Independent.

La pregunta de si el público en general debe usar cubrebocas en espacios exteriores ha persistido durante semanas mientras los funcionarios de salud en todo el país se apresuran para detener la propagación del coronavirus, una pandemia que empeoró durante el mes de marzo y cuyo fin todavía no se vislumbra.

Con un número de fallecimientos que va en aumento en los Estados Unidos, el pasado viernes los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) hizo recomendaciones a nivel nacional pidiendo a los estadounidenses que se cubran la cara con alguna pieza de tela cuando estén en lugares públicos.

Lo anterior surge después de que un número creciente de líderes estatales y locales tomó la misma decisión en días recientes, incluyendo una reciente orden informal que emitió la Alcaldesa de Reno, Hillary Schieve.

El Doctor Brian Labus, profesor adjunto de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV) quien se enfoca en vigilar enfermedades transmisibles, dijo que un cambio como este es parte de la evolución natural de las condiciones cambiantes de una pandemia.

Algunos epidemiólogos e investigadores dicen que el uso de cubrebocas, en parte, ayuda a reducir la tasa de infecciones, junto con medidas rigurosas de pruebas y medidas eficaces de seguimiento de casos.

Labus dijo que hasta los cubrebocas de tela o cubrirse la boca “permanentemente con un Kleenex”, pueden jugar un papel clave para prevenir la propagación del coronavirus, especialmente entre quienes pudieran estar infectados, ser contagiosos y asintomáticos.

“Los cubrebocas hechos en casa no sirven mucho para filtrar las pequeñas partículas que podrían infectarlo a uno”, aclaró Labus. “Sin embargo, pueden funcionar para impedir que uno esparza partículas virales a otras personas”.

Ya sean cubrebocas quirúrgicos o hechos con tela de forma casera el propósito es acabar con las gotitas mucho más grandes, principalmente las que son visibles al ojo humano.

Usar cubrebocas tipo N95 no es tan sencillo; se deben colocar con precisión para asegurar que el área alrededor de la nariz y la boca queden sellados, sólo duran un tiempo y Labus explicó que quitarse este tipo de mascarillas puede tener sus propios riesgos.

La demanda global de cubrebocas N95 se disparó en las últimas semanas, conforme gobiernos, filántropos y oportunistas por igual buscan acaparar un suministro que es cada vez menor, y que en gran parte proviene de Asia.

Esfuerzo local para coser cubrebocas

Esa escasez llevó a Tamara Winyard a formar un grupo en Facebook junto con otras personas en Las Vegas en un esfuerzo para coser decenas de mascarillas para trabajadores del sector salud del Sur de Nevada. 

Durante las últimas dos semanas, Winyard dice que han entregado al menos 200 cubrebocas de tela a los hospitales en toda la ciudad.

“Muchos de nosotros estamos usando nuestros propios suministros y guardaditos que ya teníamos”, dijo Winyard. “Es decir, iban a las tiendas de dólar y conseguían lazos de pelo para las niñas y las cortaban para que alcanzaran a pasar por una oreja promedio porque no había elástico”.

Pero a medida que los funcionarios de todos los niveles recomienden el uso de cubrebocas, es probable que persista la escasez debido a que millones de estadounidenses procurarán hacer o adquirir su propio suministro.

¿Cómo elaborar un cubrebocas en casa? En última instancia, Winyard dijo que no hay mejor maestro que el Internet.